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Algunos lectores nos han preguntado por el aceite de canola. En España y en los países hermanos de América Latina, no estamos habituados a usarlo. Nos sonará un poco más si decimos que se fabrica con una de los variedades de colza.
Efectivamente, se trata de un aceite vegetal derivado de las semillas de ciertas variedades de la planta de colza (Brassica napus, Brassica rapa, o Brassica juncea) que han sido cultivadas específicamente para producir un aceite con bajo contenido de ácido erúcico. Originalmente, la colza contenía altos niveles de este compuesto que en altas concentraciones puede ser perjudicial para la salud. A través de la selección y el mejoramiento genético, se desarrollaron variedades de colza con bajo contenido de ácido erúcico, y el aceite extraído de estas plantas es lo que se conoce como aceite de canola.
Curiosamente, aunque la colza es originaria del sur de Asia, especialmente de la India, es en Canadá donde se seleccionó la variedad de Canola. De hecho el nombre «canola» es un acrónimo que proviene de «Canadian oil low acid» (aceite canadiense bajo en ácido).
Aceite de canola para la piel
El aceite de canola se usa en el sector de la cosmética y cuidado personal por las propiedades hidratantes que tiene sobre la piel. Personalmente me gustan más otras alternativas como el aceite de almendra, pero estamos ante un producto perfectamente válido en dermatología.
El método más habitual de extracción es en prensado y filtrado en frío, lo que permite obtener un producto natural. En cambio, resulta menos interesante cuando se extrae con un disolvente, como el hexano. La mayoría de los envases indican el proceso de elaboración en el envase.
Las aplicaciones de cuidado de la piel suelen tener una vida larga, de incluso más de 12 meses. Pero conviene guardar los envases bien cerrados, en un lugar refrigerado y sin luz, incluso en el frigorífico.
Propiedades para la piel
- Hidratación. Su alto contenido en grasa vegetal se absorbe fácilmente cuando se aplica externamente, por lo que es adecuado para la piel seca. Además, contiene minerales, vitaminas E y K así como ácidos GLA que son sanos para la piel.
- Calmante. El aceite de canola ayuda a calmar la piel irritada. También, como otros aceites vegetales, se puede usar para suavizar las líneas finas y frente a la aparición de acné y manchas cutáneas.
- Aromaterapia. Al ser neutro en olores y sabor se usa en aromaterapia, que aprovecha su bonito color cristalino, ligeramente dorado. La textura es suave y viscosa, agradable al entrar en contacto con la piel, por lo que se puede masajear pausadamente los músculos mientras se aplica.
Una de las críticas que se le ha hecho es que algunas partidas son ORM (es decir genéticamente modificadas). Una manera de tratar a los alimentos más común en Norteamérica que en Europa y que presenta algunas dudas por las autoridades sanitarias. Si se quiere evitarlas, podemos optar por variedades ecológicas o BIO.
¿A qué sabe el aceite de canola?
El aceite de canola tiene un sabor neutro, por eso se consume mucho para cocinar en países como Canadá y Estados Unidos, que no están acostumbrados a las grasas vegetales más aromáticas.
Su uso en la cocina es versátil. Como otros aceites vegetales es adecuado para una amplia gama de aplicaciones culinarias, como freír, hornear, saltear y aderezar ensaladas.
Sin embargo y siendo muy claros, no tiene mucho sentido usarlo en los países de cultura mediterránea como España, donde disponemos de un magnífico aceite de oliva virgen extra (AOVE). Superior tanto por su sabor, como por sus propiedades nutricionales y saludables. Además, el aceite de canola, aunque aguanta la reutilización en varias frituras, no llega al punto del AOVE en este caso.
Propiedades en la cocina
Dicho esto, hay que saber que estamos ante un aceite vegetal sano. Rico en grasas insaturadas y con un contenido muy bajo de grasas saturadas.
En concreto incluye alrededor del 60% de ácido oleico y más del 10% de ácido alfa-linolénico, precursor del omega 3. Por todo ello se le puede considerar saludable para el sistema cardiovascular.
Cuando se consume fresco, se puede aprovechar las propiedades antioxidantes de su vitamina E.
