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Es posible que hayas visto algún artículo sobre el aceite de nabina, o que lo hayas identificado en una lista de ingredientes de un alimento envasado. Se trata sencillamente del aceite de colza, uno de los aceites vegetales más extendidos a nivel internacional y en Europa.
En España es difícil encontrarlo envasado, y es que estamos en la tierra del aceite de oliva. Pero se usa mucho como ingrediente de alimentos envasados, ya que es económico y versatil.
Está considerado como uno de los más saludables, aunque arrastre problemas de imagen desde la tristemente famosa crisis del aceite de colza adulterado en 1981.
¿Cómo se produce el aceite de nabina?
En los últimos 10 años se ha multiplicado en España por tres, las hectáreas dedicadas a la Brassica napus. Una planta oleaginosa originaria de la India, con unas llamativas flores amarillas, de cuya semilla se extrae el aceite de nabina por un proceso de prensado.
Es sobre todo en Castilla y León donde se concentra la mayor parte de producción nacional. El clima cálido, y la poca presencia de heladas favorece su crecimiento. Además, permite la rotación de cultivos, lo que favorece la calidad del suelo. Así, por ejemplo, se intercala con los cereales y el barbecho.
Consumo de aceite de nabina
Según datos de la International Olive Council, el aceite de nabina es el cuarto más consumido del mundo. Detrás del de soja, palma y girasol. Y con el doble de producción mundial que el de oliva. En España o en Italia, en cambio, es raro verlo en los supermercados.
En Europa se usa:
- Para aliñar, aprovechando su sabor neutro con ligeros matices a nuez y mostaza. Es bien sabido que a las culturas mediterráneas les gusta el sabor con carácter, del aceite de oliva. En cambio en Europa central y en los países anglosajones, prefieren variedades más suaves y neutras.
- Para cocinar recetas dulces y saladas. Nuevamente gracias a su neutralidad, es adecuada para la elaboración de dulces, pasteles o guisos salados.
- Se usa como ingrediente alimentario.
Por último, existe un uso no alimentario, menos conocido. Sirve para la elaboración de biodiesel, combustible que permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, gracias a su origen natural.
Propiedades nutricionales
Tal como sucede con el resto de aceites vegetales, son alimentos grasos y calóricos. Pero al mismo tiempo aportan nutrientes de gran valor, por tanto se deben consumir con moderación. 100 gramos de producto contiene alrededor de 885 calorías.
El perfil lipídico, o el tipo de grasa, es saludable. Más de un 65% de sus ácidos grasos son monoinsaturados y otro 28% poliinsaturados. Es una buena fuente de omega 3.
Otro aspecto interesante es el fuerte aporte de vitamina E, un antioxidante natural.
Toxicidad
El aceite de colza concentra niveles altos de ácido erúcico, una grasa monoinsaturada, que en grandes cantidades resulta tóxica.
Sin embargo, la variedad Canola aporta niveles bajos de ácido erúcico, que son perfectamente asumibles en una dieta normal. Canola es una variedad genética desarrollada hace 50 años en Canadá, el mayor productor mundial. Se trata de un acrónimo de Canadian Oil Low Acid, es decir, aceite canadiense bajo en ácido.
Las variedades que se han impuesto por todo el mundo son de tipo canola o similares, por tanto, seguras para el consumo.
Este tipo de toxicidad es diferente de la que se produjo en la terrible crisis alimentaria de 1981, con varios miles de fallecidos. En aquel caso se trataba de un aceite desnaturalizado, es decir con añadidos químicos para uso industrial, que abarataban el producto.