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La OMS define la salud de una manera integral teniendo en cuenta varias de las dimensiones del ser humano. Así considera que no se trata simplemente de la ausencia de enfermedades, sino de un estado más elevado de bienestar físico, mental y social. Desde esta perspectiva, la actividad física y la salud están íntimamente ligadas.
Personalmente tuve la suerte de adquirir el hábito del deporte cuando tenía 13 años. En aquella época vivía en Londres, cerca de Hyde Park. Tuve la suerte de hacer un pequeño grupo de amigos que socializamos a través de las carreras alrededor de la “Serpentine”, o compartiendo partidos de tenis. Adentrarse en el deporte de una manera tan natural me ha permitido que 40 años después, nunca haya perdido este hábito. Bien al contrario, el deporte, más moderado a mi edad, es una gran fuente de placer, de reducción de estrés y a veces de actividad social compartida.
¿Cuándo se ha empezado a asociar actividad física y salud?
El deporte y la actividad física se han considerado hasta bien avanzado el siglo XX, una molestia o una actividad limitada para los deportistas profesionales. La mayoría de los trabajos masculinos hasta hace apenas 50 o 60 años, eran en todo el mundo, de tipo físico. Principalmente ligados a la actividad de la agricultura o ganadería. En el caso de las mujeres, existía aún menos una sensibilidad por la actividad física. En la visión de las sociedades tradicionales su papel se ha centrado en el hogar y en el cuidado y educación de la familia.
En este entorno que nos puede resultar tan lejano, pero del que nos separan tan sólo una o dos generaciones, la actividad física simplemente no se contemplaba. O incluso, se hubiera visto como un sinsentido y un castigo corporal.
Impacto de la actividad física en la salud
Según datos de la OMS, las personas que no practican un nivel suficiente de actividad física, alcanzan un riesgo de fallecimiento de entre un 20% y un 30% superior a aquellos que sí lo completan. Se estima que, si aumentara este tipo de actividad, se evitarían alrededor de 5 millones de muertes cada año.
Más difícil es ofrecer datos objetivos sobre la diferencia de calidad de vida. Pero la mayoría de asociaciones médicas que estudian este comportamiento, están de acuerdo en que existe una clara diferencia. Las personas que hacen algún tipo de deporte gozan de más calidad de vida tanto a nivel de salud física, como mental e incluso social.
Beneficios de la actividad física en la salud
Existen numerosos estudios que avalan los beneficios de la actividad física en la salud. Aunque el deporte por sí solo no es un milagro que nos resuelva los retos de la vida, sí contribuye claramente a una mejor respuesta vital.
Para analizarlos vamos a agruparlos en tres grandes grupos, los que actúan sobre la salud mental, aquellos relacionados con la salud del cuerpo y los que mejoran las relaciones sociales.
Impacto en la salud mental
Aunque normalmente se asocia el movimiento a una mejora de la salud física, empezamos señalando un impacto menos conocido pero muy importante. La salud mental de los deportistas y en general de los que se mueven activamente, mejora a corto y largo plazo.
- La segregación de endorfinas de manera natural, es uno de los efectos a corto plazo. Estas hormonas generan una sensación de placer y bienestar que dura varias horas.
- Más a largo plazo existe una mejora en el estado de ánimo. Cuando el ejercicio es regular contribuye a aumentar la confianza en sí mismo. Por tanto, tenemos una mejora del estado de ánimo. Una mayor serenidad e incluso una reducción del estrés, la ansiedad y los estados de depresión leve.
- Mejora la capacidad de concentración, de focalización y en general la capacidad de razonar y pensar.
- Otro beneficio es la mejora del sueño, siempre que el deporte no se realice en las horas previas a la hora de dormir. Así de manera indirecta tenemos otra ventaja para gozar de mayor salud mental
- Aumenta la sensación de energía, no sólo física sino también mental. Esto permite un mejor rendimiento laboral e intelectual.
- Mejora la percepción y la confianza en uno mismo tanto por los efectos mentales como por los físicos.
- En resumen, la actividad física regular tiene la capacidad de mejorar el bienestar general, mental y emocional del individuo.
Impacto en la salud física
La medicina ha analizado desde diferentes especialidades cual es el impacto del deporte sobre la salud física, resumimos algunos de los descubrimientos:
- Beneficios sobre el conjunto del sistema cardiovascular y del circulatorio. Tenemos una prevención de enfermedades coronarias y una mayor capacidad de bombeo. También ayudamos a que el conjunto del sistema circulatorio se regule, con menor riesgo de hipertensión y de aumentos de colesterol. Incluimos en este epígrafe el menor riesgo de accidentes cardiovasculares.
- Contribuye a la prevención de diferentes tipos del cáncer. Entre otras razones porque la adrenalina que se genera ayuda a evitar metástasis, o también por el efecto antiinflamatorio del ejercicio.
- Potencia la salud pulmonar y la capacidad respiratoria.
- Mejora el sistema inmunitario, contribuyendo a una mejor respuesta inmunológica a las infecciones por agentes patógenos externos.
- Mejora la salud ósea y la fijación del calcio en los huesos.
- Ayuda a prevenir la aparición de la diabetes de tipo 2.
- El deporte ayuda a mantener un buen peso corporal, de hecho, ayuda a adelgazar de una manera sana.
Terminamos la lista de beneficios recordando que también existe un impacto positivo en las relaciones sociales. De manera directa, cuando nos involucramos en actividades de equipo, en la preparación de retos deportivos o simplemente entrenando con otras personas. Pero también de manera indirecta, ya que la mejor salud mental, confianza y percepción de uno mismo, ayudan a ser más activo en la búsqueda de relaciones sociales.
¿Cuál es la actividad física ideal?
Es importante saber modular el esfuerzo y el deporte a cada etapa de la vida y al estado físico de cada individuo. Si vamos a empezar por primera vez en nuestra vida, es conveniente una visita a un médico que nos haga un chequeo y algunas recomendaciones.
De acuerdo con la OMA, la actividad física es todo movimiento corporal derivado de los músculos esqueléticos, y que produce un consumo energético. No hace falta ser un deportista de élite para realizar esta actividad. De hecho, los desplazamientos diarios a pie para acudir al trabajo, realizar compras, visitar familiares y amigos, son el primer escalón.
Hay una buena noticia, puesto que incluso ejercicio moderado regular, tal como caminar a buen ritmo durante al menos 30 minutos diarios, ya presenta ventajas respecto al sedentarismo. Reducir el tiempo en el coche y en el transporte en general, es pues el primer paso para aumentar el tiempo diario de actividad física.
En la infancia, adolescencia y juventud, los deportes de equipo son fundamentales no sólo por el ejercicio, también por el aprendizaje social. Para los adultos con menos disponibilidad de tiempo o con obligaciones familiares, las excursiones en familia, la piscina, o correr con moderación son buenas alternativas. Para los más mayores, sin duda alguna las caminatas son esenciales, también actividades sencillas como la jardinería.