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Hablar de la algarroba es retrotraerse en el tiempo a uno de esos alimentos que consumían nuestros abuelos en la dura postguerra. De estar considerado un recurso para gente humilde, ha pasado a reivindicarse como un moderno alimento rico en nutrientes. Fruto del algarrobo, un árbol extendido por el Mediterráneo, con especial impronta en España.
En la época de postguerra, se aprovechaba su disponibilidad en forma silvestre y su sabor dulce, para fabricar sucedáneos del chocolate y de dulces. Pero lo cierto es que se queda muy lejos del sabor de estos productos. Aún así, su harina se usa para elaborar dulces y otros productos alimentarios.
El algarrobo
Este árbol mediano, pero que bien cuidado puede alcanzar un porte de hasta diez metros de altura, es una especie mediterránea. Puede recordar ligeramente a una encina, con su follaje perenne y hojas verde oliva.
Pertenece a la familia de las Fabaceae o fabáceas. Es decir, comparte características con las leguminosas, de hecho el aspecto de las vainas y semillas puede recordar a las lentejas o las judías. Con estas comparte algunas propiedades nutricionales.
Fuerte y resistente en épocas de sequía, el algarrobo es una planta de lento desarrollo. Crece de manera silvestre, o en plantaciones. En este caso hay que tener paciencia, pues su fruto, la algarroba, no aparece hasta 8 o 10 años después de su plantación.
De origen persa, se extendió por toda la cuenca mediterránea. De hecho, los principales productores de algarroba según datos de la ONU eran en 2013 (no hemos identificado datos internacionales más recientes):
- España 40,0 miles de toneladas.
- Italia 30,8 miles T.
- Portugal 23 mil T.
- Grecia 22 mil T.
- Marruecos 20,5 mil T.
- Turquía 14,3 mil T.
Existen datos más recientes de la producción española, que proceden de la asociación EIG (Empresas Innovadoras de la Garrofa). Una agrupación de fabricantes del sector que promociona y defiende los intereses del sector.
Se estima una producción cercana a las 80.000 toneladas, destacando las CCAA de Valencia y Baleares, con más del 70% del total nacional.
Algarroba, aspecto
La algarroba, también conocida como garrofa, tiene forma de vaina de color madera oscura. Con una longitud habitual de 6 a 8 centímetros, contiene en su interior una pulpa que a su vez protege a las semillas. Esta pulpa tiene un sabor dulce y una textura gomosa, que contrasta con la rusticidad de la vaina. Dentro de la pulpa, se esconden unas semillas redondeadas.
Usos de la algarroba
No es posible consumir la algarroba fresca, ya que las semillas son muy duras y la textura de la vaina incomestible, a no ser que se use para el ganado. La algarroba se consume por tanto tratada, en forma de harina, convertida en crema para untar, de modo similar a las cremas de cacahuete o incluso en forma de goma para masticar.
Harina de algarroba
Se elabora con la pulpa de las vainas maduras. El tratamiento consiste en una primera deshidratación, un tostado y una molienda, Así se obtiene una harina de sabor dulce y peculiar, que permite usos múltiples. Primero para la cocina casera, pero también como ingrediente en la industria alimentaria para elaborar barritas de snacks, tortitas, postres, galletas, siropes, etc.
Asímismo sirva para la preparación de batidos nutritivos, mezclada en leche o zumos. También se usa en confitería, aprovechando su sabor dulce. Se usa en mezclas de chocolate, en recetas de dulces, etc.
Por último es interesante recordar que forma parte de las harinas sin gluten, apta para celiacos.
Vainas para ganado
Las vainas se usan para la industria ganadera como forraje tanto en ganado bobino, como ovino y porcino. También es muy usada para alimentar a caballos y otros equinos. Y como piensa para gallinas. Aunque no esté muy rica, es muy nutritiva para estos animales.
Ingrediente en la industria cosmética y farmacéutica
Los taninos son unas sustancias orgánicas que en las plantas ayudan a sanar heridas en la corteza de las plantas. Además, tienen efectos curativos en la piel humana, tales como ser cicatrizante como el aloe vero, antinflamatorio y reduce el exceso de la grasa. La algarroba es rica en taninos y sus extractos se usan en aplicaciones del mundo de la higiene y la cosmética.
Propiedades nutricionales
Hay artículos que hablan de la algarroba como un superalimento. No nos gusta este concepto en Saludteca, ya que es más apropiado hablar de dietas sanas y equilibradas. Las legumbres y muchas verduras tienen propiedades similares. Por tanto, estamos ante un alimento sano, que se puede incorporar a una dieta.
Aunque el contenido en grasas es bajo, es un alimento calórico por sus carbohidratos, Así que hay que consumirlo con moderación.
Contiene un fuerte contenido de hidratos de carbono y azúcares naturales, si bien su índice glucémico no es excesivamente alto. Como se suele usar mezclado con otros ingredientes, los diabéticos deben tener precaución con su consumo.
Como otras leguminosas, es rico en fibra. Así que es saciante y ayuda a la digestión.
Nuevamente de manera similar a las legumbres, aporta una cantidad notable de proteínas vegetales, minerales como hierro, potasio, calcio o fósforo. Una buena cantidad de lagunas vitaminas del grupo B, y una cantidad menos de vitaminas A y C.
Por último, también aporta antioxidantes, como los polifenoles.
