Tabla de contenido
- 1 ¿Leche o bebida vegetal?
- 2 Día mundial de la leche vegetal
- 3 Los lobbies de las bebidas vegetales
- 4 Consumo de bebidas vegetales
- 5 Comparación nutricional entre la leche y la bebida de soja
- 6 Tipos de bebidas vegetales
- 7 Bebidas vegetales para intolerantes a la lactosa
- 8 Bebidas vegetales e impacto ambiental
- 9 Cereales para el desayuno y bebidas vegetales
Las bebidas vegetales, entran dentro de la tendencia de mayor consumo de productos vegetales frente a los de origen animal. Surgen muchas dudas sobre estos productos, para empezar ¿se pueden llamar leches vegetales?
Desde 2017, el día 22 de agosto, se celebra el día mundial de la leche vegetal, una mera iniciativa promocional. El marketing y las redes sociales, han elevado estas bebidas al mito de superalimentos, pero ¿es correcto llamar a estos productos leche?, ¿hablamos de productos milagroso, o de zumos más o menos sanos?, ¿se pueden comparar las bebidas vegetales a las frutas y verduras naturales?
¿Leche o bebida vegetal?
Cuando los primeros fabricantes de bebidas vegetales lanzaron sus productos en nuestro mercado, allá por los años 90, las llamaron, leches vegetales. El objetivo era doble, por un lado, asociar este producto entonces desconocido, en el mismo tipo de usos que la leche. Y segundo, aprovechar una cierta nobleza del concepto leche, al fin y al cabo, un producto natural, que forma parte de nuestras dietas desde tiempos inmemorables. Bien es cierto, que en las regiones mediterráneas nuestros ancestros utilizaban sobre todo la leche de cabra.
Sin embargo, en 2017 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TSJUE) dictó una sentencia que protegía a los productos lácteos y prohibía la denominación “leche” para las bebidas que no sean de vaca, cabra, oveja u otros orígenes animales. Por tanto hay que llamarlas bebidas vegetales.
Del mismo modo, a partir de ese momento, los sucedáneos vegetales de yogures, quesos, mantequilla o nata, no pueden hacer apelación a esas definiciones.
Día mundial de la leche vegetal
El día de la leche vegetal, es una iniciativa lanzada por los fundadores de las organizaciones “Plant Based News” y “ProVeg”. En ambos casos, se trata de grupos que promocionan el consumo de alimentos vegetales. Pero que no tienen el respaldo de los organismos más reconocidos en alimentación, como la OMS o las agencias de alimentos públicas. Es desafortunada la denominación de la jornada, ya que como hemos visto anteriormente. no cabe llamar a estos productos leche vegetal, sino bebida vegetal.
Resulta interesante promocionar un mayor consumo de frutas y verduras en las sociedades occidentales, donde existen amplios grupos de población que abusan de los alimentos precocinados o de un exceso de carne y grasa. Sin embargo, es más controvertido recomendar el uso de bebidas vegetales frente a leches clásicas, especialmente las que tienen una cierta reducción de grasa.
Los lobbies de las bebidas vegetales
Analicemos la producción mundial de soja, la mayor bebida vegetal. Veremos que Brasil y Estados Unidos, son los dos grandes productores mundiales, oscilando en el primer puesto, cada año. Los últimos datos estimados en 2020 por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, muestran que Brasil produjo 133 millones de toneladas frente a 113 millones en USA. Entre los dos países concentran más del 70% de la producción mundial. Y alrededor del 60% de lo que producen, lo exportan, sobre todo a Europa y a China.
Al mismo tiempo se trata de un mercado de gigantescas multinacionales de ingredientes: Monsanto, DuPont, Cargill, etc. Estas son algunas de las compañías norteamericanas que mueven un mayor volumen de productos de soja, y de otras bebidas vegetales en el mundo.
Resulta difícil valorar su trabajo de lobby en Europa, pero sin duda ha sido muy importante durante las últimas décadas. Realizando campañas de prensa y de comunicación en la que se promocionan los beneficios de las bebidas vegetales, y que explican en parte, por qué es un tema recurrente en cierto tipo de prensa.
Por tanto, hay que desconfiar cuando leamos artículos que sitúen estos productos como superalimentos y buscar fuentes serias. En nuestra dieta mediterránea ya tenemos verdaderos alimentos saludables, como son la fruta y las verduras o el aceite de oliva. También los lácteos, si son consumidos con moderación y evitando demasiada grasa.
Consumo de bebidas vegetales
En los países occidentales las bebidas vegetales suponen un mercado más o menos equivalente al 10% o 15% del de la leche, pero eso sí ,con un fuerte crecimiento que contrasta con la disminución de venta de leche. España, con más de 250 millones de litros anuales, es uno de los países europeos donde las bebidas vegetales más han crecido.
Resulta paradójico que mientras en occidente se consume cada vez menos leche, en otras regiones del mundo como Asia o el África subsahariana suceda al revés. En esos países, la aparición de clases medias con mayor renta per cápita, ha favorecido el acceso a los lácteos, que son más caros que las alternativas vegetales.
Comparación nutricional entre la leche y la bebida de soja
La OMS recomienda un mayor consumo de verduras y frutas, si bien no las confronta a los lácteos. Más bien lo hace frente a los alimentos procesados, hipercalóricos, productos ricos en grasas, azúcar y sal. Cuando se refiere a las grasas, menciona el problema generalizado de sobrepeso y obesidad. Por ello los lácteos grasos como la mantequilla o quesos grasos, deben consumirse con moderación. Por otro lado, no menciona las bebidas vegetales, sino las verduras naturales.
El análisis comparativo de la leche de origen animal y las bebidas vegetales muestra que a nivel nutricional, son muy diferentes. La leche es una gran fuente de calcio, de proteínas, de vitaminas A+D, que facilitan la absorción del calcio y de grasas, que nuevamente facilitan la biodisponibilidad o absorción del calcio.
Por otro lado, las bebidas vegetales tienen propiedades nutricionales variadas, según su origen. Por ejemplo, la de soja aporta proteínas vegetales, calcio, vitamina A y E, fitoesteroles y polifenoles. La de avena, es una fuente de vitaminas del grupo B, la de almendra es especialmente rica en calcio, etc. En general, las bebidas vegetales no son una fuente para asimilar de manera cotidiana el calcio que nuestro organismo necesita, tanto por su menor contenido de este mineral, como por la ausencia de otros nutrientes que ayuden a asimilarlo. Además muchas no son tan naturales ya que tienen aditivos, azúcar o edulcorantes.
La salud de los huesos
Es importante también recordar que la salud de nuestros huesos no depende solamente de la asimilación de calcio. Es igualmente interesante realizar ejercicio físico habitual, adaptado a nuestra edad. Y evitar algunos malos hábitos, que inhiben la absorción del calcio, como son el tabaco, o el exceso de sal y azúcar.
Hay artículos que promueven el consumo de bebidas vegetales, destacando que previenen la hipertensión, la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc. Pero realmente son las verduras y frutas frescas las que tienen ese potencial, y no las bebidas vegetales, que se fabrican con una gran cantidad de agua y un pequeño extracto vegetal.
Tipos de bebidas vegetales
Los tipos más importantes son:
- La bebida de soja. Destacan por sus proteínas vegetales, sus vitaminas A y E, fitosteroles y polifenoles. Logicamente son bajas en calorías y en grasas, como lo sería una leche desnatada. Pero no olvidemos que también la grasa láctea tiene una función en la absorción del calcio, que se pierde en estos casos. Existen estudios contrapuestos sobre los beneficios y los riesgos del consumo habitual de soja, por ejemplo por un lado es antioxidante y beneficiosa para la salud cardiovascular, pero por otro, hay indicios de alteraciones neurológicas.
- Bebidas de Almendra. Es el segundo gran producto de moda entre las bebidas vegetales. También es rica en algunas vitaminas antioxidantes o en minerales como el calcio. Su crítica es el bajo porcentaje de almendra utilizada en su producción. Resulta más interesante y económico, comer este fruto directamente.
- La bebida de avena. Como los otros casos, es baja en calorías, fácil de digerir y aporta algunas vitaminas y minerales.
- Bebida de coco. Una de las útimas a unirse a la moda. Son bastante nutritivas con vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6. Aportan minerales como el calcio, magnesio y fósforo. Por contra también contienen una gran cantidad de grasas saturadas, por lo que no se debe abusar en su ingesta.
- Otras bebidas vegetales. Terminamos mencionando las bebidas de arroz o de otros cereales, más o menos de moda.
Bebidas vegetales para intolerantes a la lactosa
Este es uno de los casos en los que se promociona el consumo de bebidas vegetales, ya que, al no tener lactosa, son fácilmente digerible. En cualquier caso, también las leches bajas en lactosa son una alternativa de consumo para las personas con intolerancia a la lactosa.
En general, aquellas personas con problemas digestivos importantes, o con colon irritable, o tendencia al estreñimiento, toleran bastante mejor las bebidas vegetales que la leche.
Otra molestia más rara, pero más complicada de tratar, y que requiere del consejo de un médico o un nutricionista, es la intolerancia a las proteínas de la leche. En ocasiones la solución puede venir de una leche de oveja o cabra, con proteínas más fáciles de digerir. También bebidas vegetales pueden ayudar a sobrellevar esas dificultades digestivas.
Bebidas vegetales e impacto ambiental
Uno de los argumentos de los defensores de las bebidas vegetales es que su impacto ambiental es menor que el de la leche líquida. Los estudios que se han publicado sobre este tema, sí parecen concluir que existe un menor consumo de recursos, sobre todo de agua y de superficie de cultivo. También es menor la emisión de gases de efecto invernadero, uno de los puntos flacos de la industria láctea.
Pero tampoco se debe obviar que los aumentos de producción masiva de soja, en Brasil, el mayor productor mundial, se consiguen en parte por la deforestación de la Amazonia. Y que, por otro lado los lácteos, son un mercado de producción local en Europa. En cambio, los extractos y concentrados con los que se elaboran las bebidas vegetales, se importan en su gran mayoría de Brasil o Estados Unidos, con un impacto en el transporte transoceánico, lo cual tampoco es muy adecuado desde un punto de vista ambiental.
Cereales para el desayuno y bebidas vegetales
Terminamos con una analogía frente a los cereales para el desayuno. En los años 80, la mayoría de los desayunos de los niños y jóvenes españoles, se componían de un tazón de leche, sólo o con cacao en polvo. Se acompañaba por sanas tostadas de aceite o por una pieza de fruta, o también por otros productos más o menos industriales, como galletas, bizcochos o magdalenas.
En aquel momento, de la mano de multinacionales anglosajonas, como ha sucedido con la leche vegetal, se lanzaron potentes campañas de comunicación sobre los cereales para el desayuno. Según estas campañas, eran alimentos más nutritivos, con vitaminas, minerales, etc. Poco a poco se impusieron, y toda una generación de chicos desayunó con esta innovación.
Desafortunadamente, los cereales para el desayuno fueron posteriormente muy contestados por los nutricionistas. En realidad, eran un alimento ultraprocesado, con un altísimo contenido en azúcar o miel. Forman parte de todo ese elenco de productos industriales que han contribuido a aumentar las tasas de sobrepeso y obesidad de la población. La presión social, obligó a las multinacionales a mejorar las listas de ingredientes, y a reducir el azúcar, pero ya no era creíble reivindicar que los cereales para el desayuno sean un superalimento.
Desde nuestro punto de vista, el rápido desarrollo de la leche vegetal en algunos países europeos, se parece al de los cereales. Bajo el paraguas de la alimentación “vegetal”, se presenta un producto industrial, reconstituido de extractos, que a veces viajan de un continente a otro, con añadidos y conservantes, y que pretende sustituir a otro producto más natural, como es la leche o los lácteos en general.