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La berenjena es una planta de fruto comestible, con un ciclo generalmente anual, aunque a veces más largo. Su nombre científico es Solanum melongena. Pertenece al género Solanum y a la familia de plantas herbáceas conocidas como solanáceas. Este grupo engloba también los tomates, las patatas o los pimientos.
Historia de la berenjena
En ninguna época de la historia, los humanos hemos tenido acceso a tantas verduras como ahora. También es el caso de la berenjena, que no siempre ha estado disponible de manera universal.
La historia del uso culinario de la berenjena es muy antigua, y se produjo en el sureste asiático, más concretamente en la región que va desde China hasta la India, pasando por Birmania. No es por tanto casual, que forme parte de la cultura gastronómica de estos países, por ejemplo con arroz y salsa de soja. O que China y la India, sean los mayores productores mundiales.
En nuestro país y en Europa, se introdujo a través de los reinos árabes de la península ibérica, que favorecieron muy positivamente el comercio entre oriente y occidente a partir del siglo VIII. Como curiosidad, al principio fue rechazada, ya que consumida cruda es muy indigesta, e incluso se pensaba que podía ser tóxica.
Producción de berenjena
De acuerdo con la FAO, China es el principal fabricante mundial, con más de 30 millones de toneladas anuales en 2020, lo que supone alrededor del 55% de la producción mundial. La India, el segundo gran productor, se sitúa cerca de los 13 millones de kilos.
En Europa, Turquía es el mayor productor con 836 mil toneladas, le sigue Italia con 298 mil toneladas y España con 245 mil toneladas. La particularidad, en el caso español, es que es dentro de los grandes productores, es el país con mayor rendimiento por hectárea, alrededor de 65.000 kilos por hectáreas. Esto se debe a la producción intensiva en invernadero, especialmente en Almería.
De hecho, Andalucía concentra la gran mayoría de la producción local, con alrededor de 200 mil T en 2019, seguida de la Comunidad Valenciana con 13, et resto de comunidades autónomas realizan otras 30.
Cultivo de berenjenas
Esta planta exige unas condiciones medioambientales de tipo mediterráneo. Resiste bastante bien las olas de calor, llegando a aguantar temperaturas de 40c o más. En cambio, es muy sensible a las heladas. Necesita algo de humedad, pero no excesiva.
La mayor parte de la producción española se realiza en invernadero, donde el control de condiciones ambientales permite alargar el periodo de recogida varios meses.
Cultivo en huerta
Es una especie relativamente fácil de producir de manera casera, en huerta. Precisa suelos fértiles y relativamente profundos, de unos 30 centímetros, pero también se puede adaptar a terrenos algo arcillosos.
El periodo de siembra en la cuenca mediterránea, es entre enero y marzo, para ello se utilizan las semillas de frutos ya maduros del año anterior y pequeñas macetas. Deberemos asegurarnos que sin encharcarlas, mantengan una cierta humedad. Es importante que crezcan en una zona soleada, ya que requieren de mucha luz natural para crecer de manera sana.
Después de unas 8 o 10 semanas, la planta alcanzará una altura de unos 15 centímetros y será el momento de trasplantar al huerto, o a otra maceta más grande (con una profundidad de unos 25 o 30 centímetros) en un patio o terraza.
Una vez que florecen en primavera, y a partir de las dos o tres semanas, podremos empezar a recolectar cuando los frutos empiecen a engordar y presenten una piel brillante. No debemos esperar mucho para evitar que empiecen a amargar. Normalmente podremos recoger varias tandas de berenjenas durante 2 a 4 semanas.
Para la recogida te recomendamos que uses unas tijeras de jardín afiladas, para evitar dañar o desgarrar la planta. También debes dejar un pequeño trozo de pedúnculo. ¡Y lista para consumir, recién recogida, fresca y sabrosa!
Variedades de berenjenas
Al ser una planta tan extendida, existen numerosas variedades de frutos en distintas zonas del mundo.
En Europa se suelen clasificar según el color y aspecto:
- Morada.
- Negra.
- Verde.
- Blanquecina.
- Lisas o uniformes.
- Rayadas.
Y según el tamaño del fruto:
- Alargada.
- Semilarga.
- Ovalada.
- redondeada.
Berenjena IGP de Almagro
Una de las regiones donde hay que destacar el trabajo realizado en el cultivo de berenjenas de gran calidad, es Almagro, en la comarca del Campo de Calatrava que disfruta de una IGP o Indicación Geográfica Protegida.
La berenjena de Almagro se caracteriza porque desde hace décadas, se han seleccionado variedades singulares locales, relativamente pequeñas y redondeadas. También por su célebre proceso tradicional de conserva que pasamos a resumir:
- Cocción de entre 5 y 20 minutos de piezas autóctonas enteras y limpias.
- Fermentación durante 4 a 15 días, en recipientes especiales con un aliño de vinagre, aceite, sal, cominos, ajos, pimentón y agua.
Información nutricional
La berenjena es muy poco calórica por su alto contenido en agua, alrededor del 92%, aunque al ser cocinada se produce una evaporación importante. Su contenido en fibra se concentra sobre todo en la piel.
La cantidad de vitaminas que aportan es relativamente bajo, sobre todo del grupo B, incluyendo ácido fólico y vitamina C.
Tampoco es especialmente alto su aporte de minerales, aunque se puede destacar el manganeso y potasio.
Recetas de berenjena
La principal recomendación para consumirlas es que seleccionemos frutos frescos, en los que la piel no presente manchas, ni golpes. La presencia de un pedúnculo completo y con buen aspecto, es también señal de frescura. Como son frágiles, debemos tener cuidado de no presionarlas al trasportarlas a casa.
Lo segundo importante es que las cocinemos rapidamente, ya que después de una semana empiezan a estropearse y a amargar. La conservación debe realizarse en el frigorífico.
Lo que más destaca culinariamente en la berenjena es su pulpa clara con esa textura esponjosa tan particular, que casa excelentemente con carne picada y tomate. Precisamente esa esponjosidad hace que absorban fácilmente los aceites u otros ingredientes que usemos en su preparación.
Respecto al sabor son suaves, con un ligero amargor que es agradable si no están pasadas, en cuyo caso lo mejor es pelarlas y prepararlas sin piel.
Para terminar, comentaremos las opciones de preparación. Como sabemos, es una verdura que no puede consumirse cruda, ya que resulta indigesta y no apreciaremos su sabor. Cuando las asamos o cocemos, el calor elimina sus alcaloides naturales, que son los compuestos que resultan indigestos. Las principales maneras de cocinarlas son:
- En el microondas, la manera más sencilla de prepararlas con otros ingredientes. Con un pequeño chorreón de aceite también será la opción menos calórica.
- Fritas y rebozadas. Y si quieres añadir un toque oriental, ligeramente pintadas con miel de caña.
- Al horno, con aceite y mezcladas con carne picada, tomate, finalizando con un gratinado con queso.
¡En todos los casos deliciosas y fáciles de preparar!