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El CBD o cannabidiol es una sustancia que se genera a partir de la marihuana y que está generando un gran debate contradictorio a nivel internacional. No existen dudas sobre la consideración de la marihuana como una droga con efectos graves en la salud mental a largo plazo. Sin embargo se discute sobre el beneficio o posibles peligros del CBD.
Con efectos relajantes, la OMS considera que el CBD no es adictivo, ni dañino cuando está aislado de otros componentes de la marihuana más peligrosos, como el THC. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falló en noviembre de 2020 que su comercialización en Europa era legal. Sin embargo, muchos organismos gubernamentales como el francés o el español, se han pronunciado en contra de esta decisión y alertan de posibles riesgos en la salud.
En todo caso, en los últimos dos años, se está viendo en toda Europa la posibilidad de comprar CBD online o en tiendas especializadas. En forma de productos de cosmética, de flores o de infusiones, los vendedores ensalzan sus beneficios relajantes y antinflamatorios.
¿CBD es igual que la marihuana?
La marihuana es un compuesto de hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta conocida como Cannabis sativa o Cannabis indica, también llamado cáñamo índico. Contiene numerosas moléculas, entre ellas el THC con efectos psicotrópicos. Las sustancias psicotrópicas son drogas adictivas que alteren la función del sistema nervioso central.
El THC
Entre sus numerosas sustancias incluye moléculas con efectos psicotrópicos, es decir, drogas adictivas que alteren la función del sistema nervioso central, como el THC. Los efectos del THC a corto plazo son una sensación de bienestar y euforia, así como un aumento del apetito. Pero también una pérdida de memoria, una reducción de la movilidad y posibles sentimientos de paranoia o ansiedad. A largo plazo hay alrededor de un 10% de sus consumidores que desarrollan adición. También aparece un deterioro de las habilidades cognitivas y del comportamiento social.
El CBD qué es
EL CBD o cannabidiol es otra de las sustancias químicas que se genera a partir de la marihuana. Cuando está aislada, no contiene tetrahidrocannabinol (THC), el ingrediente psicotrópico que acabamos de ver.
De acuerdo con la revista Harvard Health Publishing, la evidencia científica sobre sus beneficios con ingestas orales es “moderada”. Parece que ayuda a dormir, que tiene un efecto relajante en el organismo y a sobrellevar algunos dolores. Se nos advierte que estos estudios son por el momento limitados. En cambio, no existe evidencia de su efecto en forma de aceites y aplicaciones en la piel.
Tampoco existen estudios suficientes de su efecto en jóvenes menores de 21 años, para los que no se recomienda en ningún caso su uso.
La Mayo Clinic recuerda que el cannabidiol también puede causar efectos secundarios como diarrea, disminución del apetito, sequedad en la boca, somnolencia y cansancio. Puede interactuar con algunos medicamentos como los anticoagulantes.
El CBD y la opinión de la OMS
La OMS, el máximo organismo internacional que vela por la promoción de la salud, publicó en 2017 y 2018, unos artículos famosos sobre esta cuestión.
En diciembre de 2017 realizó una recomendación oficial de que el cannabidiol o CBD, uno de los compuestos procedentes del cannabis, no se clasificara como “sustancia sujeta a fiscalización internacional”. El Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia llegó a la conclusión de que, “en estado puro, el cannabidiol no parece ser nocivo ni tener riesgo de adición”.
En junio de 2018 la OMS volvió a publicar un informe de expertos sobre el CBD. Se concluía que no existe evidencia de que tenga efectos de dependencia. Indicaba que generalmente los humanos lo toleran bien en su uso recreativo y no presenta riesgos importantes de seguridad.
Desde un punto de vista clínico, indicaba que está demostrado su efecto frente a la epilepsia y otros usos médicos.
Conclusiones
El estado del debate nos lleva a concluir que no existe todavía una opinión firme sobre su uso. Es evidente que en su forma pura, en CBD no tiene el peligro general de la marihuana y el THC.
En los próximos años aparecerán nuevos estudios sobre el alcance o riesgos de esta sustancia. Por el momento se ha abierto la posibilidad de su uso comercial, sujeto a límites de concentración en los productos que lo incorporan.
Más allá de este debate científico, está la discusión médica y psicológica de cuáles son los hábitos y estilos de vida que nos llevan a vivir con plenitud y a mejorar la salud física y mental. Y hasta la cuestión filosófica de cómo vivir en paz y harmonía. Para quien el interese, os dejamos unos enlaces de interés: salud integral y reflexión filosófica.