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Cetraxal plus es un medicamento para tratar la otitis. Contiene ciprofloxacino, un antibiótico de aplicación externa en el oído. Requiere receta médica y como en todos los casos en que se usa un antibiótico, hay que recordar que no sirve ante infecciones víricas.
Como médico de familia, el verano ha sido un periodo en el que a menudo he recibido visitas de familias con niños o adultos, molestos de uno o los dos oídos. Es el periodo de las piscinas y de pasar tiempo en el campo, circunstancias que favorecen las molestas infecciones en los oídos. Pero también el invierno, con sus infecciones respiratorias, es proclive a esta enfermedad.
Cetraxal plus gotas
Una de las ventajas de este medicamento es que se aplica de manera externa, vertiendo gotas delicadamente en la piel del interior del oído. Es lo que se conoce como uso ótico. En cambio no debe ser nunca ingerido, ni aplicado sobre los ojos.
El ciprofloxacino, o sea al antibiótico que incorpora Cetraxal plus, actúa rápidamente en el lugar exacto donde se desarrolla la infección.
Además, contiene un antinflamatorio y analgésico, que alivia el picor y dolor del oído, que a veces puede ser tan molesto que impide que descansemos bien durante la noche.
Existe una versión monodosis de cetraxal plus gotas y otra que contiene 10 mililitros para un tratamiento de varios días, o más de una semana.
Cetraxal plus, ¿para qué sirve?
Para conocer con más detalle este fármaco, acudimos a su prospecto informativo.
Se presenta en un envase de cartón que contiene un pequeño bote de plástico alargado de 10 mililitros y rematado en un tapón de rosca y un cuenta gotas. De este modo podemos controlar el número de gotas que echamos en el oído.
Su composición incluye dos principios activos en las siguientes cantidades por mililitro de producto:
- 3 mg de ciprofloxacino. Antibiótico de la familia de las fluoroquinolonas, que actúan bloqueando la duplicación del ADN de las bacterias.
- 0,25 mg de acetónido de fluocinolona. Un antinflamatorio de aplicación en la piel del tipo corticosteroide. Reduce el dolor, picor o prurito que la infección produce en el oído.
El resto de componentes son excipientes que se enumeran en el prospecto y que hay que consultar si se tiene algún tipo de alergia.
¿Quién puede tomarlo y precauciones?
Se reserva para su uso en adultos, niños y bebés a partir de 6 meses para tratar “la otitis externa aguda (infección del oído externo) y otitis media (infección del oído medio) con tubos de timpanostomía (tubos de denaje) de origen bacteriano.” Tal como esta definición recoge, los antibióticos no deben ser usados frente a infecciones víricas o de hongos.
No deben usarlo los alérgicos a cualquiera de sus componentes. Ni los alérgicos a cualquiera de los componentes.
No existen estudios suficientes para conocer el impacto en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. En estos casos se debe indicar al médico para que valore su uso.
¿Cómo se usa?
Lo primero es asegurarnos de tener las manos limpias con agua y jabón, para evitar una posible contaminación del envase.
Si el bote está muy frío, podemos calentarlo entre las manos durante unos minutos, para evitar la sensación desagradable de las gotas frías en el oído.
Nos colocamos cómodos en un sofá o sillón, para poder recostar la cabeza lateralmente y que las gotas no se salgan. Con la ayuda del gotero, deslizamos las gotas que nos hayan indicado. Mejor con la ayuda de una tercera persona, para hacerlo delicadamente y sin tocar la piel con el envase.
Si se sufre otitis externa, se puede tirar suavemente del lóbulo de la oreja para facilitar que las gotas entren con profundidad.
Si la otitis está relacionada con una “infección del oído medio con tubos de drenaje: Mientras el paciente permanece recostado de lado, la persona encargada de administrarlo debe presionar con suavidad el pliegue de piel situado al inicio del canal auditivo (figura 4a) 4 veces con un movimiento de bombeo. Esto permitirá que las gotas atraviesen el tímpano y lleguen al oído medio.”
Esperamos con la cabeza ladeada durante más de un minuto para facilitar que las gotas penetren a fondo.
Debemos respetar la dosis que el doctor nos haya indicado. De manera general 6 a 8 gotas, dos veces diarias durante una semana. Pasado ese tiempo se debe sentir una clara mejora, en caso contrario hay que volver a realizar una visita médica.
¿Cómo actuar ante la otitis?
Hablamos de otitis para referirnos a infecciones del oído o del conducto auditivo. A menudo son de tipo bacterianos, pero también pueden ser víricas o micóticas. Los síntomas de la otitis externa son un molesto picor en el interior y un dolor intenso.
Los niños son proclives a sufrirlas durante todo el año, aunque especialmente en invierno. El periodo en el que son más comunes las infecciones de las vías respiratorias altas, como resfriados o infecciones de garganta que se extienden al oído.
Otras de las causas son el uso de productos irritantes como espray o cosméticos, que se introducen en el oído. También cuando se acumulan los tapones de cerumen naturales.
En general las otitis, cuando se tratan a tiempo, suelen tener una buena recuperación con la ayuda de antibióticos. Por eso, cuando aparece dolor de oído, hay que acudir rápidamente al médico.
Sin embargo, cuando no se tratan y aparecen complicaciones existe el riesgo de desarrollar la denominada otitis externa que afecte a los cartílagos y huesos cercanos al conducto auditivo. En estos casos pasa a suponer una enfermedad grave.
Otitis del nadador
En el caso de los adultos y los jóvenes, las otitis son más frecuentes en verano, cuando se frecuentan las piscinas. Es la denominada otitis del nadador. En estas ocasiones, además de seguir un tratamiento normalmente con antibióticos de aplicación externa, hay que evitar los baños durante al menos una semana. O si nadamos pongámonos un sombrero para recordar que está prohibido sumergir la cabeza.
Así pues, ¡Buen verano y salud!