El citrato de magnesio es un ejemplo de complemento alimenticio con minerales para mejorar el bienestar. Normalmente una dieta equilibrada aporta los minerales que necesitamos para mantenernos sanos. Pero existen algunas situaciones en las que puede ser recomendable un aporte adicional a través de complementos alimenticios.
Los minerales desempeñan un papel crucial en la nutrición humana. Son elementos inorgánicos esenciales que el cuerpo necesita en cantidades variables para llevar a cabo una variedad de funciones importantes.
Citrato de magnesio
El citrato de magnesio es una forma de magnesio un tanto especial, al ofrecerse de manera conjunta con el ácido cítrico.
El magnesio es un mineral esencial que desempeña numerosos roles importantes en el cuerpo humano, incluida la función muscular, nerviosa y metabólica. El ácido cítrico por su parte, es un ácido orgánico que se encuentra naturalmente en frutas cítricas como limones, limas y naranjas.
La ventaja del magnesio cuando se ofrece en forma de citrato de magnesio es que se cree que facilita su absorción en el cuerpo humano. Esto ocurre debido a su solubilidad en agua y a su capacidad para disociarse en iones de magnesio y citrato en el tracto gastrointestinal. Por ello es utilizado como suplemento dietético para aumentar los niveles de magnesio en el cuerpo. Se puede encontrar en forma de polvo, tabletas o líquido, como es el caso de la marca Sunvit.
¿Cuándo tomar minerales?
Es importante tener en cuenta que la complementación de minerales debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud, ya que el exceso de ciertos minerales puede ser perjudicial y puede interactuar con medicamentos u otras condiciones médicas.
Aún así, existen situaciones en las que puede ser interesante este tipo de ayudas en la dieta. Especialmente cuando una persona no consume una dieta equilibrada. Esto puede ocurrir cuando se siguen dietas extremadamente restrictivas, como las dietas muy bajas en calorías o algunas dietas veganas que no están bien planificadas para incluir fuentes adecuadas de ciertos minerales, como el hierro y el calcio.
Además, en ciertas etapas de la vida, como durante el embarazo y la lactancia, o en períodos de crecimiento rápido, como la infancia y la adolescencia, las necesidades de ciertos minerales pueden aumentar. En estos casos, puede ser necesario aumentar la ingesta de minerales a través de la dieta o la suplementación para satisfacer las demandas del cuerpo en crecimiento.
Hay que incluir, asimismo, a personas con condiciones médicas específicas. Por ejemplo, personas con enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedades renales pueden tener dificultades para absorber ciertos minerales de los alimentos y pueden necesitar suplementos para compensar.
Alimentos que aportan minerales
Como hemos dicho ya, lo ideal es obtener los minerales que nuestro organismo necesita a través de una dieta saludable. Vamos a recordad aquí, una lista de alimentos que son ricos en algunos de los minerales más importantes para la salud:
- Magnesio:
- Frutos secos y semillas como almendras, nueces y semillas de calabaza.
- Legumbres como las lentejas y los fríjoles.
- Vegetales de hojas verdes como espinacas y acelgas.
- Granos enteros como la quinoa, la avena y el arroz integral.
- Pescados como el salmón y el bacalao.
- Chocolate negro.
- Calcio:
- Productos lácteos como leche, yogur y queso.
- Frutos secos y semillas como almendras y semillas de sésamo.
- Vegetales de hojas verdes como espinacas, acelgas y brócoli.
- Sardinas frescas o enlatadas.
- Tofu.
- Hierro:
- Carnes rojas como el bistec y el cordero.
- Aves de corral como el pollo y el pavo.
- Pescados y mariscos como el atún, las ostras y las almejas.
- Legumbres como las lentejas, los garbanzos y los fríjoles.
- Vegetales de hojas verdes como las espinacas y el kale.
- Cereales fortificados y panes integrales.
- Potasio:
- Plátanos.
- Patatas (especialmente con piel).
- Tomates y productos derivados del tomate.
- Espinacas y otras verduras de hojas verdes.
- Legumbres como las judías pintas y los garbanzos.
- Frutas cítricas como naranjas y pomelos.
- Productos lácteos como la leche y el yogur.
- Sodio:
- Alimentos procesados como productos enlatados, comidas congeladas y snacks salados.
- Panes y cereales procesados.
- Carnes procesadas como salchichas y embutidos.
- Quesos.
- Condimentos como la salsa de soja y la salsa de tomate.