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Cada primavera resurge el interés por la citronela por las picaduras de mosquitos, cuando suben las temperaturas. Hablamos de una planta aromática de origen en el continente indio, en concreto de la costa malabar y de Sri Lanka, aunque su cultivo se ha extendido a regiones tropicales africanas y americanas.
El interés principal proviene de que es un repelente natural de mosquitos. Su olor a limón, no gusta a estos molestos insectos y es más efectivo que si se usan otros aromas de cítricos. Así que veremos cómo hay que usarla para evitar picotazos y otros usos.
¿Para qué sirve la citronela?
Vamos a repasar los usos de la citronela, que resultan bastante variados. Algunos más adaptables a nuestro estilo de vida que otros.
Citronela, insecticida natural
Como hemos visto la citronela es especialmente conocida porque repele a los mosquitos sin tener que usar insecticidas industriales con base química. Por eso apenas tiene riesgo de provocar reacciones alérgicas cuando se aplica en forma de aceite sobre la piel, como a veces puede suceder con otro tipo de repelentes.
En cambio, la duración de la protección es más corta que con otros productos, después de tres o cuatro horas suele perder eficacia, por lo que sería necesario volver a aplicarla.
Una ventaja adicional es que tiene un efecto desinfectante, así que, si tenemos picaduras y nos hemos rascado la piel, ayuda a protegernos. Algo que es habitual en los más pequeños.
Uso medicinal
Pero, además, la medicina tradicional india y de otros países asiáticos la ha utilizado como medicamento ante dolencias muy variadas. La mayoría de estas propiedades han sido demostradas con evidencia científica.
De hecho, la citronela se usa como uno de los componentes de algunos fármacos como cremas y lociones que alivian por sus propiedades antiinflamatorias, el dolor muscular y articular. Así como para medicamentos para el tratamiento de infecciones fúngicas y bacterianas. Y parece que las infusiones, sin ser la solución prioritaria, ayudarían frente a la gastritis por sus propiedades antibacterianas.
Resulta más dudoso su uso frente a la artritis, o para hacer frente a la ansiedad y el insomnio. En estos casos no existe suficiente evidencia científica que lo respalde.
Uso en alimentación
Otro uso en la India y el sudeste asiático es como condimento para aromatizar, tanto alimentos, infusiones como otras bebidas. Es posible que se nos haya propuesto en algún restaurante de la sabrosa cocina hindú.
Las infusiones de citronela están hechas a partir de extractos de hojas frescas o secas de la planta. Se usa por su sabor aromático y se le atribuyen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. En la medicina tradicional asiática se cree que alivia el dolor de cabeza y la fiebre. También que facilita la digestión y protege frente a trastornos digestivos como la gastritis y las úlceras gástricas. Aunque como hemos comentado, no existe suficiente evidencia sobre esto. Eso sí, forma parte de las infusiones que relajan y ayudan a dormir.
Si pensamos en el uso puramente gastronómico, más allá del exotismo del ingrediente, nos quedamos con el limón de producción local. Quizás por estar acostumbrados al mismo, nos parece más fresco y natural. Aporta ese contrapunto de acidez que casa bien con fritos de pescado, arroz y otros guisos.
Uso en aromaterapia
La aromaterapia consiste en el uso de aceites esenciales extraídos de algunas plantas, que se usan para aplicarse en la piel a través de masajes. Este uso tradicional de la medicina se une a otros como la inhalación de los aromas o la inmersión en baños de agua con mezcla de aceites.
Aunque no exista una evidencia científica sólida que lo avale, es innegable al menos el efecto relajante y revitalizante que esta práctica supone.
En el caso del aceite de citronela, se le atribuye algunos de los usos ya comentados: relajante, alivia el dolor y es antiinflamatorio.