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Antes de que existiera la Coca Cola Zero, recuerdo los años de mi niñez y la ilusión que nos producía consumir en las noches de verano un vaso con hielo y refresco. Era algo excepcional para mi y mis hermanos y lo asociábamos a momentos felices, en los que disfrutábamos la libertad del pueblo y del contacto con una buena panda de amigos.
Hay que reconocer que Coca Cola ha sabido asociarse a esos buenos momentos de la niñez y juventud, pero también que posteriormente ha sido muy criticada. En primer lugar, por la gran cantidad de azúcar que aportaba en sus versiones originales. Pero ahora también por los aditivos, incluyendo los controvertidos edulcorantes, de las versiones sin azúcar.
Analizamos el contenido y damos algunas recomendaciones sobre su consumo.
Historia de Coca-Cola Zero
Desde la década de 1980 Coca-Cola Company comenzó a desarrollar una versión de Coca-Cola sin calorías puesto que empezaban a surgir críticas al contenido calórico que se derivaba de su contenido en azúcar.
Uno de los lanzamientos que realizaron fue Coca Cola Light, con uso de edulcorantes pero que tenía el inconveniente de alejarse del sabor del producto original. Por eso, después de años de investigación y desarrollo, Coca-Cola lanzó por primera vez Coca-Cola Zero en 2005 en los Estados Unidos. Se utilizó una fórmula que combinaba nuevos edulcorantes artificiales para lograr un sabor cercano al de la Coca-Cola original. Posteriormente se lanzó en Europa.
El producto tuvo un gran éxito en el mercado, especialmente entre los consumidores que deseaban disfrutar del sabor de Coca-Cola, pero sin el contenido de azúcar y calorías. La bebida se expandió rápidamente a nivel internacional y se convirtió en una opción popular en muchos países.
Una de las claves de su éxito fueron sus icónicas campañas publicitarias para promover su sabor y posicionarse como una opción sin azúcar y sin calorías.
Coca Cola Zero Azúcar calorías
El análisis nutricional nos muestra que más del 99,5% del contenido de este refresco es agua. No aporta ni grasas, ni carbohidratos, tampoco azúcar, ni proteínas. Tan solo 0,02 gramos de sal, lo que equivale a 0,07 gramos en un envase de 330 mililitros, que sería la ración típica.
Con este balance nutricional, podemos estar por tanto tranquilos respecto a que no engorda en absoluto, tan solo aporta 1 kilocaloría por 330 ml.
Muy diferente a la Coca Cola regular, cuyo envase de 330 mililitros contiene 35 gramos de azúcar ¡superior a la recomendación de consumo diario de azúcar añadido de la OMS! Y que se traducen en 139 kilo-calorías.
Ingredientes y aditivos
Desafortunadamente cuando vemos la lista de ingredientes de este refresco vemos que como casi todos los otros productos de su categoría las cosas no son tan claras. De hecho, entra de lleno en la definición de alimentos ultraprocesados que hace la OMS, por la larga lista de aditivos e ingredientes aparte de agua carbonatada:
- Colorante E-150d. Se obtiene a partir del proceso de caramelización de algunos carbohidratos como el maíz o el trigo. Se usa en numerosas bebidas y alimentos procesados. Está considerado como un producto de toxicidad media. Existe controversia a lo largo de los últimos años sobre riesgos en la salud cuando se acumula un exceso de consumo a lo largo del tiempo. De hecho se ha especulado que en algunos casos podría resultar cancerígeno.
- Edulcorantes: ciclamato sódico, acesulfamo K y aspartamo. La OMS ha causado un gran revuelo en 2023 con sus nuevas recomendaciones sobre el consumo de edulcorantes que afectan de lleno a productos como Coca Cola Zero. La directriz parte de una revisión sistemática de la evidencia científica disponible. Y evidencia que el uso habitual de edulcorantes no sirve a largo plazo para reducir la grasa corporal. Pero lo que es peor, sugiere posibles efectos indeseables a largo plazo, como un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2, problemas cardiovasculares y otras enfermedades.
- Acidulante ácido fosfórico, sirve para dar ese punto de acidez que recuerda a los cítricos. El problema es de nuevo que se usa en gran cantidad de bebidas y alimentos industriales. La acumulación puede provocar problemas digestivos e hiperactividad. A largo plazo puede afectar al equilibrio del calcio y fósforo en el organismo.
- Aromas naturales incluyendo cafeína.
- Corrector de acidez: citratos de sodio. Son menos controvertidos, si bien un exceso de consumo podría afectar a la salud dental.
- Finalmente contiene una fuente de fenilalanina. No parece que cantidades pequeñas de este aminoácido supongan un problema.
Por supuesto Coca Cola cumple con toda la normativa europea de alimentación y las dosis máximas que se pueden usar de estos aditivos. El problema surge del consumo habitual de este tipo de productos, sumado a dietas en las que abundan los alimentos procesados.
¿Es cara la Coca Cola Zero?
Hay que reconocer que esta marca ha sabido construir una imagen que evoca buenos momentos y sensaciones agradables. Ese es el poder del marketing y de la comunicación, que tan bien domina este fabricante tan reconocido internacionalmente.
Pero eso se refleja también, en el increíble precio del producto. Recordemos que más del 99% del contenido es agua. Nos hemos fijado en los precios que reflejaba el corte inglés para distintos envases de Coca Cola Zero en mayo 2023. Veamos algunos de los envases más populares:
- Coca Cola Zero lata de 33 mililitros, típico envase de consumo individual. Precio 0,85 € por lata, equivalente a 2,58 € / Litro.
- Botella de 1,25 litros. Precio 1,49 € por unidad, equivalente a 1,19 € / Litro.
- Botella de 2 litros, formato familiar. Precio 2,19 € por unidad, equivalente a 1,10 € / Litro.
Sabiendo que una botella de agua mineral cuesta en promedio entre 0,30 y 0,50 € por litro equivalente, no cabe más comentarios sobre el precio del producto.
Conclusión
Coca Cola Zero Azúcar es una alternativa que no engorda y que evita el problema del alto consumo de azúcar que aporta una Coca Cola regular. Sin embargo, algunos de sus aditivos son controvertidos e incluyen los cuestionados edulcorantes artificiales.
Por tanto se debe consumir con moderación, especialmente por las personas que consumen alimentos precocinados y envasados, ya que este tipo de dieta provoca una acumulación de consumo de aditivos peligrosos para la salud.