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En mi vida de urbanita, ha habido una constante que me ha permitido entender los beneficios de conectar con la naturaleza. Hace unos 40 años, siendo un adolescente, mi padre compró un gran terreno en el campo y poco a poco construyó un gran jardín y una casa de pueblo. Todos los años, sobre todo al principio, hemos plantado árboles, arbustos, plantas de temporada. Hemos podado, regado, retirado, sustituido y cuidado las plantas. Con el tiempo se ha formado una gran arboleda, enormes sombras y rincones donde disfrutar de los calurosos veranos andaluces. Allí hemos sido felices en vacaciones y la familia ha crecido a lo largo de tres generaciones.
Sirve este ejemplo para ilustrar la importancia de conectar con la naturaleza, especialmente para ese 50% de la población mundial que es urbana. En este post hablaremos de los beneficios de pasar tiempo en los bosques y del concepto japonés shirin-yoku, que resume perfectamente esa actividad.
¿Qué es el Shinrin-yoku?
En la cultura japonesa, como en la china, se otorga mucha importancia al cuidado de la salud desde la prevención. Se asimilan hábitos que la experiencia o la ciencia asocian con beneficios para la salud. Desde una manera de comer, a actividades físicas, mentales y sociales o cualquier otra iniciativa, como es el Shinrin yoku.
Literalmente significa “baño de bosque”. Es un concepto relativamente moderno, puesto que fue iniciado en 1982 por la Agencia Forestal japonesa. Aunque eso sí, se inspira en tradiciones ancestrales que provienen del budismo y el sintoísmo. Se otorga el mérito de su puesta en marcha a su director de la época, Akiyama Tomohide.
Hoy en día hay una amplia infraestructura con más de 65 centros oficiales repartidos por la geografía japonesa. Así más de 3 millones de personas anualmente, con diagnósticos de hipertensión y estrés, disfrutan de sesiones guiadas por los bosques. Para medir el efecto, se les mide sistemáticamente varios parámetros de salud cardiovascular y mental, antes y después de esta actividad. Esto ha permitido crear una gran base de datos y comprobar los beneficios concretos del Shinrin yoku.
Disfrute de los cinco sentidos
Podríamos asimilarlo a la promoción occidental del senderismo y de las grandes reservas naturales. Pero con una ambición mayor de conectar con la naturaleza. Se trabaja la consciencia de disfrutar con los cinco sentidos, de lo que es una inmersión en un bosque.
- La visión. El disfrute de todas las tonalidades de un bosque, de los cambios de luz según avanza la jornada.
- Los olores. El gran despliegue olfativo de flores, tierra mojada, resinas, hojas. La naturaleza utiliza olores como mensajeros y los hombres de otra época estaban habituados a descifrarlos
- Los sonidos. De nuevo una gran variedad de sonidos naturales, desde las ramas de los árboles cuando se pisan, hasta los trinos de pájaros.
- El tacto de la naturaleza. Desde la suavidad de tocar unas hojas hasta sentir la textura terrosa o arenosa del suelo.
- El gusto de los pequeños frutos, de una ramita en la boca, con los que podemos en el camino.
Esta descripción un tanto alegórica de lo que podemos encontrar en un bosque, sirve para mostrar el gran estímulo de pasear en la naturaleza, cuando estamos centrados el lugar y el momento. De manera natural nos conecta con nuestro yo más profundo, igual que hacen las sesiones de meditación o midfulnes.
Beneficios de conectar con la naturaleza
La investigación llevada a cabo por la Agencia Forestal japonesa demuestra una serie de beneficios para la salud, gracias a la terapia en los bosques.
Beneficios físicos
- Disminución del ritmo cardiaco y de la presión sanguínea.
- Reduce
- Mejora del sistema inmune en general, y en concreto incremento en el número de células natural killer NK.
- Incremento en la producción de proteínas anticáncer.
- Facilita un estado de mayor vitalidad y vigor.
- Mejora el estado físico general.
- Se genera vitamina D, aunque caminemos a la sombra.
Beneficios mentales
- Reducción de la segregación de cortisona, generadora de estados de ansiedad y estrés.
- Incremento de la actividad del sistema parasimpático a la vez que inhibe el simpático. El efecto es una sensación de bienestar.
- Percepción de un mejor estado de humor.
- Mejoras en estados depresivos, de fatiga, de malestar y de confusión personal.
- Aumenta la resistencia subjetiva al dolor.