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Normalmente un implante dental es una intervención que se desarrolla sin problemas, cuando está en manos de buenos profesionales. Afortunadamente la odontología ha progresado de manera acelerada en los últimos años. No obstante, hay riesgos y posibles reacciones que hay que conocer para vigilar. Hablaremos de lo que es normal y lo que no, en los días que siguen.
Vamos a aprovechar asimismo para hablar de la clínica dental Marta Vallés de Torrevieja. Un centro de referencia en la provincia de Alicante. La doctora Marta Vallés, que dirige este centro, nos ha ayudado a preparar algunas recomendaciones para las personas a las que se va a realizar un implante dental.
¿Qué es un implante dental?
Se trata de una cirugía poco invasiva y con anestesia local, para colocar una pieza sustitutiva y reponer tanto dientes como muelas que hayamos perdido. O bien que se hayan degradado fuertemente a causa de una caries, un traumatismo o una enfermedad periodontal.
Durante la cirugía se realiza una pequeña incisión en las encías para atornillar el implante en el hueso de la mandíbula, ya sea inferior o superior. Esta es la manera de asegurarse que la pieza se adapte perfectamente a la funcionalidad de los dientes y muelas, sin riesgo de que se desprenda.
¿Qué sensaciones se tienen tras la intervención?
La doctora Vallés nos hace referencia a su artículo del blog sobre este asunto. La mayoría de los intervenidos sufre molestias leves, incluso menos graves de lo que se tiene a pensar.
Resulta normal una pequeña inflamación y tener la típica molestia de una herida en la boca, con algo de dolor, durante un par de días. También entra dentro de lo posible, la aparición de un leve hematoma en la cara, que desaparecerá al poco. Un buen número de personas sufren un breve episodio de febrícula, otra reacción normal del organismo.
¿Cómo cuidarse tras un implante dental?
Puesto que los tejidos de la boca se hayan muy sensibles, no hay que cepillarse los dientes, ni enjuagarse durante las primeras 24 horas. A partir del segundo día podemos usar un cepillo de cerdas suaves para retomar la higiene bucal. También es el momento de realizar enjuagues con un colutorio desinfectante, como la clorhexidina. O incluso con agua salada o agua con manzanilla.
Tampoco es recomendable realizar ejercicio físico intenso, ni deporte, en las primeras 24 a 48 horas. El organismo puede estar algo debilitado y se debe evitar el riesgo de una contusión.
En cuanto a la dieta a seguir, debemos optar por alimentos blandos y fríos, al menos durante la primera jornada, para no tensionar la zona y ayudar a reducir la inflamación. Por ejemplo, es el momento de aprovechar para tomar un buen helado.
Poco a poco, cada uno según el ritmo que le marquen sus sensaciones, puede incorporar alimentos más consistentes.
¿Qué pasa si se hincha la cara?
Una cierta inflamación es normal, depende de la reacción del organismo y del grado de la intervención. Esta es más invasiva si por ejemplo, requiere un injerto de hueso o una elevación de seno maxilar. Aquí cabe esperar una mayor inflamación del rostro.
Los medicamentos que nos pueden ayudar en estos momentos son los analgésicos y antinflamatorios, que el odontólogo nos recetará. Otro consejo es aplicar un paño frío en la zona afectada.
Con todo, tras 6 o 7 días debe de desaparecer y recuperaremos nuestra fisonomía normal. Si no fuera el caso, conviene acudir a una visita de control en el centro donde haya sido operado.
¿Se puede dormir una parte del labio tras un implante dental?
La mayoría no le pasa, pero entra dentro de lo posible. Tenemos que recordar que existen nervios que llegan hasta los dientes y que pueden influir en la sensibilidad de los labios, la lengua y la boca en su conjunto. Por eso es posible que una inflamación presione ligeramente algún nervio.
Pero en pocos días se suele volver a recuperar la sensibilidad.
¿En qué otros casos hay que acudir a la clínica dental?
Se debe acudir si se produce una infección bucal. Es raro cuando nos aplicamos los tratamientos que nos hayan recetado, pero puede pasar. Los síntomas son la persistencia del dolor e incluso la aparición de fiebre durante varios días. También una supuración blanquecina en la herida. Mal sabor y aliento.
Los protocolos de los centros profesionales, incluyen unas revisiones periódicas para vigilar este riesgo, pero si observamos los síntomas anteriores, debemos acudir de inmediato.
Otra situación que requiere un chequeo es si sentimos que el implante no está perfectamente encajado. Si se mueve al comer.
Con todo, los beneficios de recuperar la funcionalidad y la estética del sistema dentario, supera con creces los riesgos medidos de esta intervención.