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En este artículo vamos a hablar sobre la convulsión febril infantil y el uso de diazepam para este tipo de trastorno, normalmente de tipo transitorio. Diazepam necesita receta médica, ya que puede tener efectos secundarios. Se utiliza por sus beneficios sedantes, relajantes musculares y anticonvulsionantes.
¿A quién afecta la convulsión febril infantil?
La convulsión febril infantil es un cuadro relativamente frecuente, muy alarmante, y que asusta a los padres y los aturde en su gestión de estas crisis. En este sentido hay que decir que afortunadamente, en un 95% de los casos carece de gravedad clínica.
Afecta con más frecuencia a niños y niñas entre 6 y 16 meses, aunque puede presentarse hasta los cinco años. En edades de mayores de 5 años es extremadamente raraa su presentación.
Hay un factor de riesgo familiar, de modo que es más frecuente en niños y niñas que sus padres y ascendientes ya sufrieron un cuadro de convulsión febril infantil.
Y otro factor de riesgo, en algunos casos, es la convulsión febril que se produce después de una vacunación infantil.
En este cuadro son siempre los padres y familiares quienes acuden al médico, y no el médico al domicilio del niño. Como veremos, en función del diagnóstico, se puede tratar con diazepam.
¿Qué es una convulsión febril?
Es una convulsión, es decir una contracción súbita de toda la musculatura que se produce por un cuadro febril de más de 38,5º C.
Junto a esa contracción de la musculatura, a veces, el niño o la niña se puede sentir aturdida o incluso perder el conocimiento, poner los ojos en blanco, y tener dificultad respiratoria puesto que se afectan y se contraen los dos músculos diafragmáticos y afecta a la respiración.
Y siempre se presentan contracciones, como sacudidas que afectan sobre todo a brazos y piernas. Dura de 1 a 4 minutos, incluso hasta 15minutos en casos excepcionales.
En algunos casos el cuadro se presenta con incontinencia de esfínteres (sobre todo por orina involuntaria), o aparece rigidez de nuca, más vómitos y mucha dificultad respiratoria. Entonces hay que acudir a urgencias, para descartar el origen neurológico de esta reacción. Para descartad una epilepsia.
La causa de convulsión febril infantil es una infección normalmente vírica.
Actuación de los padres
Podemos entender que esta reacción es tan alarmante que los padres no suelen mantener la calma. Es difícil gestionar una crisis de este tipo, pero es conveniente intentar estar tranquilos y reaccionar con los siguientes primeros cuidados.
- Colocar al pequeño tumbado en una superficie relativamente dura. Por ejemplo, sobre una alfombra.
- Ponerlo en posición de seguridad, tumbado de lateral izquierdo.
- Hidratarlo y aplicarle compresas de agua fría.
- El médico nos ayudará con un tratamiento. Normalmente hay que aliviar la infección con antifebriles (alternar dosis de paracetamol e ibuprofeno)
Visita a urgencias y diazepam
Normalmente cuando los padres acuden a urgencias, los sanitarios de guardia procedemos a un primer examen para identificar el problema. Colocamos al niño en posición de seguridad, e importante, tranquilizamos a los padres, que pueden llegar a acudir con una gran ansiedad.
Continuamos midiendo todas las constantes biológicas, y si se alarga el cuadro más de 5 minutos o nos encontramos contracciones muy profundas ponemos un pequeño enema rectal de diazepam. Este sirve para producir una relajación y depresión del Sistema Nervioso Central, lo que es suficiente en el 99% casos.
En definitiva, un cuadro muy alarmante, pero sin gran significado clínico ni excesiva gravedad. Y que no debe de afectar al crecimiento y desarrollo del niño.
Es básico mantener la calma de parte de los padres, para que puedan actuar con coherencia.
El próximo día hablaremos de una convulsión diferente, de origen neurológico, que sí tiene importancia clínica grave: la crisis epiléptica.