El crecimiento de los niños es un tema que preocupa a algunos padres. La hormona del crecimiento (HGH o simplemente GH) juega un rol importante en este proceso. Ante dudas sobre el desarrollo de los hijos se recomienda acudir a un médico pediatra endocrino, que es el experto en la materia.
Es importante saber que los factores genéticos son los más influyentes sobre la talla: de padres bajitos suelen surgir hijos de talla media y de padres altos se puede esperar hijos grandes. Pero también puede haber factores hormonales y del entorno que entren en juego y afecten a un proceso de crecimiento normal.
¿Qué hormonas influyen en el crecimiento?
La hormona del crecimiento (HGH) es la más importante para conseguir la talla potencial de niños, adolescentes y jóvenes. Producida por la glándula pituitaria, que se sitúa en el cerebro, está encargada de estimular el crecimiento de huesos, músculos y otros tejidos. Y lo hace actuando directamente sobre el crecimiento de las placas de crecimiento en los huesos largos.
Hormona del crecimiento: antes y después
Hay que saber que algunas enfermedades y trastornos pueden impedir que la HGH se secrete de manera adecuada durante la infancia. Afortunadamente la ciencia ha elaborado una versión sintética de la misma que se llama somatropina.
Existe un antes y un después cuando se somete a los niños a un tratamiento que palie la deficiencia de la hormona del crecimiento. Ahora bien, debe estar supervisado por un endocrino que evalúe la verdadera causa de esa deficiencia. El uso inadecuado de esta hormona puede ocasionar riesgos y efectos secundarios no deseados en la salud.
Además, en ocasiones son otras las hormonas que explican un déficit de crecimiento. Por ejemplo, las hormonas tiroideas (T3 y T4) que son secretadas por la glándula tiroides. O la insulina. Además de su papel en el control del azúcar en la sangre, favorece el crecimiento celular y la acumulación de reservas energéticas.
¿Cuánto se crece con la hormona del crecimiento?
El efecto en la talla depende de múltiples factores. Desde la edad en que se aplique, hasta la duración del tratamiento y otras condiciones de salud y del entorno pueden afectar. En cualquier caso, se estima que pueden ser varios centímetros de diferencia los que se pueden conseguir.
Hábitos saludables para crecer
Es importante saber que existen hábitos que influyen claramente en el crecimiento de los niños, así como en su salud en general.
El más importante es conseguir un patrón de sueño adecuado. Y es que se sabe que la hormona del crecimiento se libera principalmente mientras dormimos, especialmente en las fases profundas del sueño. Dormir bien, tanto en calidad como en cantidad, es por tanto crucial para la producción de GH.
Una dieta sana y equilibrada es otro factor importante para crecer. Una alimentación rica en nutrientes, especialmente proteínas, vitaminas (como la vitamina D) y minerales (como calcio, zinc y magnesio) contribuye al estirón de la adolescencia.
Además, hay otros hábitos que ayudan:
- El ejercicio físico estimula la liberación de la hormona del crecimiento. El deporte regular en los más pequeños promueve un equilibrio hormonal saludable.
- Evitar el estrés crónico ya que provoca la liberación de cortisol, una hormona que puede inhibir la secreción de GH. Nuestros hijos deben crecer en un ambiente de tranquilidad y seguridad.
- Mantener un peso corporal saludable. El sobrepeso, y especialmente la obesidad, puede alterar la producción de GH.
- Evitar hábitos nocivos. Aunque resulte obvio, es importante ser conscientes que, en la etapa juvenil, factores como el consumo de alcohol, fumar y el abuso de drogas afectan negativamente la producción hormonal.