Tabla de contenido
Buena parte de la población está familiarizada con la cristalmina. Y quizás haya oído hablar de la clorhexidina, su principio activo. En casa de cualquier familia con hijos, los desinfectantes forman parte del botiquín habitual, también en los hogares de deportistas y de personas que realizan actividades al aire libre. Conviene tenerlo presente si partimos de vacaciones con la familia.
En este post te hablamos de la cristalmina, uno de los desinfectantes más populares y que no necesita receta.
¿Qué es la Cristalmina?
La cristalmina 10 mg/ml es un medicamento antiséptico para uso externo y que sirve para desinfectar pequeñas heridas en la piel. Siendo un fármaco, siempre debe leerse el prospecto informativo y consultar a un médico si surgen problemas tras su aplicación.
Como curiosidad, muchos padres entran en contacto con este producto al nacer sus hijos. Se trata de un antiséptico habitualmente utilizado por los sanitarios, para limpiar el ombligo de los recién nacidos.
Existen otros muchos otros antisépticos conocidos, por ejemplo el Betadine. La principal ventaja de la cristalmina es que es más cómoda de utilizar con los pequeños. No mancha la ropa, es menos llamativa en la piel y no pica. Aunque mejor evitar lavar con lejía la ropa que ha estado expuesta a cristalmina, para que no se produzcan manchas, mejor utilizar detergentes clásicos (basados en perborato sódico).
Clorhexidina, ¿qué es?
El digluconato de clorhexidina es el principio activo más importante de cristalmina. Tiene una efectividad rápida, actuando a los pocos segundos y permaneciendo en la piel durante algunas horas.
La Organización Mundial de la Salud lo considera como un medicamento esencial por su amplia utilidad.
También tiene otras aplicaciones, como la odontología, para realizar enjuagues bucales antisépticos. Resulta muy eficaz para inhibir el desarrollo bacterianos de las placas dentales.
¿En qué situaciones se puede usar Cristalmina?
A continuación, explicamos cómo proceder para limpiar pequeñas heridas antes de utilizar el antiséptico. Debemos ser delicados, sobre todo cuando tratamos a los más pequeños, tranquilizarles y explicarles lo que vamos a hacer.
- Lo primero es lavarse cuidadosamente las manos antes de tocar la piel dañada. Se puede usar un jabón normal o un gel con alcohol.
- Se procede a limpiar la herida con agua limpia o con un limpiador antiséptico.
- Secamos con suavidad alrededor de la herida.
- Aplicamos la cristalmina u otra crema antiséptica similar, para asegurarnos de eliminar la presencia de gérmenes en la piel.
Otros tipos de heridas en las que conviene utilizar Cristalmina son los siguientes:
- Rozaduras producidas en los pies, especialmente si la piel se erosiona.
- Pequeñas quemaduras, tras aplicar previamente abundante agua fresca.
- Rascaduras de picaduras de insectos, también si se produce una inflamación de la piel.
- Mordeduras o arañazos de perros, gatos y otros animales domésticos.
- Pequeñas erosiones producidas por pendientes y piercings.
- Irritaciones en la piel tras un tratamiento depilatorio.
Limitaciones y precauciones
Ante cualquier duda o problema en su aplicación, debemos acudir a un médico o sanitario, que nos oriente.
En todo caso aquí te recordamos algunas limitaciones a tener en cuenta en el uso:
- No se debe utilizar si la herida es muy profunda, extensa y sangra abundantemente. En estos casos hay que acudir a un centro de salud.
- No es necesariamente el desinfectante a utilizar frente al Covid-19. Lo, ideal para desinfectar las manos frente a este patógeno, es utilizar jabón y agua de manera abundante en un lavado prolongado.
- Nunca ingerir y evitar el contacto con ojos y oídos.
- Usar con moderación con los niños, y consultar al médico si son menores de 30 meses. También si está embarazada o en período de lactancia.
Cristalmina spray y otros formatos
Los antisépticos como Cristalmina se utilizan en distintos formatos adaptados a la comodidad del usuario y a las distintas personas del hogar. Generalmente encontramos geles para aplicar con un ligero masaje, frascos de soluciones con aplicadores o spray y pulverizadores.
La ventaja del spray es la sencillez con que puede aplicar sobre la parte de la piel afectada.
Los tamaños más populares suelen ser los más pequeños de 25 ml o 30 ml, aunque también existen de 125 ml, 250 ml e incluso 500 ml.