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En este artículo te traemos una comida cuyo origen ya conocemos de sobra y se ha vuelto muy popular por occidente, el curry de verduras, que es una de las maneras más simples e interesantes de cocinarlo.
Uno de los efectos de la globalización se aprecia en las cada vez más cercanas cocinas de todo el mundo. Hoy en día, no hay capital europea en la que no falte una gran oferta de cultura culinaria; entre ellas se encuentra la infalible y amplia gama de comida asiática. Ésta es tan múltiple como distintos países y regiones tiene el continente. Así que, aunque la sintamos cerca, nos queda mucho por informarnos y culturizarnos. Por ello y por su increíble sabor, os hablamos de uno de los platos hindús más emblemáticos: el curry de verduras.
¿Qué es el curry?
Muchos somos los que cuando decimos que vamos a cocinar “un curry”, nos referimos a un plato de comida denso, de cuchara y con acompañante (arroz, quinoa, cuscús, etc.). Porque el curry en sí, lo solemos encasillar en la categoría de las especias, tal y como lo solemos encontrar en los supermercados mainstream. Se nos rompen las casillas si vamos a un auténtico mercado hindú y vemos que el curry se vende mayormente en forma de pasta. O si vamos a la India y preguntamos por curry, nos traen unas hojas. Entonces, ¿qué es realmente el curry?
Como no podría ser de otra manera, los nativos no se equivocan. El curry en realidad es un árbol; coloquialmente lo conocemos por “árbol del curry”, pero su nombre oficial es Murraya koenigii. De origen tropical, este árbol es de la familia de las Rutáceas. Su nombre hace referencia a su lugar de origen: la cordillera montañosa de Tian Shan – en la frontera entre China y Kazajstán -.
Historia del curry
La forma natural de consumir curry es extrayendo su rico sabor de las hojas, sin embargo, estás no mantienen su aroma y esencia por más de tres días. Es por eso que la conocemos molida. La élite de la ocupación británica se enamoró de su sabor. Y como nada se les podía resistir, decidieron molerlo en polvo e importarlo, con ayuda de la Compañía de las Indias Orientales. Como dato curioso, cabe decir que tal ha sido su éxito que dos pueblos en Reino Unido homenajean su descubrimiento: West Curry en el condado de Cornwall, y North Curry en Somerset.
Nos podemos imaginar que el curry que tenemos por Europa es algo alejado de la realidad. El extracto de las hojas, el original, consiste en una pasta pasada por mortero que, dependiendo de los ingredientes extra, se denomina de una forma u otra. Existe una gran variedad de distintas pastas en la India, que tiene en común las hojas del curry.
De la pasta a la salsa hay un salto. De hecho, curry viene de la palabra Kari – del idioma Tamil, uno que procede del sur del país – y significa salsa. Aunque los locales cuando hablan de Kari se refieren al plato final – acompañado de arroz – y no a la salsa en sí. Y se distingue de otro término: Tari, que se refiere a los platos de comida secos.
Tipos de curry como especia
Cabe decir que incluso molido, el condimento que llamamos curry también requiere de receta. La especia no trata de un 100% extracto de la hoja del árbol Murraya Koenigii, sino de la combinación con otro tipo de ingredientes que puede variar y conforman distintos tipos de curry. Entre los más conocidos tenemos los siguientes:
- El Curry Amarillo, tiene tal color por ser la cúrcuma su ingrediente principal. Es el más típico por Europa. Y y aunque el resto de ingredientes puede variar, su contenido clásico es el siguiente: cúrcuma, chile y jengibre molidos, semillas de mostaza, cilantro, hinojo y comino, y pimienta negra en grano. Se suele servir con carnes y pescados.
- El Curry Rojo, cuya apariencia no engaña, pues se caracteriza por ser picante. Es popular en la cocina tailandesa, y su elemento principal es la pasta de curry color rojo. Se suele servir con pescados.
- El Curry Verde, al igual que el anterior, es picante y especialmente común en Tailandia. Sus ingredientes principales responsables de su apariencia son: hojas de albahaca tailandesa y hojas de lima kaffir.
Beneficios del curry
No solo rico, pero bueno para la salud. El curry previene tanto la obesidad y diabetes tipo II, como las indigestiones o infecciones intestinales. Lo primero, al ser responsable de acelerar el metabolismo, y lo segundo por sus propiedades antisépticas intestinales. Además, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir ciertos tipos de cáncer.
Su principal componente, la cúrcuma, mejora sus beneficios nutricionales. Al tratarse de un antioxidante natural, puede combatir las molestias causada por los radicales libres en nuestras células. Su propiedad antiinflamatoria nos ayuda a controlar las inflamaciones indeseables del cuerpo, que aunque sean un mecanismos de defensa natural, pueden ser problemáticas si se alargan. Por consiguiente, también minimiza los síntomas de artritis.
Y por si no fuera poco, se ha comprobado que el curry retrasa el envejecimiento y previene el alzhéimer. Pues tanto el curry como la cúrcuma ayudan a la auto reparación del cerebro; previniendo así la propagación de placas amiloideas que desembocan en alzhéimer.
Receta de salsa de curry con verduras
Una vez acercados a la rica cultura culinaria del curry, vamos a proponer una forma exquisita de prepararlo. Aquí sí que nos referimos a la salsa como plato principal y acompañamiento, y no a la especia en sí. Probablemente existan tantas formas de prepararlo como cocinas en casas del mundo, aquí traemos la que personalmente llevo preparando un tiempo y ¡me encanta!
Ingredientes para tres personas:
- Una lata de leche de coco.
- Curry en especie.
- Curry en pasta.
- Pimentón picante.
- Un broccoli.
- Dos zanahorias.
- Una cebolla.
- Tres dientes de ajo.
- Un pimiento rojo o amarillo (o los dos).
- Champiñones.
- Medio Calabacín.
- Media berenjena.
- Sal y pimienta.
Preparación del curry con verduras
Su preparación es muy simple, lo único que vas a necesitar es tiempo. Cuanto más tiempo dejes que está combinación se cueza a fuego lento, mejor se asentarán los exquisitos sabores.
Coge una cazuela o sartén grande para la gran porción de comida que te va a salir. Echa un chorreón de aceite y una vez caliente añade toda la verdura ya cortada. No importa mucho en esta receta, pues se va a cocer todo a fuego lento, pero es bueno seguir un orden en el cocinado de alimentos a la sartén. Aunque no estrictamente, yo empezaría por echar primero todas las verduras menos el ajo y los champiñones (que necesitan menos tiempo de cocina). Dejamos que se “poche” la verdura por unos cinco minutos, removiendo ocasionalmente.
A continuación, añadimos la lata de crema/leche de coco, y la pasta y especia de curry. Las cantidades, sobre todo de pasta, varían según el número de comensales y la intensidad y gusto del cocinero. Si se ha emocionado mucho y/o la salsa era más picante de lo esperado, hay trucos para suavizarla; por ejemplo, añadiendo un poquito de leche o queso fresco que le dan un toque y textura estupendos. En este paso también añadimos el resto de especias: pimentón picante en polvo, pimienta y sal. Removemos y bajamos la temperatura, dejamos que se cueza a fuego lento, cuanto más tiempo mejor – aunque un mínimo de 40 minutos -.
La salsa se suele acompañar de arroz blanco o integral (más nutricional), aunque cualquier tipo de grano le podría venir bien: quinoa, cuscús, semillas, o incluso lentejas.
Y listo para degustar, con pollo, ternera … o simplemente curry con verduras y arroz.