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La depresión es una de las enfermedades con mayor prevalencia a nivel internacional. Aunque es dura de sobrellevar, tanto para el paciente como para su familia, tenemos la suerte de vivir en la época en que más recursos existen para tratarla. Deprax es uno de los fármacos que se utilizan para aliviar sus síntomas y recuperar una vida normal.
Aunque este tipo de tratamiento es efectivo, existen efectos secundarios por lo que solo puede ser consumido con receta médica. De hecho, los estados depresivos que se alargan en el tiempo exigen una visita clínica, bien a un psicólogo o a un psiquiatra que realice un diagnóstico y proponga un tratamiento. Es importante para la calidad de vida del paciente, pero también para aliviar el sufrimiento de la familia.
La depresión, una enfermedad histórica y global
La lectura de textos antiguos desvela la existencia de la depresión desde tiempos inmemoriales. Los griegos clásicos se referían a esta dolencia como melancolía. Una idealización dulce de un pasado al que no se podía regresar.
Nadie debe culpabilizarse por tener esta enfermedad, o porque la sufra algún familiar. Siempre ha existido este problema en la condición humana, que además afecta en mayor o menor medida a todas las culturas.
Según datos de la OMS, la depresión es un trastorno común que llega a afectar al 5% de la población mundial adulta. Afortunadamente existen especialistas clínicos que nos pueden ayudar y tratamientos eficaces para contrarrestarla, ya sea en su variante leve, moderada o grave.
Factores genéticos y ambientales de la depresión
Se calcula que alrededor del 40% de los cuadros depresivos se explican por factores genéticos. Es un indicador alto, que aconseja a los descendientes de personas con tendencias depresivas a adoptar hábitos preventivos que luego enumeraremos.
Entre los factores ambientales que pueden influir, tenemos:
- Acontecimientos personales con fuerte impacto emocional. Nos referimos a la pérdida de un ser querido, a un divorcio o un desamor, un traslado forzoso de país, a una pérdida económica o de empleo, etc.
- Aparición de enfermedades o problemas de salud graves. La manera de interpretar estos cambios son todo un reto, y un riesgo para sufrir una desestabilización emocional.
- Trastornos de la personalidad. Algunos rasgos de la personalidad hacen que determinadas personas tengan tendencia a interpretaciones más melancólicas de los avatares de la vida.
- Ciclo de vida y género. Por cuestiones personales diversas, existe una mayor tendencia hacia estados depresivos en personas mayores y entre las mujeres.
Prevención de la depresión
Existen una serie de hábitos saludables, que son interesantes incluso para las personas mentalmente sanas. Y especialmente pertinentes para aquellos con una cierta tendencia a la melancolía o a sufrir pequeños episodios depresivos.
Cada vez existe más evidencia que la salud es un concepto integral en el que se relacionan tanto la salud física como la mental. Y donde interviene:
- la alimentación. La nutrición con productos frescos abundantes como frutas y verduras, es un elemento clave para que el organismo disponga de los nutrientes que hacen funcionar correctamente el organismo, incluyendo el sistema nervioso. Y, al contrario, consumir alcohol de manera habitual, comer en base a platos preparados y congelados o abusar de excitantes, empeora los problemas de tipo mental.
- El descanso y el sueño de calidad. Es uno de los hechos que más influyen en las dolencias mentales. Por eso es importante establecer los hábitos que facilitan el dormir suficientes horas con calidad en el descanso.
- el ejercicio físico. Las personas que practican deporte de manera regular generan endorfinas o serotonina, un tipo de hormonas que facilitan la estabilidad mental, la desconexión y el sentimiento de bienestar.
- La actividad mental. Los ejercicios de potenciación de la concentración también ayudan a prevenir la depresión. El yoga, el mindfulness o la meditación para reducir las expectativas de la vida y facilitar la concentración en el disfrute del “aquí y ahora”.
- El contacto con la naturaleza, al menos 5 o 6 horas a la semana.
- Las relaciones sociales. Se sabe que una vida rica en intercambios sociales genera las conocidas como hormonas de la felicidad
- Los valores y una visión trascendente de la vida. Las personas con una visión trascendente de la vida tienen menos tendencia a sufrir, y no necesariamente con valores de tipo religioso. Incluso la creencia profunda en valores humanos y solidarios, que nos acostumbren a poner el foco en los demás y no en nosotros mismos, sirven de protección frente a los retos vitales que suelen provocar depresión.
¿Qué es Deprax?
Se trata de un fármaco del grupo de los antidepresivos. Se puede adquirir con receta médica para el tratamiento de episodios depresivos mayores, estados combinados de ansiedad y depresión, en ocasiones acompañados por situaciones de insomnio.
Para profundizar acudimos a su prospecto informativo, en concreto nos referimos a Deprax 100 mg, que contiene 91,1 mg de su principio activo, la trazodona. Además, su composición incluye una serie de excipientes detallados en el prospecto.
Se comercializa en envases que contienen blísteres con 30 o 60 comprimidos alargados y ranurados, con un color anaranjado-salmón. También existen envases más grandes, con 1000 comprimidos destinados a hospitales y centros clínicos. Se puede conservar a temperatura ambiente y siempre fuera del alcance y vista de los más pequeños.
Precauciones con su consumo
La enfermedad depresiva y el consumo de antidepresivos, especialmente por primera vez y durante las dos primeras semanas es delicado. Se aconseja que un familiar le lea el prospecto en detalle para estar alerta a efectos secundarios o reacciones adversas.
Existen algunos casos en los que no se puede consumir Deprax:
- Las personas alérgicas a la trazodona o a cualquier de sus excipientes. Estas alergias se manifiestan por reacciones en la piel, hinchazón en el rostro, labios, lengua o garganta.
- Los pacientes que hayan sufrido un infarto de miocardio reciente.
- Los consumidores habituales de alcohol.
- Quienes estés consumiendo fármacos para el insomnio.
- Menores de 18 años.
Además, se debe alertar al médico antes de comenzar el tratamiento, en las siguientes circunstancias:
- Si se sufren enfermedades importantes, por ejemplo, de corazón, riñón, hígado, hipertiroidismo, epilepsia, convulsiones, de orina, glaucoma, tensión baja, etc.
- Si se consume cualquier otro medicamento.
- Si se va a realizar un análisis de orina.
- Si se va a someter a una operación que exige anestesia.
- Mujeres embarazadas o con planes para estarlo. Asimismo, si se está ofreciendo lactancia materna.
- Pacientes con trastornos psicóticos o esquizofrenia.
Las personas de edad avanzada deben tener una precaución especial por sus posibles efectos secundarios.
Si se tienen pensamientos suicidad o de autolesión, se debe acudir urgentemente a un médico que valore la situación y el efecto del tratamiento.
Se debe tener especial precaución con la conducción o el manejo de maquinaria peligrosa.
¿Cómo tomar Deprax y posibles efectos secundarios?
Se debe respetar escrupulosamente las recomendaciones del psiquiatra sobre su posología. En caso de sobredosis hay que acudir urgentemente a un centro sanitario.
Entre los efectos secundarios posibles tenemos:
- Cansancio y somnolencia durante la jornada.
- Malestar general, mareos, náuseas y problemas digestivos. También pérdida de apetito.
- Sequedad o salivación excesiva en la boca, variación del gusto, nariz taponada.
- Sudoración excesiva.
- Alteraciones nerviosas, incluyendo dificultades para dormir.
- Hinchazón de brazos o piernas.
- Reacciones en la piel.
- Dolores musculares y en las articulaciones.
- Movimientos musculares involuntarios.
Se debe leer el prospecto en detalle para saber en qué casos hay que dejar el tratamiento y realizar una consulta médica.