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Hasta el final del siglo XIX, la mayor parte de la humanidad vivía en un sistema de creencias en el que se mezclaban tanto principio de sentido común, con supersticiones y miedos que nacían de la ignorancia. Las falsas terapias forman parte de ese mundo poco transparente, que se aprovecha de la ignorancia de las personas sobre temas complejos. Así, se proponen soluciones “alternativas”, “complementarias”, “naturales” o “milagrosas” para problemas de salud. En la mayoría de los casos buscando un beneficio económico y sin ningún rigor científico.
La reciente experiencia de la humanidad ante la pandemia de Covid-19, ha sido una prueba a la confianza en la ciencia médica. Hemos visto que la mayoría de la sociedad ha seguido las recomendaciones de las organizaciones como la OMS o los Sistemas de Salud Nacionales. Pero al mismo tiempo el movimiento negacionista e incluso conspiratorio, se ha dejado sentir e influir en grupos importantes de la sociedad.
Casos de falsas terapias
Cuando una persona o sus familiares se encuentran en una situación desesperada, existe la posibilidad de dejarse embaucar. Otras veces se aprovechan enfermedades mentales, para proponer tratamientos milagrosos, que tan solo tienen un efecto placebo.
Personalmente conozco el caso de una persona cercana, que víctima de cáncer acudió a una falsa terapia en un país de Europa del Este, en el que se le suministraban vitaminas. Por desgracia, esta persona falleció en los siguientes meses después de varios viajes y mucho dinero invertido en una falsa terapia. El cáncer y los supuestos complementos no avalados, son uno de los ejemplos de falsas terapias más graves. Sobre todo, cuando convencen al paciente para abandonar un tratamiento médico avalado por el Sistema Nacional de Salud.
Uno de los bulos más extendidos y graves es el del suplemento mineral milagroso, o SMM. Si tecleamos en Google, aparecen comercios y supuestas farmacias que lo ofrecen. Se trata de una solución de dióxido de cloro, Una falsa terapia frente al covid que tiene incluso riesgos pa para la salud.
La homeopatía es una de las disciplinas más controvertidas. Es paradigmático el caso de Francia, donde la Seguridad Social francesa ha financiado tratamientos de homeopatía hasta enero de 2021, cuando reconoció que faltaba suficiente evidencia científica para ampararlos. Más grave es que pretenda suplantar tratamientos clásicos de la medicina. Es tristemente famoso, un caso acontecido en Italia que llevó a la muerte a un niño de 7 años en 2019. El médico que le atendió decidió tratar una infección de otitis con homeopatía, renunciando a unos antibióticos.
A veces las falsas terapias se enmascaran en conceptos supuestamente científicos e incomprensibles, como “las frecuencias cuánticas” “biomagnetismo” o “terapia ortomolecular”.
Uno de los problemas de las falsas terapias es la proliferación del fenómeno conocido como infodemia. Es decir, la epidemia masiva de información incompleta, falsa, errada e incluso maliciosa, que a veces se difunde por los medios de comunicación y especialmente en las redes sociales, sin control.
¿Cómo identificar las falsas terapias?
Nuestro Sistema de Salud Pública, a pesar de sus limitaciones por falta de recursos, está considerado uno de los mejores del mundo. No es casualidad que España esté entre los 10 países del mundo con mayor esperanza de vida, incluso antes de la pandemia alcanzó el segundo puesto. El Sistema de Salud Pública tiene mucho que ver con esta buena noticia.
Un primer filtro pues, para detectar falsas terapias, es comprobar si el tratamiento que se nos propone está incluido entre los que ofrece la Seguridad Social. Si no es así, conviene desconfiar e informarse por expertos sanitarios.
Especialmente grave es el caso de los supuestos sanitarios, que ofrecen tratamientos sin estar acreditados como médicos o especialistas. O peor aún, haciéndose pasar por uno, lo cuál directamente es un acto ilegal y perseguible penalmente.
Si nos fijamos en los medicamentos, una manera de asegurarnos si están aprobados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) es comprobarlo en la base de datos CIMA. Su buscador permite identificar los medicamentos aprobados para tratamientos por su nombre comercial, por el principio activo o por el Código Nacional de Medicamento (CNM). Si no lo encontramos, hay que desconfiar del producto, o pensar que estamos ante un complemento nutricional. Desde Saludteca hemos abordado el tema de los complementos nutricionales, a menudo caros y que no son necesarios cuando se sigue una dieta equilibrada.
Manifiesto global contra las pseudoterapias
Hay muchas iniciativas para poner freno a las falsas terapias y a los bulos que tratan de engañar a los pacientes. Uno de los más conocidos es el manifiesto global contra las pseudoterapias de 2020.
Firmado por 2.750 médicos, sanitarios y expertos en salud europeos, es muy crítico con el vacío legal que permite la existencia de malas prácticas y estafas. Particularmente se habla de la homeopatía, de “tratamientos alternativos”, de acupuntura, reiki, la “Nueva Medicina Germánica”, el biomagnetismo, la iridología o la terapia ortomolecular, como ejemplos de falsos tratamientos frente a enfermedades, que pueden llevar a la muerte.
Según su criterio falta una norma más contundente que la directiva europea 2001/83/CE, que regula el uso de medicamentos en Europa. Hay que establecer una nueva normativa para perseguir la desinformación en temas de salud.
Y directamente nos recuerdan que las pseudociencias matan y que millones de europeos las utilizan, sin que haya evidencia científica que las sustente.