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Existen algunas enfermedades respiratorias y alergias que provocan una fuerte congestión de mucosidad, hasta el punto de incomodarnos y dificultar las tareas diarias. Fluidasa es un medicamento de tipo antihistamínico, que requiere receta médica, y que alivia esas situaciones.
En este artículo te hablaremos de las enfermedades y reacciones alérgicas que provocan las fuertes segregaciones de mocos. También de cómo actúa este fármaco facilitando la respiración, así como las precauciones a tener en cuenta cuando se consume.
Es importante igualmente saber que existen hábitos que facilitan la expulsión de la mucosidad, como el de beber frecuentemente agua. En este sentido lo ideal es tomar agua filtrada o de ósmosis, que se puede conseguir con pequeños aparatos domésticos como los que ofrece Aquainstala.
¿Para qué sirve Fluidasa?
Este fármaco sirve para tratar la broncoconstricción, que es un estrechamiento de las vías respiratorias como reacción ante una infección o una alergia. El mecanismo se activa al contraerse la musculatura que rodea los bronquios. La consecuencia es una dificultad al respirar y una sensación de ahogo. En ocasiones hay también una acumulación de mucosidad en los pulmones.
Específicamente se utiliza para las siguientes molestias y enfermedades:
- Las alergias respiratorias de cualquier origen que desencadenan tos y fuerte mucosidad.
- Bronquitis aguda o crónica. Puede durar semanas y es una inflamación de las vías aéreas normalmente provocada por un virus. En los casos graves provoca espasmos bronquiales que dificultan la respiración.
- Asma bronquial. Una inflamación crónica de los bronquios acompañada de pitos cuando se respira, disnea (sensación de falta de oxígeno), tos y presión en el pecho. Tiene varios orígenes de carácter alérgico, la pueden desencadenar el tabaco, la contaminación, los ácaros, el moho, etc.
- Otras enfermedades o lesiones pulmonares como las bronquiopatías obstructivas o en enfisema.
Es importante saber que este medicamento alivia las molestias respiratorias, pero no elimina la mucosidad, por lo que a veces se receta junto a un mucolítico. Por otro lado, aunque mejore la respiración, no cura el origen de la enfermedad o de la reacción del organismo.
¿Cómo actúa la mepifilina?
Aunque el fin de este fármaco es facilitar la respiración cuando tenemos una congestión pulmonar con mucosidad, no forma parte de los mucolíticos. Estamos en cambio, ante un antihistamínico que sirve para reducir la inflamación en las vías respiratorias.
Fluidasa contiene un principio activo llamado mepifilina, que actúa como broncodilatador. Lo que consigue es relajar la musculatura que presiona los bronquios, abriendo de nuevo las vías respiratorias.
La mepifilina se descompone en:
- Un antihistamínico llamado mepiramina. Funcionan bloqueando la actividad de la histamina, una sustancia que libera el organismo en los procesos reactivos.
- Una xantina llamada acefilinato. Las xantinas son sustancias químicas que se encuentran de forma natural en el té y que entre otros efectos son broncodilatadoras.
La acción combinada de ambos principios activos es bastante efectiva para la dilatación bronquial.
Fluidasa 5 mg/ml solución oral
Para profundizar en el uso de este medicamento nos apoyamos en su prospecto informativo, que conviene leer detenidamente antes de empezar el tratamiento.
La fórmula en solución oral se vende en farmacias en frascos con 250 mililitros de producto. El envase se debe conservar a temperaturas que no superen los 25 grados, y como todos los fármacos, fuera del alcance y vista de los niños.
Se compone de 5 mg de mepifilina, su principio activo, por cada mililitro de solución. Además, contiene una serie de excipientes, entre otros el sorbitol y la sacarina sódica.
¿Quién puede usarlo?
En principio está destinado a la población general incluyendo niños y ancianos, cada uno con la dosis adaptada a su peso o situación. En cambio, no deben usarlo los siguientes grupos de población:
- Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Avise a su médico de su situación ya que existen alternativas con menor riesgo para sus hijos.
- Los alérgicos a la mepifilina, a la fructosa (orbitol) o a cualquier de los otros componentes. En cambio, sí pueden usarlo los diabéticos.
- Las personas con una enfermedad diagnosticada de hígado.
- Los hombres con hipertrofia sintomática o retención urinaria. Tampoco si se tiene una obstrucción de la vejiga urinaria.
- Los pacientes de glaucoma de ángulo cerrado.
Precauciones y efectos adversos
Se debe evitar el consumo de alcohol, ya que potencia sus efectos.
Asimismo, tiene interacciones con algunos medicamentos como los antidepresivos anticolinérgicos. Hay que advertir al doctor de cualquier medicamento que podamos estar tomando para que descarte interacciones.
También hay que saber que, al ser un antihistamínico, los test de alergias se ven alterados al consumirlo.
En cuanto a sus posibles efectos son:
- Puede producir insomnio, así que si se nota un cansancio mayor del habitual no se aconseja conducir o utilizar maquinaria peligrosa.
- Mareos y sensación de confusión. Zumbidos en los oídos.
- Visión borrosa.
- Sensación de boca seca y molestias en el estómago.
- Reacciones en la piel como erupciones.
- Dificultad para orinar.
- Aceleración del rimo cardiaco.
El prospecto detalla otros posibles efectos menos frecuentes que los anteriores.
¿Cómo tomarlo?
Se deben seguir exactamente las dosis prescritas por el médico.
De manera general los adultos una o dos tomas de 15 mililitros cuatro veces al día.
Los niños a partir de cinco años dos o tres tomas de 5 ml, de tres a cuatro veces diarias. Los menores de cinco, tan solo una o dos tomas de 5 ml de nuevo tres o cuatro veces diarias.
Si se olvida de alguna toma, no debe doblar la siguiente ingesta, simplemente tomarla en ese momento y esperar a la siguiente vez que toque.
En caso de sobredosis accidental hay que acudir a un centro sanitario y observar si aparecen reacciones de cualquier tipo.