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Fortasec es un fármaco antidiarreico, que se suele utilizar frente a problemas de diarrea aguda ocasional. Es bastante efectivo, y actúa reduciendo los movimientos y secreciones intestinales, es decir, ralentizando la circulación en el intestino. De manera general, el nivel de absorción intestinal está relacionado con el tiempo de tránsito del bolo alimenticio, Por eso cuando se acelera sufrimos diarrea y cuando se ralentiza excesivamente, estreñimiento.
Es de venta libre en farmacias, sin que requiera receta médica. Eso sí, no lo deben de tomar los menores de 12 años. Además, hay que saber que, aunque bloquee el mecanismo mecánico que causa la diarrea, no cura las posibles infecciones que puedan causar estas molestias. Por eso, cuando una persona sufra episodios frecuentes de diarrea, o además tiene otros síntomas de enfermedad, debe acudir a un médico para identificar las causas. Ya sea, por ejemplo, un síndrome de colon irritable o cualquier alergia alimenticia. Y si el causante fuera una infección bacteriana, de hecho, es preferible no consumir antidiarreicos, ni bloquear la expulsión de alimentos y fluidos. También es frecuente sufrirla cuando se viaja y atrapamos una infección, nuevamente hay que averiguar su causante para descartar una infección peligrosa.
El principio activo de fortasec es la loperamida hidrocloruro. Fue descubierta en 1969 y su uso está muy extendido a nivel internacional.
Loperamida hidrocloruro
Este principio activo se comercializa en España bajo diferentes marcas comerciales: Fortasec, Diarfin, Loperan, Elissan y Salvacolina entre otros. También existen genéricos que la ofrecen.
En cuanto a las presentaciones existe en forma de comprimidos masticables y liofilizados, gotas y cápsulas.
Actúa poniendo en marcha tres mecanismos:
Primero, adhiriéndose a la pared intestinal y por un proceso químico con receptores usados por el sistema nervioso, ralentiza los movimientos peristálticos del intestino.
Segundo, al permanecer los alimentos más tiempo en el intestino, favorece la absorción de agua y electrolitos. Así las heces son menos líquidas.
Tercero, mejora el tono del esfínter anal, el músculo que retiene las heces en el intestino grueso. Así la sensación de urgencia por ir al baño es menor.
Prevención de la diarrea
Existen personas con una propensión a sufrirla. La buena noticia es que existen hábitos que reducen el riesgo de sufrir estos problemas digestivos.
A veces la diarrea está relacionada con una cierta intolerancia a algunos alimentos. Dado que cada individuo puede tener una sensibilidad diferente, es importante detectar cuáles son los alimentos que la causan.
Si tienes frecuentes episodios, desde Saludteca te recomendamos que rellenes un diario anotando las comidas y los horarios de cada ocasión de consumo, incluyendo el picoteo. Aprovecha también para anotar otras actividades o eventos de tu día a día tales como sesiones de deporte, viajes, salidas a restaurantes, reuniones de trabajo estresantes, etc.
Las personas que sufren problemas de diarrea vinculada a una intolerancia alimentaria, normalmente van a identificar después de varias semanas las causas. Hay que recordar que una irritación intestinal se produce por la comida que se ingirió varias horas antes, o la noche anterior, no por la que hayamos ingerido de manera inmediata.
Otra cosa a recordar, es la necesidad de hidratarse y beber mucha agua, especialmente en los grupos de población más vulnerables como son niños y ancianos.
Diarrea y alimentos
Enumeramos una lista de los alimentos y bebidas que más frecuentemente pueden influir en la aparición o empeoramiento de la diarrea:
- Bebidas alcohólicas. Para las personas con un sistema digestivo delicado, están entre las primeras causantes de la diarrea. Actúan irritando la mucosa gástrica, dificultando el proceso de absorción de nutrientes, aumentando problemas de reflujo gastroesofágico, y aumentando la hinchazón, entre otros problemas digestivos. También altera el equilibrio de la flora intestinal. Por tanto, eliminemos esa falsa idea de que un chupito o una copita al final de una comida es digestiva.
- Café, té y bebidas excitantes. Se sabe que algunos de sus componentes, como la cafeína, puede favorecer estas molestias digestivas. En cambio, infusiones como la manzanilla pueden aliviarla ligeramente.
- Alimentos grasos y fritos. Las grasas son difíciles de digerir, exigen una gran actividad de jugos gástricos y enzimas. Cuando se tiene diarrea existe una irritabilidad en el intestino, por ello hay que evitar alimentos de este tipo.
- Condimentos picantes. Aunque se atribuyen algunos beneficios de salud a los picantes, contienen capsaicina, una sustancia irritante en el intestino evitar en nuestro caso.
- Edulcorantes artificiales. En muchos casos favorecen molestias gastrointestinales.
- Bebidas gaseosas o carbonatadas. Cuando tenemos el intestino irritado, no ayudan para nada y por el contrario pueden producir hinchazón y gases.
- Exceso de fibra a través de fruta y verdura. Aunque sabemos que la fibra cumple una función beneficiosa, cuando estamos sufriendo diarrea convienen reducirla. Y al contrario consumir alimentos que ralenticen el tránsito intestinal, como el arroz blanco.
- Cereales y derivados, por intolerancia al gluten en algunos grupos específicos de población.
- Lácteos, especialmente leche, por intolerancia a la lactosa. En todos estos productos existen alternativas sin lactosa que eliminan el problema, sin embargo, la población general no tiene por qué consumirlos.
Ejercicio físico y deporte
Cuando tenemos diarrea no debemos realizar ejercicio físico y menos intenso.
En cambio, como prevención, realizar ejercicio de manera regular es una manera de favorecer la salud intestinal, incluyendo un menor riesgo de sufrir este problema.
El estrés y la ansiedad
Un problema adicional para las personas con estrés crónico, es que pueden somatizar su sufrimiento con problemas digestivos incluyendo el que nos ocupa. Por eso hay que plantarse actividades que alivien esa ansiedad y que favorezcan la salud mental.
Viajes
Cuando viajamos, especialmente por destinos exóticos o en países emergentes, convienen extremas las medidas de higiene para reducir riesgos. Desde lavarse las manos antes de comer a evitar beber directamente del grifo. También debemos optar por alimentos bien cocinados frente a por ejemplo, carnes y pescados poco hechos o marisco.
¿Qué es fortasec?
Acudimos al prospecto informativo para entrar en más detalle sobre la utilización de este producto. En concreto nos fijaremos en Fortasec 2 mg. que se comercializa en cápsulas de gelatina duras, con color rojo oscuro, en paquetes que aportan 10 o 20 unidades. Se consumen tragándolas con un vaso de agua. Puede conservarse a temperatura ambiente hasta los 30C grados.
Aunque no requiera receta médica, no debemos olvidar que estamos ante un fármaco, por eso se debe guardar fuera del alcance y vista de los niños. Y su uso debe ser limitado ya que existe riesgo de efectos secundarios.
Se clasifica entre los antidiarreicos, que reducen los movimientos y secreciones intestinales. El principio activo es la loperamida hidrocloruro, conteniendo 2 miligramos cada cápsula.
Además, contiene una serie de excipientes, como son la lactosa monohidrato, talco (E-553b), estearato de magnesio (E-572) y dióxido de silicio coloidal (E-551). Y en el caso de la cápsula: gelatina, índigo carmín (E-132), eritrosina (E-127), dióxido de titanio (E-171), agua purificada y tinta negra.
Limitaciones en su uso
Los grupos de población que deben abstenerse de su uso son:
- Los menores de 12 años, salvo prescripción médica y en ningún caso en menores de dos años.
- Los alérgicos a cualquiera de sus componentes.
- Los pacientes de colitis ulcerosa.
- Si la diarrea aparece tras haber consumido antibióticos.
- Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia materna.
Se tiene que consultar al médico su idoneidad cuando se sufren enfermedades graves de hígado o de riñón. También cuando se toman otros medicamentos, incluyendo antibióticos.
También hay que suspender inmediatamente el tratamiento cuando basculemos hacia un estreñimiento. O si aparece una distensión abdominal u hinchazón.
Asimismo, hay que parar su administración y consultar un médico en estos casos:
- Cuando se diagnostique una infección por bacterias como la salmonella, la campylobacter o la shigella. Pensemos que en este caso la diarrea expulsa los patógenos, y al contrario si tomamos un antidiarreico, favorecemos que las bacterias se multipliquen en nuestro intestino.
- Si aparece fiebre por encima de 38 C grados.
- Si las heces aparecen manchadas de sangre.
- Tras dos días (48 horas) de tratamiento sin que se haya parado el episodio.
Efectos secundarios
Existen una serie de posibles efectos secundarios enumerados en el prospecto y que tienen que ver con alteraciones digestivas, problemas nerviosos, reacciones en la piel, dificultades respiratorias y retención urinaria.
¿Cómo tomarlo?
En el caso de adultos se recomienda comenzar con dos cápsulas (4 mg del principio activo) y posteriormente una cápsula tras cada nueva deposición diarreica. Sin ir más allá de 8 cápsulas diarias.
Los jóvenes de más de 12 años comienzan por una sola cápsula y siguen con otra tras cada episodio, con los siguientes límites:
- A partir de 27 kg, 4 cápsulas diarias
- A partir de 34 kg, 5 cápsulas diarias
- A partir de 40 kg, 6 cápsulas diarias
- A partir de 47 kg, 7 cápsulas diarias.
En todos los casos, se debe parar el consumo cuando la diarrea desaparezca y como mucho, tras dos días tomando el fármaco.