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Algunos lectores nos han preguntado para qué sirve la glucosamina. Se trata de personas con dolores de artrosis y otras dolencias de las articulaciones y que han visto este complemento en herbolarios, farmacias y en tiendas especializadas. En ocasiones combinado con condroitina, otro compuesto con propiedades similares.
Vamos pues a explicar qué es, para qué sirve y sobre todo qué dice la ciencia al respecto.
¿Qué es la glucosamina?
La glucosamina es un compuesto natural que se encuentra en el ser humano en el cartílago, el tejido que recubre y amortigua las articulaciones. Juega un papel esencial en su formación y reparación.
Desde un punto de vista químico, es una molécula de glucosa (un tipo de azúcar simple) y un grupo amino formado por átomos de nitrógeno. El organismo es capaz de sintetizar glucosamina de manera natural, aunque la producción disminuye con la edad.
En parte por esto, con el paso de los años, los cartílagos tienden a desgastarse, en el caso de las mujeres incluso a partir de los 50 años. Por eso la industria alimenticia y farmacéutica se han fijado que las conchas de mariscos y los cartílagos de algunos grandes peces (como el cartílago de tiburón) son una buena fuente de glucosamina. Es posible que hayas visto en el herbolario complementos de cartílago de tiburón que anteriormente hemos analizado y criticado por los problemas que conlleva.
¿Para qué sirve la glucosamina?
Tras ver en qué consiste podemos entender que tanto los fármacos como los complementos de glucosamina, se comercializan para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de quienes sufren problemas articulares, como la osteoartritis, artritis o artrosis.
Se ha comprobado que en algunos casos su ingesta consigue aliviar el dolor y la rigidez en las articulaciones. Más concretamente, se comercializan productos que hablan de estos beneficios:
- Ayudar a reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones.
- Mejorar la movilidad en personas con osteoartritis, especialmente en rodillas y caderas.
- Favorecer la producción y reparación del cartílago.
Evidencia científica
Hemos repasado la evidencia científica con relación a la glucosamina y aunque se utiliza tanto en fármacos como en complementos alimenticios, falta algo más de investigación. Los estudios sobre artrosis de manos o cadera son escasos. La mayoría se han centrado en artrosis de rodilla, en cuyo caso el beneficio observado es poco relevante.
En todo caso le corresponde a los médicos prescribir su uso. Se presenta en los medicamentos denominados antiinflamatorios y antirreumáticos no esteroideos. En estos casos se utiliza para aliviar los síntomas producidos por la artrosis leve a moderada.
En general es bien tolerada, aunque puede tener efectos secundarios leves, como náuseas o molestias estomacales, y no se recomienda en personas alérgicas a los mariscos.
Pero también encontramos glucosamina en forma de complementos nutricionales de libre acceso, con concentraciones algo menores de sulfato de glucosamina.
Complemento de otros tratamiento
Para terminar queremos insistir en la importancia de acudir a un médico en los casos en que aparezcan molestias en las articulaciones, especialmente en las personas mayores. La glucosamina puede usarse como complemento de los tratamientos convencionales, pero no es un tratamiento único o curativo para enfermedades articulares.
A diferencia de los analgésicos tradicionales, que ofrecen un alivio rápido pero temporal, los efectos de la glucosamina pueden tardar varias semanas o incluso meses en notarse. Se recomienda un uso regular para evaluar si brinda beneficios.
En resumen, la glucosamina puede ser una opción eficaz y natural para la salud articular en personas con osteoartritis leve a moderada. Aunque no es un tratamiento milagroso, su uso constante y supervisado puede ofrecer un alivio notable y mejorar la calidad de vida.
