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El hatha yoga es una de las variantes de yoga más extendidas en el mundo. Se caracteriza por la sucesión de asanas, una seria de movimientos y posturas que mejoran la elasticidad y firmeza muscular. Pero también trabaja el control de la respiración, para mejorar la focalización y el bienestar mental.
La civilización europea representa la cuna de la ciencia y del empirismo. Cuando el imperio británico se anexionó la India, los primeros occidentales ignoraron el yoga, como otros aspectos de las culturas orientales. Desde su perspectiva, la mejora de la salud solo se podía abordar desde los avances de la ciencia médica. El yoga y otras disciplinas como la meditación, se relacionaban con supercherías de pueblos poco desarrollados
Es cierto que la ciencia y las mejoras en salubridad y alimentación, han permitido durante el siglo XX el mayor aumento de esperanza de vida de la historia de la humanidad. Pero hace unos 40 o 50 años, que Occidente ha descubierto nuevas maneras de mejorar la salud que provienen de la sabiduría y tradición oriental. Existen muchas grietas en un modelo de vida que pone cada vez más su foco en el materialismo, la hiperactividad, la dispersión de tareas y la competencia extrema. Y que a la vez sufre aumentos alarmantes de enfermedades mentales y físicas.
La solución puede venir parcialmente de la enorme sabiduría acumulada en algunas civilizaciones orientales. Descubrimos que lejos de ser pueblos ignorantes, han atesorado un gran conocimiento sobre el equilibrio en la vida. El yoga es uno de esos conocimientos fabulosos, que permite desconectar, concentrarse y mejorar la capacidad física de una manera bastante simple.
Historia del yoga
El yoga es una práctica muy antigua y con fuerte arraigo en la India. En sánscrito (el idioma clásico de la India), yoga significa unión, o conexión. Esta es la idea que subyace, la conexión profunda con uno mismo y con el universo.
La investigación arqueológica e histórica remonta su origen al milenio anterior al nacimiento e Cristo. Los textos más importantes y antiguos son los famosos Yoga Sutra, textos fundacionales de esta disciplina. Su autor fue el religioso y sabio Patanjali, probablemente en el siglo III AC.
El yoga entronca perfectamente con el hinduismo, una de las religiones más antiguas. Quizás habría que hablar más bien de conjunto de religiones, sin profeta, ni instituciones organizadas. Con una serie de valores relacionados con el respeto a la naturaleza (es precursora del movimiento vegetariano), de la meditación (el yoga es uno de sus herramientas), la paciencia, la contemplación la tolerancia o el autocontrol.
Y también con el budismo, otra religión y principio filosófico, que surge en el norte de la India y que comparte una buena parte de valores con el hinduismo. También en este caso el yoga es un camino de mejora personal.
Principales escuelas de yoga
El yoga parte tradicionalmente de varias interpretaciones o escuelas filosóficas y regiosas. Siendo las más importantes:
- el Karma Yoga. Una interpretación religiosa en la que se busca la liberación del alma a través de las buenas acciones en la vida. Lo que se denomina el buen karma. La vida es un proceso de mejora en la que la reencarnación permite una evolución del alma hacia un camino de mejora personal. El yoga ayuda a la meditación y a la orientación hacia esas buenas acciones.
- El Raya Yoga, literalmente el yoga de los reyes. Se relaciona con los escritos del maestro Patanjali que buscan que la mente gobierne sobre el resto de órganos del cuerpo. Hace también referencia a ocho preceptos o leyes para guiar las vidas de los creyentes. Entre ellos principios como la no violencia, la sinceridad, o el no apego a las cosas materiales.
- El jñana yoga o gñana yoga. Quiere decir “sendero del conocimiento”, una evocadora definición. De nuevo nos encontramos con una serie de principios de renuncia a lo terrenal y de meditación para alcanzar un nivel de auto control y serenidad superiores.
¿Para qué sirve el yoga?
Más allá del sistema de creencias y religiosidad que abarca el yoga en la cultura hindú, este se plasma en una serie de ejercicios que tienen un efecto sobre la salud.
En un primer momento, desde Europa se pensó que el yoga era una disciplina para fortalecer la musculatura y mejorar la flexibilidad de las articulaciones. Efectivamente los estiramientos de músculos mejoran nuestro tono físico, disminuye el dolor por malas posturas y mejora el funcionamiento de las articulaciones.
Más tarde se reconoció la capacidad del yoga para relajar la mente, incluyendo la de personas sometidas a fuerte estrés. Esta es la razón principal por la que en occidente existen millones de personas que se han sentido atraídas para compensar estilos de vida frenéticos.
Después se ha visto que va más allá e incluso puede mejorar varias capacidades mentales, como la de concentración, y la creatividad, no simplemente una mayor serenidad.
Estos dos grandes tipos de beneficios son suficientes para interesarse por esta práctica. Para los que quieran ir más allá está la idea de trascendencia. Para los hindúes como hemos visto, representa un camino de espiritualidad y religiosidad.
Beneficios del hatha yoga
Al igual que el mindfulness o la meditación, el yoga busca una conexión entre el cuerpo físico, el ritmo de la respiración y el estado mental.
La evidencia científica muestra que el yoga puede mejorar el estado físico general y en particular a corregir posturas que acaban haciendo sufrir las articulaciones.
También puede mejorar los siguientes aspectos de salud:
- Conseguir mejoras en el nivel de relajación y de descanso.
- Reducir el nivel de estrés y ansiedad.
- Mejorar la confianza en uno mismo y tener una actitud más positiva antes los problemas vitales. Reduciendo el riesgo de depresión.
- Mejorar la capacidad de concentración, una importante ventaja en la sociedad de la tecnología, sinónimo de dispersión mental.
- Reducir la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
- Mejorar la coordinación física. Y reducir los dolores físicos, como el de espalda.
- Conseguir mejorar las digestiones.