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La cúrcuma es un ingrediente natural con potentes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Por tanto, un excelente aliado para combatir los efectos indeseables de la inflamación crónica.
La inflamación crónica es un proceso persistente de inflamación en el cuerpo que puede durar meses o incluso años. A diferencia de la inflamación aguda, que es una respuesta intensa del sistema inmunológico a lesiones o infecciones, es de bajo o medio grado, pero tiene efectos en la salud a largo plazo.
Causas de la inflamación crónica
Uno de los problemas de la inflamación crónica es que aparece de forma ambigua y la mayoría de los pacientes no son conscientes de su presencia en sus primeras fases. Lo habitual es que se manifieste por una hinchazón en las articulaciones o en los músculos (a veces acompañado por dolor), por una sensación general de malestar y fatiga o por cambios en la piel, como enrojecimiento, descamación, picazón o erupciones cutáneas.
Existen varias causas de esta dolencia:
- Un estilo de vida poco saludable. La combinación de una dieta alta en grasas saturadas, azúcares refinados y alimentos procesados, junto con la falta de ejercicio regular pueden provocar diversas enfermedades de tipo inflamatorias.
- Estrés crónico. Se sabe que los estados de estrés y ansiedad prolongados pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en el cuerpo.
- La obesidad.
- El tabaquismo.
- Algunas enfermedades autoinmunes.
- Ciertas infecciones persistentes. Por ejemplo, la hepatitis C o la tuberculosis.
La cúrcuma frente a la inflamación crónica
Se sabe por estudios científicos que la cúrcuma, específicamente su componente activo llamado curcumina, posee propiedades antiinflamatorias. La curcumina es un compuesto polifenólico que se encuentra en la raíz de la planta y es responsable de muchos de sus beneficios para la salud.
La curcumina puede ayudar a combatir la inflamación crónica al inhibir la actividad de ciertas moléculas proinflamatorias en el cuerpo. Estas moléculas están involucradas en los procesos inflamatorios y pueden contribuir a enfermedades crónicas como la artritis, la enfermedad cardíaca y el cáncer.
Además de sus propiedades antiinflamatorias, la curcumina también posee propiedades antioxidantes y puede ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo, otro factor importante en el desarrollo de enfermedades crónicas.
Es importante destacar que, aunque la curcumina puede ser beneficiosas para combatir la inflamación crónica, es poco probable que funcionen como un tratamiento único. Sin embargo, pueden ser parte de una estrategia integral de manejo de la inflamación crónica, que también puede incluir cambios en el estilo de vida, dieta, ejercicio y, en algunos casos, medicamentos recetados por un médico.
CURCUMA+™ Bestmelab: una Solución Avanzada
Entre los complementos alimenticios que utilizan la cúrcuma para mejorar los estados de inflamación crónica destaca CURCUMA+™ Bestmelab.
Se ofrece en forma de cápsulas para consumo diario con unas características únicas gracias a su formulación patentada Cursol que mejora la biodisponibilidad, la alta concentración de curcuminoides, e incluye la piperina para mejorar la absorción. La marca recomienda su consumo durante dos o tres meses para poder empezar a comprobar sus resultados.
Bestmelab, su fabricante, es un laboratorio español que trabaja a partir de desarrollos con ingredientes naturales procedentes de extractos vegetales. Realiza Asimismo una labor de investigación en diferentes campos. La web de la marca es muy informativa e incluye testimonios de consumidores del producto, así como aporta estudios concretos que avalan los beneficios del producto.