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Lexatin con bromazepam es uno de los fármacos más conocdios paraproblemas de salud mental. El intenso ritmo de nuestras vidas a veces supone un reto a nuestro equilibrio personal. Existen actividades y hábitos que ayudan a sobrellevas episodios de tensión moderada. Para casos más graves, medicamentos como Lexatin son una alternativa rápida y eficaz para el alivio de tensiones psíquicas, ansiedad y nerviosismo.
Se conoce como bromazepam al principio activo de Lexatin, que forma parte de los fármacos de la familia de las benzodiacepinas. Administrados en dosis bajas, ayudan a pacientes con síntomas depresivos, de ansiedad, agitación o problemas de insomnio.
Un médico debe especificar el tratamiento adecuado para cada caso y paciente, ya que Lexatin puede tener efectos perjudiciales. No se puede adquirir sin receta médica.
Lexatin, ¿para qué sirve?
Para explicar el uso de Lexatin nos basamos en su prospecto informativo. A pesar de que esta información resulte útil, su médico será la persona que debe explicar cómo administrar este medicamento. También es el interlocutor más valido para resolver sus dudas.
La ley vigente indica que para adquirir cualquier tipo de benzodiacepina es necesario presentar una receta médica. Un especialista tendrá en cuenta su estado de salud general, la enfermedad o síntomas que padezca, su edad o peso para decidir la dosis adecuada.
Lexatin debe tomarse antes o durante las comidas. Debe ingerirse con la ayuda de una bebida no alcohólica, para no masticar sus cápsulas.
La duración del tratamiento depende del criterio del especialista. En gran parte de los casos dura un máximo de 8-12 semanas. Se considera en ese intervalo el periodo necesario para la retirada gradual de Lexatin. Es importante que dicha retirada no sea radical, ya que esto podría conllevar al desarrollo de síntomas de abstinencia.
Bromazepam y resto de componentes
Lexatin se compone de:
- Bromazepam, su principio activo.
- Otros componentes: lactosa, almidón de maíz, talco, estearato magnésico.
Lexatin 1,5 mg y 3 mg, son las dos alternativas de tratamiento en función de la intensidad del tratamiento. Cada envase cuenta con 30 cápsulas color salmón. En el primer caso, su precio ronda los 1,09 euros.
Este medicamento debe quedar siempre lejos del alcance de niños. No debe conservarse a temperaturas superiores a los 25ºC. Por supuesto, no usarse tras la fecha de caducidad, marcada en el envase. En caso de que quiera deshacerse del mismo, no debe tirarse por desagües o basura. Use el Punto SIGRE de su farmacia más cercana.
¿Quién puede usar Lexatin y cuáles son sus contraindicaciones?
Lexatin queda contraindicado en los siguientes casos:
- Si es alérgico a cualquier componente del medicamento o al grupo de benzodiacepinas en general.
- Ante dificultades respiratorias graves, problemas hepáticos o la enfermedad “miastenia gravis”.
- Si sufre apnea del sueño, la cual dificulta la respiración durante los periodos de descanso.
- Si presenta dependencia a cualquier tipo de droga.
Ciertos grupos de edad son especialmente sensibles a Lexatin. Los niños, por ejemplo, necesitan una valoración profunda por parte del médico antes de comenzar un tratamiento. En el caso de los pacientes de edad avanzada, las dosificaciones suelen ser inferiores a la de los adultos.
Efectos adversos.
Lexatin puede provocar efectos adversos. Es común que al comienzo puedan experimentarse síntomas como confusión, somnolencia, mareos, vómitos, trastorno emocional o dolor de cabeza. Dichos efectos suelen desaparecer al paso del tiempo. Algunos otros efectos que pueden experimentarse durante el tratamiento son:
- Trastornos inmunológicos: alergias o hinchazón facial.
- Trastornos psicológicos: alteraciones emocionales, dependencia a Lexatin, desorientación, nerviosismo, agresividad.
- Trastornos del sistema nervioso, oculares, cardiacos o respiratorios.
- Lesiones traumáticas, con mayor frecuencia en pacientes de edad avanzada.
Otro efecto del uso de benzodiacepinas es la dependencia física hacia las mismas. Estos casos suelen ocurrir durante tratamientos ininterrumpidos en largos periodos de tiempo. Por eso hay que respetar escrupulosamente el tratamiento prescrito.
Alternativas naturales y prevención.
Existen remedios naturales que resultan positivos en episodios moderados de estrés y ansiedad. Su principal ventaja es que no provocan efectos secundarios o dependencia. Aunque no son la solución para los casos más serios.
Una de las opciones son las plantas medicinales relajantes. Las más usadas son la melisa, lavanda o manzanilla. La forma más adecuada de tomar estas plantas es a través de infusiones, con una frecuencia de 2-3 dosis diarias.
En nuestra rutina también podemos generar cambios para mejorar nuestra respuesta a periodos ansiolíticos:
- Una dieta equilibrada y sana puede contribuir a reducir la ansiedad. El triptófano, hidratos de carbono, fibra y grasas naturales resultan positivas. En contraposición, debe evitarse el consumo de estimulantes, ultraprocesados o azúcar.
- La actividad física regular es el ansiolítico natural por excelencia. Esta práctica puede lograr disminuir el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, síntomas propios de la ansiedad. Por otro lado, contribuye a la liberación de la melatonina, hormona reguladora del estado de ánimo.
- Cultivar las relaciones personales y compartir nuestros problemas con personas de confianza contribuye a controlar la tensión personal y a facilitar el descanso.
A pesar de que éstas sean opciones muy saludables durante episodios de estrés, si nuestro estado de salud se mantiene o empeora, debemos contactar con nuestro médico de referencia.