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La mayoría de las personas adultas y mayores desarrollan manchas en la piel. La piel se considera como el mayor órgano de nuestro organismo y cumple varias funciones, como ser una barrera ante los patógenos externos o ayudar a regular la temperatura del cuerpo, entre otras.
La dermatología es la rama médica que se ocupa de su cuidado. Por eso comenzamos diciendo que, aunque la mayoría de las manchas de la piel y pecas no representan problemas de salud, hay que vigilarlas. Sobre todo, cuando crecen rápidamente, son irregulares, pican, sangran o cambian de color. En estos casos no hay que demorar una visita a un dermatólogo que excluya el riesgo de un cáncer de piel.
Pero afortunadamente, las manchas en la piel tan solo representan un pequeño problema estético, que puede ser tratado por una buena clínica especialista.
Causas de las manchas en la piel
Las manchas en la piel se producen habitualmente por la segregación excesiva de melanina, de forma natural. Lo que se conoce también como hiperpigmentación. Su función es en realidad protectora. La piel tiene receptores que le alertan de la exposición solar, estos activan en ocasiones la segregación de esas manchas oscuras que filtran la entrada de luz en el interior de la piel.
Así que la exposición al sol, acumulativa a lo largo de la edad, es la principal razón de su aparición. Lógicamente existen personas que, por motivos genéticos, tienen una piel más propensa a desarrollarlas. En cualquier cosa, la mejor manera de evitar este problema por las personas más sensibles, es la protección a través de cremas protectoras solares, que en los meses de mayor radiación debe tener un factor de protección 50. Pero no sólo en verano, cuando estamos en la playa. También en los meses de primavera e inicio de otoño, si pasamos tiempo al exterior.
Suele ser las partes más expuestas a la luz, las que generan estas manchas. Ya sea el rostro, el torso de las manos o el tórax. Por el contrario, es raro verlas aparecer en las nalgas y en otras zonas que no han estado tan expuestas al sol.
Otras causas
Además del sol, existen otras circunstancias que pueden favorecer la aparición de manchas.
- Factores hormonales. Hay periodos de la vida en las que cambios hormonales pueden generarlas. Por ejemplo, durante el embarazo.
- Enfermedades cutáneas. Algunas reacciones y enfermedades de la piel producen inflamaciones que pueden dar lugar a manchas. Es el caso del acné juvenil, los eccemas o la psoriasis, entre otras.
- Reacciones alérgicas e irritaciones provocadas por algunas cremas y productos cosméticos.
- Efectos secundarios de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y de otros medicamentos. Algunos tratamientos pueden causar una mayor pigmentación de la piel y por tanto manchas.
- Algunas enfermedades como la diabetes o hepáticas.
Cuidado y tratamiento
Algunas personas pueden sentir una menor confianza en sí mismas por manchas muy llamativas, en otros casos se busca una simple mejora estética. Hay que saber que existen manchas que son difícilmente eliminables, pero en muchos casos, hay tratamientos que pueden servir para eliminarlas o difuminarlas.
Bien mediante la aplicación de haces de luz muy estrechos que emiten ráfagas que se dirigen con mucha precisión hacia los vasos sanguíneos o la melanina de la piel causante de la mancha. O bien otros tratamientos para algunos tipos de manchas especiales, como es el melasma.