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Vamos a dedicar este artículo a explicar el significado del mantra Om, también conocido como mantra om namah shivaya.
Anteriormente hemos hablado del poder de los mantras. Recordemos que son cantos simples y repetitivos que ayudan a relajar la mente y concentrarse. Se puede escuchar mientras practicamos yoga. Pero también cuando realicemos meditación e incluso como sonido de fondo, cuando necesitamos relajarnos mientras realizamos una tarea simple.
En la espiritualidad hindú y budista guardan asimismo una dimensión sagrada. Se asemejan a una onda que se transmite en el espacio con un ritmo profundo, que evoca al que existe en el universo. Al igual que el sonido de una fuente de agua u la contemplación de un fuego en invierno, nos habla de los ciclos del universo y de la naturaleza, con los que estamos íntimamente conectados.
Suena extraño, ¿verdad? Pues la neurociencia está descubriendo en los últimos años los increíbles efectos de estas prácticas a nivel mental y corporal.
Mantra Om significado y etimología
Parece que hay evocaciones escritas en sánscrito a este mantra anteriores a Cristo en la cultura hindú.
Los lingüistas e historiadores han realizado varias interpretaciones de su significado. Parece que hace la pronunciación original es similar a letras AUM. En sánscrito la A correspondería a un estado de consciencia o vigila, la U, al descanso y el sueño y la M a la paz interior más profunda.
También de acuerdo con otros estudiosos podría significar “que así sea”, “la fuerza de Dios” o “el ritmo del Universo”. Otra interpretación es una evocación a un «silencio puro» a un estado de calma y tranquilidad.
En realidad lo importante no es su significado exacto, sino el estado al que nos conduce cuando lo escuchamos o lo cantamos rítmicamente, durante un periodo de tiempo largo.
El mantra Om y el yoga
Escuchar el mantra Om, como también otros mantras, mientras se practica yoga ayuda a enfocar la atención y a recogerse en uno mismo, para aprovechar al máximo los beneficios de las asanas. Existen muchas versiones disponibles en las plataformas digitales, aunque son parecidas, algunas combinan el sonido con en el de una campaña, o por ejemplo, son más o menos graves. Te aconsejamos que escuches varias y que elijas la que más te relaje.
Mente, cuerpo y espíritu
Es probablemente el cántico más simple que existe, y ahí reside precisamente su fuerza. En una primera fase facilita la relajación mental hasta que alcancemos una sensación de vacuidad, un vacío de pensamientos y divagaciones rumiantes. La mejor manera de apartar cualquier ansiedad, en una sesión de yoga.
Segundo, influye en el cuerpo, en conseguir una sensación de fluidez y bienestar corporal ideal para los ejercicios. Es decir, la conexión cuerpo-mente que buscamos en estas ocasiones.
Tercero, según las corrientes orientales, nos invita a una conexión espiritual con lo que nos rodea. Por eso a nosotros nos gusta particularmente practicar yoga en un parque, en la naturaleza, o en un local bien ambientado con materiales naturales, olor a incienso o a plantas y luz tenue.
¿Cómo recitarlo?
Otro aspecto es que físicamente, el mantra Om nos puede acompañar de varias maneras.
Primero escuchándolo en silencio a la par que seguimos la concatenación de posturas de yoga. Segundo, cantándolo en voz baja repetitivamente, hasta que lo interioricemos y sea como un murmullo. Y tercero, adaptándolo al ritmo de nuestra respiración de manera consciente.
¿En qué momento?
El sonido OM nos puede acompañar al inicio de una práctica de yoga para ayudarnos a entrar en un estado receptivo. O al final de esta, como una manera de afianzar lo vivido. Si se deja una grabación durante una clase, entonces su función es ayudar a marca un ritmo para la respiración y los ejercicios.
Otro momento bien diferente para escucharlo es al despertar y levantarnos por la mañana. Es una ocasión que personalmente me gusta mucho. Cuando estamos aun adormilados y frente a la tentación de encender una radio o un post y empezar a sufrir el «ruido» de la jornada. Por el contrario es una manera de comenzar la jornada intentando conectar con ese ritmo mucho más profundo que el del ajetreo cotidiano de cada día. Nos puede ayudar a dar gracias cada vez que nos levantemos y recordar que no hay prisa, que cada día que amanece es el más importante de nuestra vida. El que nos conecta con el aquí y ahora de nuestra existencia.