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Hay un producto en el supermercado que los padres de niños pequeños tienden a incluir en la cesta de la compra: los mini fuet o snack fuet. Son prácticos para una merienda y los chicos se lo comen con gusto. Grandes marcas los ofrecen: Mini Fuet Snack’in Campofrío, El Pozo mini fuet pavo, Hacendado longaniza sticks, etc. Ahora bien ¿son realmente sanos? ¿Conviene restringir su consumo?
Otra cuestión es que vemos denominaciones diferentes para productos similares. ¿Es lo mismo un fuet, un espetec o una longaniza? ¿Cuál es mejor?
Ante todas estas dudas que las madres y padres podemos tener, vamos a analizarlos y ofrecer algunas recomendaciones.
Diferencia entre un fuet, un espetec y un salchichón
España, como otros países europeos, tiene una larga tradición de elaboración de embutidos. Hay muchos productos que se asemejan pero que tienen matices según su origen, ya sea por el tipo de carne, las especies e ingredientes que se añadan, el tipo de tratamiento o la curación.
En el caso del fuet, estamos ante un exquisito derivado cárnico de origen catalán y aragonés que se parece al salchichón, pero donde prevalece la tonalidad que le ofrece la pimienta negra y un proceso de maduración más alargado. En su forma tradicional se elabora a partir de carne magra de cerdo picada. Por último, hay que destacar que se distingue por esa ligera capa de moho natural que le da su aspecto particular.
El espetec por su lado, es netamente catalán y se elabora de forma parecida al fuet, pero suele tener una forma más corta y gruesa. Es especialmente exquisito cuando se elabora de forma artesanal.
Y finalmente el salchichón es el cárnico de charcutería más extendido de los tres y que se elabora prácticamente en toda España y en otros países europeos. Nuevamente en su forma tradicional se elabora con carnes magras de cerdo picadas y aderezadas con especies como la pimienta e ingredientes naturales como el ajo o la nuez moscada.
Para profundizar mejor la diferencia entre unos productos y otros vamos a ver qué dice la normativa sobre el fuet, y por extensión los mini fuets que hoy nos ocupan.
Normativa del mini fuet
Una de las normas más importantes que regula la calidad de los derivados cárnicos y que nos ayuda a entenderlos mejor es el Real Decreto 474/2014, de 13 de junio.
Forna
El RD define de manera muy precisa al fuet como un subtipo de salchichón con un calibre inferior a 40 milímetros. Por tanto la forma es esencial para distinguirlos. En el caso de los mini fuet, que están pensados para un consumo de picoteo, además de ser finos, los encontramos con una longitud de tan sólo unos pocos centímetros.
Tipo de carne y otros ingredientes
Tradicionalmente se elabora con carne de cerdo, pero el RD admite… “Las carnes podrán ser … una mezcla de carnes de distinta procedencia, naturaleza, parte anatómica y especie animal.” Eso sí, se debe identificar en el envase el nombre de la especie de la que procede la carne y la grasa, “salvo que se trate de carne y grasa de cerdo.” Es por eso, como vamos a ver más adelante, que podemos encontrar en el mercado mini fuets con por ejemplo, carne de pavo.
Respecto al resto de ingredientes trascribimos lo que se dice en la norma: “… mezclados con especias, ingredientes, condimentos y aditivos, embutidos o no en tripas naturales envolturas artificiales, y sometidos a un proceso de salazón seguido de curado (o maduración), acompañado o no de fermentación…”.
Elaboración
Una de las características que más influyen en el sabor, aspecto o textura de un derivado cárnico es el modo de elaboración. El RD establece que tanto el fuet como el espetec o el salchichón, forman parte de los derivados cárnicos curado-madurados. Esto quiere decir que no tienen tratamiento térmico, sino que se dejan madurar de forma natural en almacenes durante un tiempo, normalmente unos 20 días o más.
¿Son sanos los mini fuet?
Anteriormente hemos escrito sobre la necesidad de restringir el consumo de la charcutería, incluyendo a los mini fuet. Por un lado la OMS avisa de que el consumo frecuente aumenta el riesgo de sufrir un cáncer colo-rectal. Por otro lado, dentro de la lista de aditivos que se permiten están colorantes, antioxidantes, espesantes, estabilizantes, potenciadores de sabor o sal. Por supuesto existen diferencias notables entre productos artesanales, más naturales e industriales, también entre marcas.
En todo caso para matizar, recordemos que los alimentos naturales no son por sí mismos sanos o insanos. Es más importante hablar de dietas equilibradas o no equilibradas. En este sentido, se puede ofrecer a nuestros hijos un mini fuet para una merienda en un contexto de una dieta sana. Ahora bien, los organismos que velan por la salud, por ejemplo la AESAN, establecen claramente una limitación en la frecuencia de consumo. No más de dos o tres raciones de carne a la semana, preferentemente de carnes blancas.
Así que si eres de los que restringen el consumo de carne en general y normalmente ofreces a tus hijos fruta, lácteos (sin azúcar) o frutos secos para merendar no hay problema porque un día excepcionalmente tomen unos mini fuets. Pero en ningún caso recomendamos que se consuma más de una vez a la semana. Peor aún si consumen habitualmente bollería, galletas, bocatas de jamón y otros procesados, en ese caso mejor que evites además darles mini fuets.
También hay que saber que los productos de charcutería, como los mini fuet, pueden ser diferentes nutricionalmente según la cantidad de carne y los ingredientes que incluyan. Por ejemplo, no es lo mismo una envoltura natural que otra artificial, o no es lo mismo el contenido graso de cada uno. Pero esto lo vamos a dejar para un artículo posterior.
