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Dentro del mundo de los frutos secos, los pistachos son cada vez más apreciados, tanto por sus propiedades nutricionales, como por su delicado sabor, con ligeras notas aceitosas y dulces.
Están cubiertos por una característica cáscara dura, que se abre de manera natural al madurar en el árbol. Con su piel fina, rica en fibra, y su fruto de color verde, carnoso y agradable en el paladar, son una delicia para picotear o para utilizar como ingrediente tanto en platos salados y en repostería. Esto lo saben bien los heladeros, ya que el helado de pistacho es uno de los más demandados cada verano.
Es por todas esas cosas buenas que cada 26 de febrero se celebra el día del pistacho, una manera de reivindicar su consumo y recordar sus ventajas.
Propiedades de los pistachos
Predimed, la agencia más importante que promueve la dieta mediterránea como fuente de salud, recomienda el consumo de pistachos como el de otros frutos secos, en la cúspide de la pirámide alimenticia.
Recordemos algunas de sus propiedades nutricionales:
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Alto en proteínas. Con unos 18 gramos, una cantidad similar a las nueces o las almendras, los pistachos son una excelente fuente de proteína vegetal, lo que los convierte en una buena opción para vegetarianos y veganos.
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Rico en fibra. Una ración de pistachos contiene aproximadamente un 8% de la cantidad de fibra diaria que necesitamos, sobre todo en su piel. Por tanto ayudan a mantener el sistema digestivo saludable y puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
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Fuente de grasas saludables. Los pistachos son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que son grasas saludables que pueden reducir el colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL).
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Vitaminas y minerales. Los pistachos contienen pequeñas cantidades de un muchas de vitaminas y minerales, incluyendo vitaminas del grupo B, vitamina E, magnesio, fósforo, potasio y hierro.
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Antioxidantes, Los pistachos contienen antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina, que pueden ayudar a proteger contra el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Es importante tener en cuenta que los pistachos son relativamente altos en calorías, por lo que se deben consumir con moderación como parte de una dieta equilibrada y saludable. Cuando se consumen en pequeñas raciones, de hecho, contribuyen a adelgazar, ya que son saciantes.
Información Nutricional | Por 100 gr. | Por 25 gr. ración | % CDR 25 gr. |
Energías calorías | 610 kcal | 152 kcal | 8% |
Grasas | 50 gr. | 12,5 gr. | 16% |
Grasas saturadas | 6 gr. | 1,5 gr. | |
Grasas monoinsaturadas | 30 gr. | 7,5 gr. | |
Grasas poliinsaturadas | 10 gr. | 2,5 gr. | |
Hidratos de Carbono | 15 gr | 4 gr. | 2% |
Azúcares | 5 gr. | 1,2 gr. | 2% |
Fibra | 12 gr | 3 gr | 8% |
Proteínas | 18 gr. | 4,5 gr. | 9% |
Vitaminas | |||
Vitamina B6 | 1,7 mg | 0,4 mg | 19% |
Árbol de pistachos
El árbol del pistacho es de porte medio, con algunos ejemplares que pueden superar los 10 metros de altura. Aun así, en las explotaciones agrarias se les suele podar a una altura de unos tres metros para facilitar la recogida. Tiene el evocador nombre científico Pistacia Vera.
Es una especie dura, que soporta los rigores de los climas secos y de temperaturas extremas, de Medio Oriente, y que se adapta a los suelos salinos. Agradecen no obstante algo de riego, pero en suelos drenados, sin que el agua se encharque, ya que puede pudrir sus raíces. El caso es, que, como los almendros, tras un largo, caluroso y seco verano, nos regalan una magnífica cosecha de frutos secos, con un bajo contenido en agua, pero muy rico en nutrientes.
Eso sí, con producción cada dos años. Alternando otoños sin apenas fruto, con otros fecundos en los que se pueden recoger incluso más de 50 kilos de frutos por temporada.
¿De dónde proceden?
Al igual que otros frutos secos como el almendro o el anacardo, provienen de la región del Asia Central que va desde el actual Afganistán hasta los territorios donde hoy se sitúan Irán, Irak, Siria y el este de Turquía. Curiosamente las regiones donde se originan las primeras civilizaciones humanas, 4 o 5 milenios AC. La posibilidad de almacenar unos alimentos tan nutritivos durante los meses con mayor carestía de invierno, supuso una ventaja para prosperar y conseguir que mayor número de poblaciones urbanas tuvieran una excelente fuente de energía y nutrientes.
Se sabe que en la época de la Grecia y Roma clásicas, su cultivo se extendía ya por toda la cuenca del Mediterráneo, una zona relativamente seca y cálida.
Pero se debe reconocer que el pistacho ha quedado ligado a la cultura gastronómica de los países árabes y del Asia central. A su repostería o a la sana costumbre de picotear frutos secos en los encuentros familiares y sociales. Además, la etimología que nos ha llegado del antiguo griego «pistákion», procede a su vez del persa.
Por otro lado, es aquí donde se produce la mayor cantidad mundial. En concreto Irán, con más de 500.000 T anuales, alcanza la primera posición mundial.
Otras zonas de gran producción mundial son las costas de California, Norte de México o Australia, con climas suaves similares al Mediterráneo. De hecho, EEUU es el segundo mayor productor y exportador mundial.