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Si aún no has podido ir de vacaciones o se acabaron para ti…esta receta te transportará a las costas de Huelva y Cádiz en un único bocado. No se nos ocurre una receta más fresquita y apetecible que el salpicón de marisco, con frutos de mar frescos y verdura de la huerta andaluza…RIQUÍSIMA.
Receta de salpicón de marisco
Es una receta sencilla y que sirve entrante. Se puede elaborar de una manera personalizada, ya que admite ingredientes variados, pero como siempre, la mejor manera de realizar este tipo de recetas será con alimentos frescos.
Coge tu bolsa de la compra y acércate a la pescadería y verdulería de tu barrio, es más fácil de lo que piensas y más sano y natural, que si compras un preparado industrial en un supermercado.
Ingredientes para cuatro personas
- Dos patas de pulpo.
- 10 gambas.
- 10 mejillones.
- Cuatro langostinos. Reservar para decorar.
- ½ pimiento rojo grande.
- ½ pimientos verde grande.
- Una cebolleta.
- 6 cucharas soperas de aceite de oliva virgen extra.
- Dos cucharas soperas de vinagre.
- ½ cucharita de pimentón dulce o picante.
- Perejil fresco.
- una pizca de sal.
Elaboración
1.-Pica de una manera menuda las verduras. Para ello, utiliza los tiempos recomendados de espera entre cocción y cocción, que son diferentes para cada ingrediente. Sigue atentamente los minutos de cocinado ya que será determinante para la receta.
2.- A la hora de cocer el pulpo es importante obtener el punto de cocción idóneo. Una facilidad es comprarlo ya cocido o congelado. Congelarlo uno mismo es sencillo también. De este modo se ayuda a que la carne quede más tierna y evita tener que mazarlo. Pero no te olvides de cambiarlo con un día de antelación al frigorífico, para que se descongele antes de cocinarlo.
Utiliza una olla grande con abundante agua y espera a que hierva. Lava las patas e introdúcelas y sácalas del agua tres veces, dejándolas durante 2-3 segundos sumergida. Esta técnica se conoce como “asustar al pulpo” y logra que se rompa las fibras y la carne quede mas blanda. A continuación, deja hervir naturalmente entre 15 y 20 minutos, pinchándolo en los últimos minutos para comprobar que no está dura. Retírala del agua y corta en rodajas.
3.-Añade en un cazo de agua y sal y llévalo a ebullición. Añade los langostinos y gambas, y deja cocer durante dos minutos, desde que rompe a hervir de nuevo.
4.-Los mejillones cuécelos al vapor. El tiempo será marcado por ellos mismos, espera hasta que sus conchas se abran. Ayúdate de una cuchara para separarlos de la concha.
5.-Mezcla todos los ingredientes y aliña con las medidas que os proponemos más arriba o al gusto personal. Es importante dejar enfriar posteriormente en la nevera, hasta la hora de servir. Por eso os recomendamos cocinar esta receta con al menos una hora de antelación para que obtenga un resultado más refrescante.
6.-Una vez respetado el tiempo de enfriamiento óptimo en la nevera, sirve en cuatro pequeños cuencos y no te olvides de decorar con el langostino reservado y unas hojitas de perejil fresco. Espolvorea pimentón y obtendrás una presentación elegante y colorida.
Historia del salpicón de marisco
Las primeras referencias escritas al salpicón del siglo XVI, el siglo de oro, no se referían a una ensalada de marisco. Si no a un plato frío a base de carne de vaca picada, con una vinagreta de cebolletas, perejil y otras verduras, aderezado con pimienta y sal.
El mismo Cervantes, en uno de los primeros capítulos de El Quijote, define el perfil de uno de sus personajes describiendo su dieta: «Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches… lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos…”
No se sabe muy bien en qué momento, este plato evolucionó hacia el uso preferente del marisco, que sustituyó a la carne como fuente de proteína en estas ensaladas de verano.
Hoy en día es un plato claramente asociado a la costa andaluza, especialmente a las costas de Cádiz y Huelva, donde se suele preparar con marisco cocido. Desde ahí, y aprovechando su ligereza y exquisito sabor, ha saltado como una de las recetas veraniegas más populares, que se sirven por toda la península, en forma de ración o de tapa.
Salpicón de marisco, información nutricional
Nuestra receta es, además, una forma de comer verduras crudas de manera sencilla y sabrosa. Los alimentos crudos conservan sus nutrientes a salvo, ya que en el proceso de cocinarlos se pierden algunas propiedades. Entre los beneficios de comer de una manera más “respetuosa” con el alimento natural, se encuentra fortalecer el sistema inmune, previniendo enfermedades gracias a que contienen minerales como calcio, potasio, hierro y vitaminas A, E y C.
Por otro lado, la carne de marisco es ligera, rica en proteína y poco grasa. Calculamos que una ración de unos 150 gramos aporta alrededor de 15 gramos de proteínas, o aproximadamente el 25% del que necesitamos diariamente.
Finalmente, la suma de estos ingredientes de la huerta y el mar, nos conduce a un plato poco calórico. Normalmente la mencionada ración de 150 gramos, no debería contener más de unas 110 kilocalorías.
El único punto de vigilancia nutricional. es encontrar el justo equilibrio en el condimentado, para potenciar su sabor, sin caer en un exceso de sal.