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La historia de la medicina, de la filosofía, de la cultura, del deporte, etc. son, sin saberlo parte de la historia de la salud integral.
Podemos considerar la medicina occidental del siglo XIX, como la etapa de mayor evolución en el conocimiento del organismo y las enfermedades. Esta se aleja definitivamente de las supersticiones y con la ayuda de nuevas tecnologías, como los microscopios, pone una sólida base científica en los grandes avances del siglo XX.
Sin embargo, resulta un tanto reduccionista, ya que olvida las facetas sociales y emocionales de la salud, y se centra principalmente en los aspectos físicos de la misma. La psiquiatría evoluciona paralelamente para entender el funcionamiento de la mente. Pero todavía no se entendían las relaciones entre estos dos aspectos de la salud.
La salud médica en la antigüedad
La historia documentada de la “medicina clásica” comienza con las primeras civilizaciones humanas, pero sin duda es mucho más antigua. Se sabe que los orangutanes y otros grandes simios, utilizan ciertas plantas para aliviar enfermedades. A modo de ilustración, son conocidas las observaciones de orangutanes por la Doctora Helen Morrogh-Bernard, en la isla de Borneo, donde se ha constatado este tipo de comportamiento.
En el caso de las primeras civilizaciones mesopotámicas, que surgen unos 6.000 años AC, existen referencias, en el código de Hammurabi, a la actividad de los médicos. Si bien, la percepción de la enfermedad es vista desde un prisma religioso, y no existe todavía un enfoque científico, o al menos de observación, para proponer tratamientos.
Se producen avances importantes en la civilización egipcia, paradigma de sabiduría médica de la antigüedad. Aunque la visión religiosa siga estando presente para buscar algunas explicaciones a la enfermedad, los egipcios comienzan a realizar una observación y experimentación de remedios médicos. Sobrecoge el pensar, que con la ruda tecnología de la época, los antiguos papiros nos muestran la realización de operaciones de fracturas óseas. Además de cicatrización de heridas, e incluso trepanaciones de cráneo, quizás para aliviar tumores cerebrales o de cataratas.
En Europa, existen referencias a la actividad de los druidas muchos más posteriores, en los siglos IV AC. Estos verdaderos sabios de herbolario, proponían el uso de ungüentos, infusiones, uso de bayas, hojas y otros remedios vegetales, para enfermedades particulares.
La salud mental y espiritual en la antigüedad
Podemos considerar ciertos avances de la perspectiva de la salud inegral cuando analizamos la historia de la filosofía. Del mismo modo que las civilizaciones antiguas exploraron y mejoraron los tratamientos ante enfermedades físicas, existen avances en lo que podemos llamar, la salud mental y espiritual de nuestros antepasados.
Las dos grandes escuelas de filosofía occidental y oriental pretenden dar respuesta al sentido de la vida y por tanto a aumentar la seguridad de los hombres antiguos. Resulta muy difícil imaginarnos la mentalidad antigua. Pero sabemos que la humanidad vivía en un miedo contínuo ante los fenómenos naturales y las dificultades de la subsistencia.
La filosofía griega presocrática y helenística, propone desde el siglo VII antes de Cristo, ciertas actitudes y respuestas ante la vida, que en ocasiones están todavía vigentes. Los epicúreos son escépticos ante las supersticiones y proponen una búsqueda de pequeños placeres cotidianos, en un espíritu de paz. Los estoicos nos hablan del control de las emociones y del uso de la racionalidad para comprender el entono. Los platónicos y otras escuelas, nos proponen igualmente cómo mejorar la existencia desde el uso de la racionalidad y las emociones.
En cuanto a la filosofía oriental antigua, no se queda atrás en la búsqueda de soluciones para un mejor vivir. Tanto la filosofía china, como la hindú, son fuente de grandes tradiciones espirituales y filosóficas como el confucionismo o el budismo. Estas dos corrientes existen todavía en su búsqueda de un equilibrio personal ante las vicisitudes de la vida.
La definición de la salud integral por la OMS
El periodo inmediatamente posterior a la segunda guerra mundial fue extremadamente traumático. Aunque al mismo tiempo es el germen de una nueva manera más amable, de entender la política y el ser humano.
En esos años se crean algunos de los principales organismos internacionales que hoy conocemos, incluyendo la Organización Mundial de la Salud, OMS o WHO, en sus siglas en inglés. Con sede en Ginebra, Suiza, el 7 de abril de 1948, tiene lugar la creación de este organismo tan importante, puesto que vela por la salud desde un punto de vista global. Por cierto, que esta fecha ha quedado como una efeméride, puesto que se celebra el día mundial de la salud.
Es muy revelador la definición de Salud que en los trabajos previos de su constitución hacen los expertos, y que transcribimos literalmente: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Una visión completa, que permanece inalterada desde 1948.
Desde Saludteca humildemente nos inspiramos en este definición, para hablarte de la salud desde estos diferentes prismas. Que además, permiten recuperar la sabiduría acumulada en las escuelas filosóficas antiguas, para intentar dar mejores respuestas a las inquietudes humanas.