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La sertralina es un principio activo que se usa ante la aparición de enfermedades o estados mentales graves. Existen tanto causas biológicas como ambientales y sociales que inciden en la aparición de estos sufrimientos. Por eso es importante recibir asistencia sanitaria, en ocasiones de un psicólogo o de un psiquiatra para ayudarnos a comprender el origen del mal y para valorar un tratamiento de este tipo.
Nunca hay que automedicarse con este tipo de fármacos, puesto que tienen efectos secundarios, en ocasiones graves. Y por otro lado producen una adicción, que obliga a retirarlos de manera gradual y controlada. Vamos a ver lo más importante que debes saber,
La importancia de un diagnóstico
A menudo leemos que la sociedad actual, con sus prisas y exigencias, está detrás de una tendencia creciente en el uso de antidepresivos o ansiolíticos. Sin duda algo hay de cierto. Pero también es verdad que hace 50 o 60 años, no existían suficientes diagnósticos ni estadísticas, sobre este tipo de problemas. Así que es difícil hacer una valoración exacta de cómo la salud mental ha evolucionado.
Nada más complicado que la mente humana y la raíz del sufrimiento. Es frecuente que la raíz del problema sea de tipo psicológico, causada por pensamientos o comportamientos negativos ante circunstancias personales o de trabajo. En estos casos los medicamentos palían los efectos de la enfermedad, pero no la curan. Es importante comprender la raíz profunda del malestar y cambiar los hábitos o suavizar los pensamientos que nos resultan dañinos. A veces hay que alejarse de un mal y otras, simplemente asumir en profundidad y aceptar la realidad, tal como viene. Un camino difícil, para el que es mejor estar bien acompañado.
Pero en otras ocasiones, es clase el tratamiento farmacológico para poder salir de una situación angustiosa. Solo nuestro psiquiatra está capacitado para decidirlo y para realizar un seguimiento a largo plazo.
Además de la asistencia sanitaria, estas situaciones son un reto para las familias y amigos de las personas afectadas. Conviene ser pacientes, y escuchar. También respetar el espacio que la persona pueda necesitar pero tratar de que no se aísle, puesto que el ser humano tienen una profunda necesidad de relación social.
Sertralina ¿para qué sirve?
La sertralina está indicada para las enfermedades mentales más conocidas. Se usa como tratamiento ante estados depresivos y de ansiedad. Se incluyen los ataques de pánico ante situaciones más o menos reales, que tienden a amplificarse.
Otro escenario de gran sufrimiento son los trastornos postraumáticos tras una experiencia especialmente dura. Una de mis sobrinas trabaja como psicóloga en una ONG de acogida a refugiados de guerra. Por desgracia da buena fe de la fragilidad emocional con la que algunas familias llegan a nuestro país. Algunas han necesitado de ayuda médica para poder sobrellevar su terrible angustia.
También frente a los trastornos obsesivos-compulsivos, que son situaciones en las que el paciente tienen pensamientos negativos y comportamientos repetitivos frente a una amenaza percibida.
Sertralina ¿qué es?
La sertralina forma parte de los antidepresivos que actúan como inhibidores selectivos de recaptación de la serotonina ISRS o también SSRI en inglés: selective serotonin reuptake inhibitors”. Por tanto, tienen la capacidad de aumentar la cantidad de serotonina, una sustancia química que actúa neurotransmisor relacionada con el equilibrio emociones y el estado de ánimo.
Hay que saber que cuando se comienza un tratamiento, se puede tardar dos o más semanas a empezar a sentir su efecto. Así se debe evitar la ansiedad inicial y adicional de pensar que el tratamiento no nos ayuda.
Sertralina 50 mg comprimidos
Las concentraciones de este principio activo más habituales son de 50 mg y 100 mg por comprimido.
Existen varias marcas comerciales que contienen el principio activo sertralina. Vamos a fijarnos en concreto en el prospecto de Cinfa 50 mg para conocer más a fondo el medicamento. Es importante, dados los efectos secundarios y las contraindicaciones, que comprendamos en la consulta y con la lectura del prospecto, todos los detalles antes de consumirlo. O mejor aún, que pidamos a un familiar o a una persona de confianza que lo haga por nosotros y nos ayude a entender los detalles del tratamiento.
¿Qué tener en cuenta antes de empezar?
La visita en la que el médico nos prescriba este fármaco debe ser detallada, en el sentido de que debe saber:
- todos nuestros antecedentes de enfermedades físicas y mentales. Hay casos en los que no se puede tomar, por ejemplo, si se ha sufrido trastorno bipolar o convulsiones. O si se tiene una enfermedad del hígado. El prospecto enumera de manera exhaustiva los casos de riesgo.
- Hay que informar igualmente al médico de cualquier tratamiento de medicamentos que se esté tomando. Existen numerosas interacciones que hay que evitar.
- ¿Tenemos cualquier tipo de alergia?, más evidentemente a este principio activo, la lactosa o a algún otro de sus componentes.
- ¿Somos una mujer embarazada o en periodo de lactancia? El médico, debe valorar la conveniencia puesto que existe riesgo de transmitirlo al hijo.
- Un caso especial es el de los menores de 18 años. Es un público muy delicado desde un punto de vista mental y con mayor riesgo de desestabilización. Por eso, los familiares de los adolescentes y ellos mismos, deben preguntar todas las dudas que les puedan surgir si se les prescribe de manera excepcional. Y por supuesto deben ser seguidos de manera cercana en estos casos. En cualquier caso, no se debe tomar nunca por debajo de los 6 años.
Sertralina y relaciones sexuales
En general, cuando se sufre ansiedad o depresión graves, existe una disminución del deseo sexual. Además, la sertralina puede causar disfunción sexual e inapetencia, tanto en hombres como en mujeres. En los primeros igualmente, la imposibilidad de eyacular cuando se tienen relaciones íntimas.
Un problema para el que hay que ser pacientes, puesto que se puede alargar después de haber dejado el tratamiento.
¿Cómo tomarlo?
Hay dos productos a evitar mientras estemos en tratamiento. Uno es el alcohol y otro el zumo de pomelo, ya que puede aumentar aun más los niveles del principio activo en sangre.
Las personas con trabajos que impliquen riesgos físicos, por ejemplo, si se manejan máquinas o se debe conducir, deben ser especialmente precavidas. Es habitual que se produzca somnolencia y una falta de reflejos.
El prospecto da algunas indicaciones sobre cómo tomar los comprimidos. Recordamos aquí el tener en cuenta con el mayor rigor, las pautas que nos haya dado el médico. Evitar doblar una dosis cuando se ha olvidado la anterior y tener mucho cuidado con una sobredosis. Y tampoco eliminar de manera drástica el tratamiento, sino que debe ser paulatino según se nos haya recomendado.
Riesgo de efectos secundarios
Los efectos indeseados más habituales son:
- la aparición de náuseas.
- Somnolencia y sensación de cansancio.
- Dificultades para dormir e insomnio.
- Mareo, dolor de cabeza, y sensación de malestar.
- Sensación de tener la boca seca.
- Diarreas.
La lista de efectos secundarios posibles es más larga y aparece en el prospecto. Debe avisarse urgentemente al médico en los casos siguientes. Puesto que pueden ser un aviso de una reacción grave:
- Aparición de ampollas y erupción cutánea grave.
- Picor o hinchazón en la piel, dificultad respiratoria o cualquier otra sensación de reacción alérgica.
- Aparición de “agitación, confusión, diarrea, aumento de la temperatura y la tensión arterial, sudoración excesiva y aceleración del pulso”.
- Aparición de un tono amarillento en la piel.
- Pensamientos de suicidio o de autolesionarse. También si se aceleran el comportamiento maniaco obsesivo.
- En caso de un ataque con convulsiones.