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La palabra snacks viene del inglés y aunque cada vez se use más, no está incorporada en el diccionario de la RAE. Hablamos de los alimentos de picoteo o aperitivo, que no necesitan cocinarse y que se pueden consumir fácilmente entre horas. No nos referimos en esta ocasión a las bebidas, que también puedan ser consumidas entre horas y que merecen otra reflexión. En todo caso, un estilo de consumo que cada vez se importa más de los países anglosajones.
¿Pero son los snacks saludables? ¿Es bueno comer entre horas? Vamos a responder a estas preguntas y dar algunos consejos de consumo.
Lista de snacks poco saludables
Empecemos viendo cuáles son los principales snacks no saludables. Los que se deben evitar o como mucho consumir esporádicamente:
- Las patatas fritas y por extensión los extrusionados. Las famosas bolas de “queso”, ganchitos, gusanitos, estrellitas, etc. Sus problemas son varios, en ocasiones un exceso de grasa, en la mayoría ausencia de fibra y carbohidratos de lenta absorción. Esto supone que pueden ser muy calóricos y poco saciantes. El exceso de sal es el otro gran problema, así como la presencia de aditivos de todo tipo.
- Las gominolas o golosinas. En este caso la versión dulce y normalmente dirigidos a niños. Contienen gran cantidad de azúcar o si no alternativamente de edulcorantes que tampoco son sanos. Más allá de estos elementos no aportan nutricionalmente casi nada.
- La bollería industrial, galletas, barritas, chocolatinas, etc. Algunos tienen listas de ingredientes menos largas, pero en general representan uno de los peores ejemplos de los alimentos ultraprocesados. Es fácil encontrarse con más de 10 ingredientes, la mayoría poco naturales, aromas, conservantes, etc. Y por supuesto mucha azúcar. Los carbohidratos que incorporan suelen ser refinados y poco saciantes, una mala opción que hace ganar peso.
En definitiva, aportan muchas calorías vacías y casi ningún nutriente interesante al organismo. Además, son adictivos, ya que los aditivos artificiales funcionan como una droga para el cerebro, incluyendo el azúcar.
Y si analizamos los procesos industriales de elaboración a veces sometidos a hidrogenación, hidrólisis y otros procesos químicos, poco naturales y sanos igualmente.
¿Cuáles son los snacks saludables?
En cambio, hay otros alimentos que sí podemos catalogar como snacks saludables:
- Los frutos secos. La estrella de los snacks saludables. Funcionan justo al contrario que los anteriores. Su fibra y carbohidratos son altamente saciantes, así que quitan el hambre. Aportan grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes. Además, son naturales, fáciles de transportar y están riquísimos.
- Las frutas de temporada. Una pieza de fruta de temporada que se pueda comer sin manipular, simplemente lavando la piel, es otro snack ideal para picar. Contienen nutrientes similares a los frutos secos, excepto que apenas cuentan con grasa. También a diferencia de los frutos secos tienen un alto contenido de agua, normalmente de alrededor del 90%, así que además son hidratantes y poco calóricos. Por tanto, muy recomendables para comer entre horas.
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Verduras frescas preparadas, como pequeñas zanahorias, pepino, tomates cherry, etc. Bien solos o untados en hummus o crema de aguacate.
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Los yogures. Entre los lácteos, los yogures son especialmente digestivos. Son una buena opción de matar el hambre pero con la condición de que no incorporen azúcar. También se recomienda no excedamos las dos o tres raciones de lácteos diarios.
- Las verduraa y frutas deshidratadas o liofilizadas. Es cada vez más frecuentes verlas en los lineales y pueden ser más saludables que los extrusionados ya mencionados. Aunque ojo, siempre que no contengan sal ni azúcar añadida, al menos en cantidades excesivas, ni tampoco conservantes u otros aditivos.
¿Es sano comer entre horas?
Nuestro sistema digestivo está diseñado para descansar después de las comidas principales, por tanto picotear continuamente no es sano.
Sin embargo, si pensamos en España, es uno de los países donde se come y cena más tarde. Es posible que pasen 6 o más horas entre el desayuno y el almuerzo, justo en el momento en que el organismo necesita más energía. En estos casos comer algo a media mañana, tanto los adultos como los niños, es razonable. Antes hemos dicho cuáles son las alternativas sanas. De este modo evitamos llegar con un exceso de hambre al mediodía y comidas excesivas que tampoco son sanas.