Tabla de contenido
Asociamos el tartar con platos de carne picada de res (el clásico steak tartare), de ternera o de otros tipos de carnes. Pero también existen las opciones de pescado, siendo el tartar de salmón y aguacate, uno de los más célebres.
Además de rico, es un plato saludable y fácil de preparar. En principio sería un entrante, aunque también puede ser el plato principal de una cena ligera que rematemos con un yogur o una fruta.
¡En unos 15 minutos lo podemos tener listo!
¿De dónde procede el tartar?
Aunque por su nombre, nos evoque la cocina de los nómadas tártaros, el origen está en la cocina francesa. Su nombre procede del acompañamiento de salsa tártara. Los antiguos gastrónomos franceses, inspirados por las estepas cubiertas de nieve, bautizaron de este modo a la salsa blanquecina que aliña la carne picada. Salsa con amplios matices de sabor, a partir de mayonesa, mostaza, cebolla y alcaparras. También se puede hacer más compleja añadiendo aceitunas o pepinillos y rábano.
La otra escuela gastronómica europea que utilizó este plato es la polaca. Polonia es un país que durante siglos ha estado repartido entre Prusia, Austria y Rusia. Pero que sin embargo siempre guardó una cultura propia.
Receta de tartar de salmón y aguacate
El interés de este plato proviene de tres factores: primero por sus cualidades organolépticas, es decir que está muy bueno. Segundo porque es sano y tercero por lo fácil y rápido que se preparara. Vayamos por partes.
Para empezar la textura suave y cremosa en el paladar, tanto del salmón ahumado como del aguacate. Resulta muy agradable de masticar y de sentir en la boca.
En cuanto al sabor, es delicadamente untuoso. Ligeramente evocador de un sabor marino, resulta fresco a la vez, por el contraste del aguacate. No olvidemos que el salmón es rico en grasas que le confieren ese sabor algo aceitoso. Y el aguacate es una fruta igualmente rica en grasas vegetales. Eso sí, en ambos casos nos encontramos con ácidos grasos sanos, poliinsaturados y monoinsaturados, además de omega 3.
Otro atractivo es el aspecto colorido y seductor de este plato. Ya sea por los tonos anaranjados y verdes o por el aspecto granular de sus tacos, es un plato muy bonito para servir. Si queremos aún más colorido, podemos coronarlo con unas hojitas de ensalada, de cilantro o de cebollino.
Para terminar, recordemos que otra ventaja nutricional es que el salmón es un pescado rico en proteínas de alto valor ecológico. El único tema a vigilar es que, si usamos salmón ahumado, es más alto en sodio, y por tanto a vigilar para las personas con la presión sanguínea alta. Por este motivo, podemos prescindir de la sal en la preparación de la receta.
Ingredientes para dos personas
En su versión más simple necesitaremos:
- Un lomo de salmón de unos 200 gramos.
- Un aguacate grande.
- Medio limón.
- Unos 15 mililitros de aceite de oliva virgen extra, o una cuchara sopera.
- Dos cucharadas de salsa de soja.
- 12 gramos de alcaparras (el equivalente a una cucharada sopera colmada)
- Una cucharadita pequeña de mostaza.
- Pimienta negra.
- Unas hijitas de cilantro seco o de otras hierbas para decorar.
- Recordemos que NO necesitamos sal, puesto que el salmón es rico en sodio.
Elaboración
Comenzamos por la preparación del pescado. Si usáramos un filete de salmón fresco, habría que limpiarlo de espinas y retirarle la piel. Conviene congelarlo durante al menos cuatro o cinco días, para evitar la presencia del anisakis, así que una buena opción es comprarlo ya directamente limpio y congelado.
La noche anterior, sacamos el filete del congelador y lo dejamos en la nevera para que se descongele progresivamente.
Fase de marinado del pescado. Es clave para conseguir que se mezclen bien los sabores. Sacamos el salmón de la nevera unos 5 o 10 minutos antes y lo cortamos en tacos homogéneos, los guardamos en un cuenco.
Picamos las alcaparras finamente y las mezclamos en el cuenco del salmón con el zumo del medio limón. Añadimos la mostaza, las cucharas de soja, el aceite de oliva, algo de pimienta y mezclamos bien con una cucharita. Lo guardamos en el frigorífico unos 45 minutos.
Base de aguacate. Preparamos el aguacate partiéndolo por la mitad y retirando el hueso. Le quitamos la piel cuidadosamente para que no se desmenuce la pulpa. Picamos en tacos similares de tamaño a los del salmón.
Idealmente con la ayuda de unos moldes de aro, damos la forma al tartar. Primero colocando la base de aguacate, presionando suavemente con una cuchara sin que lleguemos a machacarlo. Encima situamos el marinado de salmón, que también presionamos ligeramente. Decoramos con las hojas de cilantro o de otras hierbas.
¡Listos para disfrutar!