Hay infusiones, como el té de hinojo, que nos encantan no sólo por su sabor y propiedades. También por lo que significan de conexión con la naturaleza y con las costumbres de nuestra cultura agraria tradicional.
Recuerdo unas vacaciones al principio del verano en Mallorca, caminábamos por preciosos campos de hinojo, lavanda y otras plantas aromáticas mientras el sol descendía por el oeste. Nuestros sentidos se colmaban con olores, colores y una quietud tranquila, tan solo rota por trinos de pájaros. Y es que el hinojo crece de manera silvestre en los bucólicos campos del Mediterráneo, de donde es originario.
En este post te hablaremos de su sabor aromático. También vamos a explicar las propiedades del té de hinojo y algunas curiosidades que quizás no conozcas.
Propiedades del té de hinojo
El té de hinojo es una infusión elaborada a partir de las semillas del hinojo, una planta con propiedades medicinales y culinarias. Sabemos que el té en general tiene buenas propiedades, pero veamos concretamente las atribuidas al té de hinojo:
- Digestivas. El hinojo contiene compuestos que estimulan la producción de enzimas digestivas y ayudan a reducir la inflamación en el tracto digestivo. El té de hinojo puede ayudar a aliviar el malestar estomacal, la indigestión, la flatulencia y otros problemas digestivos. Por eso es un buen aliado de personas con problemas habituales de este tipo. También, si se toma en cantidades moderadas, para las mujeres embarazadas que sufren estos males sobre todo en los primeros meses del embarazo. Se ha se ha sugerido que el consumo de grandes cantidades puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro. Tradicionalmente se ofrecía a los bebés con cólicos y retortijones, por el alivio que aportaban.
- Antioxidantes. El hinojo es rico en antioxidantes, como los flavonoides y los compuestos fenólicos. Entre los beneficios. Contribuyen por tanto a proteger las células del cuerpo del deterioro causado por los radicales libres.
- Antiinflamatorias. También contiene compuestos antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir la inflamación en el organismo. Incluso, aunque no es un medicamento, se recomienda ante la inflamación asociada con la artritis y otras enfermedades inflamatorias.
- Calmantes. En otros posts hemos hablado de las infusiones relajantes. El hinojo se incluye en este grupo por sus propiedades sedantes y calmantes, lo que puede ayudar a reducir la ansiedad y promover un sueño reparador.
- Estimulantes del sistema inmunológico. En general los tés, incluyendo el de hinojo, mejoran de manera natural el funcionamiento del sistema inmunológico gracias a las propiedades ya mencionadas antiinflamatorias y antioxidantes.
¿Produce reacciones el hinojo?
Introducimos aquí una pequeña alerta. Aunque la mayoría de personas lo pueden consumir sin ningún problema, hay algunos a los que les produce algunas reacciones leves. Si notas esos efectos simplemente déjalo y busca otras infusiones alternativas.
- Reacciones alérgicas. Normalmente se manifiestan en reacciones en la piel o respiratorias. Aquellas personas alérgicas al hinojo o a las plantas de la familia Apiaceae, pueden ver aparecer una urticaria, picazón, hinchazón, dificultad para respirar, asma y anafilaxia.
- Problemas gastrointestinales. En estos casos en vez de aliviar, empeora los problemas gastrointestinales con diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
- Interacciones con medicamentos. El hinojo puede interactuar con ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, los diuréticos y los medicamentos para la diabetes, lo que puede afectar su eficacia o aumentar el riesgo de efectos secundarios. Si se toman estos tratamientos, conviene preguntar al médico si existen riesgos.
Planta y usos
Cualquiera que se haya dado un paseo por el campo, en las costas mediterráneas, se ha cruzado con esta planta herbácea que puede llegar a ser alta, hasta los dos metros de altura. Con sus hojas plumosas y afiladas perennes durante el invierno. Y en primavera con flores amarillas en forma de paraguas. Si no se conocen con seguridad, no merece la pena recogerlas ya que pueden confundirse con otras especies tóxicas.
Originalmente se piensa que proceden de la cuenca del Mediterráneo, pero se han extendido por regiones templadas de todo el mundo.
Hoy en día se cultiva por sus semillas, que se utilizan como especia y para hacer té. Pero también por sus bulbos y hojas, que se utilizan como condimento en la cocina. Es muy versátil por su sabor distintivo y aromático que se describe como dulce, anisado y similar al regaliz. Por eso es un ingrediente popular en la cocina mediterránea y se utiliza comúnmente en platos como ensaladas, sopas, guisos y platos de pescado.