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Thrombocid es una pomada presentada en un tubo que se puede adquirir sin receta. Es utilizada para aliviar la pesadez que se suele producir en las piernas como consecuencia de las varices. También sirve para calmar el dolor de hematomas superficiales a raiz de pequeños accidentes domésticos. Existe una versión más potente llamada Thrombocid forte. Ninguna de las dos versiones requiere receta médica.
Se pueden utilizar con adultos y niños a partir de un año, por lo que son productos bastante versátiles para una familia. Por otro lado, ya son varias las generaciones españolas que conocen este medicamento, puesto que fue lanzado en nuestro mercado allá por los años sesenta.
Historia de Thrombocid.
La historia de este fármaco está ligada a los laboratorios Lacer S.A., una interesante empresa farmacéutica española, con origen alemán.
El ejecutivo alemán Carlos Andress, trabajó en la Barcelona de los años 20 como delegado de la gran empresa farmacéutica alemana E. Merck. Ahí empezó una relación personal con España, que culminó con la compra de un pequeño laboratorio barcelonés en los años 40 por su hijo, Horst Andress. El producto estrella de esta pequeña empresa era entonces la pasta dentífrica Lacer.
En medio de las dificultades de la postguerra, Lacer creció lentamente, desarrollando productos propios y colaborando con otras farmacéuticas de mayor dimensión. En los años 60, la economía española comenzó a crecer con mayor dinamismo. Fueron los años de creación de la actual Seguridad Social, y del incremento de inversiones públicas en sanidad. Lacer supo aprovechar el momento con varios lanzamientos incluyendo Thrombocid, toda una innovación para la época.
Las varices y Thrombocid.
Las varices son relativamente comunes entre personas de una cierta edad. Existe una mayor incidencia en mujeres de edad madura. También en personas con sobrepeso u obesidad y que no realizan actividad física. De manera excepcional también se producen durante el embarazo.
Las varices no son otra cosa que venas varicosas, o hinchadas y deformadas. Existen unas válvulas en las venas que se ven afectadas por la inflamación y que dificultan la circulación de la sangre. Más allá de este problema, las varices producen un rechazo por cuestiones estéticas y pueden llegar a ser dolorosas.
El primer diagnóstico es simple, puesto que es posible identificarlas de manera visual. Conviene un diagnóstico médico para evaluar su importancia. Un primer tratamiento puede ser la aplicación de cremas como thrombocid o Daflon. En algunos casos el doctor puede recomendar una pequeña intervención para retirarlas.
¿Cómo prevenir las varices?
Existen algunos hábitos para prevenir o reducir el riesgo de varices, son los siguientes:
- Realizar ejercicio físico de manera regular, aunque sea suave, una buena caminata diaria nos ayuda.
- Evitar engordar, tato a través de la actividad física como moderando el consumo de alimentos.
- No permanecer periodos de tiempo prolongados de pie o en posturas rígidas, por ejemplo con las piernas cruzadas.
- Realizar masajes en las piernas, que es donde aparecen con más frecuencia.
- Evitar prendas y pantalones demasiado ajustados, que dificultan la circulación sanguínea.
Además una alimentación sana, ayuda a prevenir o a ralentizar el desarrollo de varices.
- En general los productos ricos en fibra y agua, es decir frutas y verduras, assí como cereales integrales.
- Alimentos con antioxidantes, por su poder antiinflamatorio. Nuevamente una gran parte de verduras y el aceite de oliva.
- Alimentos con grasas poliinsaturadas. Hablamos de las grasas saludables que favorecen la circulación sanguínea. Contamos como mejores ejemplos con el aceite de oliva, el pescado azul y los frutos secos.
- Alimentos ricos en potasio. Algunas frutas destacando el plátano, frutos secos, algunas verduras o legumbres, son algunos de estos productos.
Por el contrario debemos evitar o reducir, el consumo de sal, grasas saturadas, alcohol y café.
Uso de Thrombocid.
Para comentar el uso de este medicamento nos apoyamos en el prospecto informativo. Thrombocid 1 mg/g pomada en tubo, forma parte de los medicamentos conocidos como antivaricosos tópicos.
Se usa aplicando una fina capa sobre la piel afectada por la contusión o en la zona con varices. La extendemos con un suave masaje para ayudar a que sea bien absorbida. Repetimos la operación 3 o 4 veces durante el día. Si después de 5 o 6 días no notamos un alivio, debemos realizar una consulta médica.
Composición de Thrombocid y Thrombocid forte
Cada gramo de producto contiene:
- 1 miligramo de pentosano polisulfato sódico, que es su principio activo.
- Excipientes: Alcohol cetoestearílico, cetoestearilo sulfato sódico (E540i), aceite de ricino polioxietilenado, butil hidroxianisol (E320), ácido cítrico (E330), oleato de decilo, sorbitol (E420i), propilenglicol, ácido sórbico (E200), parahidroxibenzoato de etilo (E214), parahidroxibenzoato de propilo (E216), guayazuleno, timol y agua.
Thrombocid 1 mg/g se vende en tubos de 30 y 60 g de pomada con un tapón de cierre.
Existe también un segundo producto, con una mayor concentración de su principio activo, llamado Thrombocid Forte 5mg/g.
Precauciones y limitaciones de uso.
Se debe evitar en los siguientes casos:
- Por los alérgicos al pentosano polisulfato sódico.
- Asimismo, para los alérgicos de alguno de sus excipientes, en cuyo caso se producirá una irritación moleste en la piel tras su aplicación.
- Pacientes con problemas de coagulación.
- No se debe aplicar sobre heridas abiertas, ojos y mucosas.
- Durante el embarazo y el periodo de lactancia, tan sólo si hay una recomendación de un médico
