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La tilapia no es de los pescados más conocidos en España, pero por el contrario es uno de los más populares en Estados Unidos. Crece en aguas cálidas y es de origen africano, su consumo también está extendido en algunos países de América latina y Asia.
Más allá de la pesca salvaje de esta especie, que es muy reducida, existe una producción importante a través de piscifactorías industriales. China es el mayor productor mundial, con alrededor de 1,7 millones de toneladas anuales, siendo el principal abastecedor de Estados Unidos y de otros mercados internacionales.
La tilapia, desde un punto de vista nutricional, es un pescado con un altísimo nivel de proteínas. Su punto débil es el tipo de grasa que desarrolla, con un ratio omega-6 frente a omega-3 poco favorable. En exceso puede inducir a procesos inflamatorios. Adicionalmente, existen dudas sobre su salubridad en los casos de producción industrial, especialmente en China.
Riesgos asociados al consumo de tilapia.
La tilapia es un pescado rico en proteinas, fácil de preparar y económico.
¿Por qué existe entonces controversia sobre su consumo?
Más allá de la cuestión de su perfil graso poco interesante, existe controversia por las malas prácticas que se han asociado a su producción en algunas granjas. Este debate nos recuerda al que se vivió hace unos años respecto al panga, igualmente producido de manera masiva en China.
Un informe de la “Food and Drug Administration » de Estados Unidos (FDA), incluso alertó sobre el uso de heces en la alimentación de peces en las piscifactorías chinas. Esta práctica para abaratar costes, implica un riesgo de contaminación por bacterias como la salmonella. Aunque el informe no hace referencia a la producción de tilapia, sabemos que se produce de manera extendida en China. También se ha reportado la presencia de agentes químicos o de antibióticos, que evidentemente no son saludables para el consumo.
Producción de tilapia.
La pesca de esta variedad salvaje es mínima. Además de China, existen otros países con producción importante en granjas. Sobre todo, en Méjico, Perú, Ecuador y Canadá. En Europa existen algunas granjas en los Países Bajos.
La industria de granjas de pesca se conoce como acuicultura. Hay varios factores que facilitan la explotación masiva y económica de la tilapia. Es un pescado de crecimiento rápido, que puede ser alimentado con derivados vegetales económicos, por ejemplo, harinas de algas y de sojas. Y son capaces de vivir hacinados, tanto en aguas dulces como saladas.
En su etapa adulta llegan a alcanzar un peso cercano a los tres kilos, y a medir cerca de los 30 centímetros. Aunque se comercializan antes de que lleguen al medio kilo.
Desde un punto de vista ecológico, es un pescado peligroso para algunos ecosistemas, por su facilidad de reproducción y colonización de nuevos hábitats. En Perú, por ejemplo, algunas fugas accidentales, han hecho que se extienda por ríos y lagos, causando estragos en otras especies.
Información nutricional.
Se trata de un pescado blanco con poco contenido calórico.
La tilapia es interesante por su alto contenido en proteínas. Tan sólo 100 gramos de producto ofrece a una persona con actividad normal, el 40% de las proteínas recomendada diarias.
Sin embargo, al contrario que los pescados azules, sus grasas no son saludables. En efecto, es relativamente bajo en omega-3 y alto en omega-6. Esta combinación lo hace desaconsejable para las dietas cardiovasculares sanas.
En cuanto a sus vitaminas destacada la presencia de la D, beneficiosa para algunas funciones del organismo, como la piel o para la asimilación de calcio.
Como otros pescados es rico en selenio, fósforo y calcio. Sobre todo, en selenio, un nutriente interesante para la actividad de la glándula tiroidea y para el sistema inmune. Aunque ojo, en exceso puede ser contraproducente.