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Los tranquilizantes y ansiolíticos se sitúan entre los fármacos más vendidos en España. En 2022, Orfidal, y Lexatin, dos tranquilizantes psicolécticos, se colaron en la liste de los diez fármacos más demandados por los pacientes.
Se trata de fármacos que inhiben el sistema nervioso central, concretamente el cerebro, para aliviar enfermedades y estados mentales complicados. Por ejemplo, la ansiedad, la depresión, el nerviosismo, alucinaciones, trastornos del sueño, etc. Es importante indicar que alivian, pero no curan las enfermedades en sí, que a veces pueden tener componentes psicológicos profundos.
Es evidente que como médico, hablamos de enfermedades que pueden ser serias y necesitar un tratamiento. Pero igualmente, existe un consenso en el mundo sanitario, de que existe un abuso en el uso que refleja un problema social y humano más profundo.
Orfidal y Lexatín, tranquilizantes y ansiolíticos
Usamos estos dos ejemplos de tranquilizantes, para ver las recomendaciones de uso.
En el caso de Orfidal, su prospecto informativo nos indica que es un tranquilizante-ansiolítico. Su dosificación permite mantener las actividades diarias del paciente.
Se utiliza para “tratamiento a corto plazo de todos los estados de ansiedad y tensión, asociados o no a trastornos funcionales u orgánicos, incluyendo la ansiedad asociada a depresión y la ligada a los procedimientos quirúrgicos y/o diagnósticos, y en preanestesia”. También para aliviar trastornos relacionados con el sueño.
Por su parte Lexatín pertenece al grupo de las benzodiazepinas. Es un fármaco que se puede adminitar con dosis bajas, frente a escenarios de ansiedad, nerviosismo y tensión psíquica. Cuando el tratamiento es más fuerte tiene efecto sedante y funciona como relajante muscular.
Se nos indica que en la mayoría de casos basta un tratamiento de corta duración. Y no se debe exceder las 12 semanas.
¿Se pueden comprar sin receta?
No, en España son los médicos quienes pueden recetar este tipo de fármacos.
Es importante un diagnóstico de un especialista ya que pueden conllevar efectos secundarios. Así normalmente se intentará seguir el tratamiento más suave posible y con la duración justa, para tratar cada caso.
El exceso de consumo
Existe un debate médico, en el ámbito de la psicología e incluso social sobre el exceso de consumo de los tranquilizantes.
EEUU ha sido el país pionero en el uso masivo de fármacos para enfermedades mentales y también de tranquilizantes. Por desgracia las lecciones no son buenas. Existe una amplia capa de población adicta a estos tratamientos y que sufren los efectos indeseables del consumo a largo plazo.
Efectos secundarios indeseables
Puesto que EEUU es un país con larga experiencia en este consumo, acudimos a una de sus agencias de referencia, para repasar los efectos secundarios. El “National Institute on Drug Abuse” se refiere a los efectos de fármacos como sedantes, tranquilizantes y medicamentos hipnóticos. Recordemos que en inglés la acepción “drugs” engloba tanto a los fármacos usados en tratamientos médicos, como a las drogas ilegales.
Los efectos secundarios más comunes son:
- Sensación de somnolencia y falta de concentración, sobre todo en los primeros días.
- Mayor dificultad en el habla.
- Sensación de mareos, confusión.
- Pérdida de memoria.
- Dolores de cabeza.
- Dificultades en el movimiento.
- Descenso de la presión arterial.
- Respiración lenta.
Pero, además, cuando se consumen a largo plazo, está demostrado que se produce adición y necesidad de aumentar la dosis para obtener el mismo efecto. En estos casos los efectos secundarios potenciales son más graves.
Alternativas al uso de tranquilizantes
Es evidente que hay que seguir siempre las recomendaciones del médico en el uso de estos fármacos. Pero en paralelo hay hábitos y estilos de vida saludables, que pueden complementar de una manera natural y a la larga evitar este tipo de tratamientos.
- Dormir más y mejor. España es uno de los países donde menos se duerme en Europa, probablemente por sus horarios tan tardíos. Está ampliamente demostrado, que este es uno de los peores hábitos se cara a la salud física y mental, incluyendo el aumento de las tasas de obesidad.
- Realizar ejercicio físico de manera regular. El ejercicio físico tiene efectos muy positivos a nivel mental a corto plazo, por la segregación de hormonas como las endorfinas. Pero a largo plazo, puede incluso modificar positivamente estructuras cerebrales, incluso facilitando la regeneración neuronal.
- Potenciar la vida social. Una vida social rica obliga a un esfuerzo personal, a salir y a abrirse. Pero se sabe que es uno de los antídotos más potentes y natural, para gozar de buena salud mental.
- Aumetar la conexión con la naturaleza. Para quien le interese os dejamos el enlace sobre la práctica del shinrin yoku, que sirve para ilustrar el impacto increible sobre la salud de la naturaleza,
- La meditación y el mindfulnes. Quienes quieran ir más allá, existen prácticas como las mencionadas, o el yoga o el tai chi, que a largo plazo tienen un excelente impacto en la salud mental y en la sensación de bienestar personal.