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Hay una belleza profunda en la filosofía wu wei y el arte de saber dejar fluir la vida. En otros posts hemos hablado de prácticas milenarias asiáticas para ayudar a encontrar sentido a la existencia y a mejorar la estabilidad emocional. Ya sea el concepto japonés nankurunaisa, o el yoga hindú y la meditación oriental. Pero también hay corrientes occidentales que han ahondado en ideas similares, como el estoicismo.
Hoy nos toca hablar del wu wei, una corriente de origen chino, que nos habla sobre el ritmo de las cosas y la importancia de adaptarse a las vicisitudes de la vida desde la aceptación y sin forzar lo que nos sucede.
Es imposible en un artículo abordar toda la gran sabiduría que se esconde detrás de esta corriente, pero vamos a explicarla y a poner algunos ejemplos de cómo se vive.
¿Qué es el wu wei?
El wu wei es una actitud consciente de aceptación y de no enfrentarse de manera directa a aquellas vicisitudes de la vida, contra las que poco podemos hacer.
Existen experiencias especialmente duras en la existencia. Pueden ser la pérdida de un ser querido, afrontar una enfermedad grave, un divorcio, una pérdida de empleo, tener que abandonar un país por una guerra o cualquier situación personal comprometida. Por desgracia se presentan varias veces a lo largo de una vida normal.
El wu wei nos dice que la forma más adecuada de enfrentarse a estas situaciones más difíciles es no forzar o actuar, sino aceptar el ritmo natural de la vida. No actuar no tiene en este contexto el mismo significado que no hacer nada. Se refiere más bien a actuar sin forzar las cosas, sin intencionalidad, dejando que las cosas se pongan en su sitio poco a poco, con naturalidad. Dejando paso a la espontaneidad y al descubrimiento de lo nuevo.
Existe una metáfora en el crecimiento lento pero firme de las plantas. Un árbol crece a un ritmo lentísimo, y en su vida sufre tempestades, sequías, ataques de insectos, etc. pero con paciencia crece sin hacer esfuerzo, respetando la armonía de la naturaleza.
También tenemos refranes viejos que nos hablan de ideas similares:. no hay mal que cien años dure.
El wu wei y el taoísmo
El wu wei está íntimamente ligado a la historia tradicional china y a la filosofía taoísta.
Una de las metáforas más conocidas y hermosas sobre este principio, es la que compara la fuerza del agua con la idea de “no forzar” y adaptación del wu wei. El agua es un puro fluir, en ese sentido recoge muy bien la analogía sobre cómo su enorme flexibilidad le permite grandes logros.
El líquido es aparentemente débil frente a una roca o incluso una montaña. Pero su capacidad de adaptación a cualquier cauce, recipiente o hueco es infinita, y la constancia con la que tranquilamente puede abrir un valle o gotear en una gruta una roca puede ser milenaria. Poco a poco, sin esfuerzo, acaba deshaciéndola o abriendo afilados valles entre altas montañas.
Esta analogía del taoísmo nos indica la importancia de la adaptación, de no inquietarse ante las duras pruebas de la vida. Y saber esperar con paciencia, actuando de manera natural, sin forzar, hasta que un nuevo equilibrio aparezca en nuestras vidas.
¿Por qué es bueno?
Una de las cosas que caracteriza a los hombres y mujeres sabios, es que han sabido qué batallas personales tenían que luchar y cuáles no.
Saber cuándo no debemos perder una formidable energía personal en cambiar lo que de manera natural no puede alterarse, no es siempre fácil. El apego a las personas, a los lugares o a las experiencias es normal en cualquier persona. Aceptar que hay que despegarse o perder en ocasiones, es una lección difícil de asumir.
Sin embargo, nada más inspirador que esas personas mayores que conocemos y que viven en profunda paz. Personalmente tengo la suerte de conocerlas en mi entorno más cercano. Es inspirador verlos disfrutar de la vida, aceptándola tal y como viene, disfrutando de lo que les ofrece, sin inquietarse, en Paz.