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Los ejercicios de yoga facial son otro modo de aprovechar los beneficios de esta disciplina que proviene de la India. En realidad, aunque parte de algunos principios del yoga tradicional, estamos ante un tipo de ejercicio diferente.
Actualmente es conocido que las manifestaciones físicas del envejecimiento facial incluyen no sólo la laxitud de la piel y el fotodaño asociado a la exposición prolongada al sol, sino que también implican la pérdida de volumen subestructural más profundo de la grasa y los músculos del rostro.
¿Qué es el yoga facial?
Existen varios “padres y madres” que se adjudican el origen del yoga facial. Uno de los referentes más importantes es la japonesa Fumiko Takatsu, que ha escrito varios libros en las dos últimas décadas. Esta divulgadora sufrió un accidente de tráfico hace tiempo con consecuencias graves que afectaron a su rostro. A raíz de esa experiencia comenzó a investigar y a probar el efecto de ejercicios faciales para fortalecer su musculatura dañada. Lo mezcló con los ejercicios de respiración profunda y búsqueda de un estado de meditación característicos del yoga tradicional e inventó esta nueva modalidad.
Yoga facial ejercicios
Preparación y comienzo
- El primer paso es la limpieza de manos y rostro.
- Contar con un aceite vegetal que ayude a realizar los masajes.
- Al igual que cuando hacemos yoga, debemos buscar un lugar tranquilo y agradable donde realizar la sesión.
- Empezamos sentados cómodamente sobre un almohadón con la <s pernas cruzadas y la espalda recta apoyada en una pared o en un mueble. Cerramos los ojos, realizamos cinco inspiraciones profundas, reteniendo el aire unos segundos y exhalando. Es un modo de relajar la mente y predisponernos al silencio en plenitud. Nos concentramos fijando la atención en nuestro rostro, relajamos el entrecejo y la expresión del rostro.
Calentamiento
- Realizamos un calentamiento de unos minutos, masajeando con las yemas de los dedos el cuero cabelludo, del mismo modo que hacemos cuando nos lavamos el cabello. Es una manera de relajarnos y activar la circulación de esta zona.
- Podemos seguir rotando cinco o seis veces, lentamente, los hombros hacia delante y hacia atrás. Esto permite relajar la base del cuello.
- Masajea los lóbulos de las orejas entre los dedos pulgar e índice. Tira de ellos suavemente hacia arriba, acompañando con una leve sonrisa que surge naturalmente. Te sorprenderá las sensaciones agradables que despierta.
Yoga facial ejercicios de frente y contorno de ojos
- Seguimos con el músculo de la frente. Mojamos los dedos en el aceite, situamos el índice y el corazón de cada mano en la nariz, a la altura de los ojos. Durante unos minutos, subimos los dedos masajeando lentamente, por encima de las cejas las rodeamos, descendemos con los dedos hasta la sien, cerca de las orejas.
- Realizamos el mismo ejercicio con las almohadillas de las manos, debajo de los pulgares.
- El contorno de los ojos tiene una piel muy delicada. Masajeamos con los dedos muy suavemente desde los laterales de la nariz y recorriendo en semicírculo la piel hasta rodear las orejas. Repetimos varias veces, sin forzar la piel debajo de los ojos.
- Ejercicio del telescopio. Colocamos los dedos pulgares debajo de los pómulos, a la altura de las muelas superiores, los índices encima de las cejas. Sonreímos ligeramente sin abrir la boca, mantenemos el gesto durante medio minuto aproximadamente.
Ejercicios de los pómulos
- Con los dedos en aceite realizamos un masaje con los tres primeros dedos de cada mano. Los colocamos en ambos lados del mentón y suavemente masajeamos la cara hacia arriba en diagonal, despacio, hasta la cabeza. Repetimos mientras respiramos profundamente durante un par de minutos.
- Levantamos el rostro y la barbilla ligeramente, como mirando entre el horizonte y el cielo. Enviamos besos forzando el gesto, sentimos los músculos de los pómulos ejercitarse. Repetimos durante un par de minutos.
Ejercicios de la mandíbula y cuello
- Ejercicio del platisma, un gran músculo que recorre el cuello y la base inferior de la mandíbula. Colocamos los puños cerrados debajo de la mandíbula, intentamos abrir la boca completamente ejerciendo contrafuerza con los puños. Repetimos la secuencia 25 veces.
- Para poder obtener sus beneficios, hay que ser constantes con estos ejercicios, al menos 5 o 6 veces por semana y durante al menos dos meses. Las sesiones pueden ser de unos 15 minutos, en silencio o con una música suave a un volumen bajo. Una agradable manera de librarnos de las tensiones del día, a la vez que ejercitamos la musculatura y activamos la circulación facial.
Te dejamos un vídeo donde puedes seguir estos ejercicios.
¿Por qué está de moda el yoga facial?
La mejora del aspecto físico del rostro es un anhelo de hombres y mujeres de edad madura. Por tanto, el terreno está abonado para que una disciplina de este tipo tenga éxito.
Pero es sobre todo la labor de difusión que han hecho algunas celebrities, como Meghan Markle, la que ha puesto de moda estos ejercicios. Otras modelos y artistas que se han apuntado a este carro son Gisele Bundchen, Kate Moss, Jennifer Aniston, Madonna y Gwenyth Paltrow.
¿Funciona?
Más allá de los beneficios de relajación de los ejercicios, existen pocos estudios que de manera científica apoyen el funcionamiento de esta práctica. Alguno parece mostrar una ligera mejora en el aspecto, pero poco significativo. Hacemos referencia por ejemplo a un estudio publicado en la revista norteamericana National Library of Medecine.
En este caso se trabajó con una muestra de mujeres de edad media (40 a 65 años). 33 participantes realizaron ejercicios guiados de ejercicios faciales y en el cuello, durante 20 semanas. Posteriormente se les sometió a un análisis fotográfico y a encuestas sobre su propia percepción.
El resultado fue que el ejercicio facial dio lugar a una pequeña mejora de la firmeza de las mejillas superiores y de las mejillas inferiores. La satisfacción de las participantes fue alta. Sin embargo, se trata de un estudio limitado y en el que no hubo un segundo grupo comparativo que realizara un ejercicio placebo.
Hemos encontrado otra revisión de otros 9 estudios disponibles, que llega a la misma conclusión.
Los resultados son positivos pero los estudios están limitados porque no se realizaron con grupos de control y a menudo se basan en declaraciones subjetivas. Por tanto, no hay una conclusión científica definitiva por el momento, sobre los beneficios del yoga facial, más allá de los relacionados con la relajación.