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Hace poco impresionaba oír hablar a Rafael Nadal sobre la convivencia con el dolor. Los deportistas de alto rendimiento son un ejemplo de grupos de población que pueden convivir con un dolor crónico. Sin llegar tan lejos, hay personas que bien por dolencias específicas o por episodios puntuales de dolor, pueden necesitar tomar productos como Zaldiar.
Se trata de un analgésico bastante conocido pero que no se debe utilizar como un calmante habitual. Por el contrario, solo se puede usar con receta médica. Y reservarse para dolores de intensidad moderada a intensa. Y normalmente durante periodos de tiempo limitados, que deben ser definidos por un médico.
¿Qué es el dolor?
El dolor es una respuesta del organismo para que nos alejemos rápidamente de una fuente de peligro, o una señal desagradable de una lesión o de que algo en el organismo no funciona con normalidad. El dolor en sí no es una enfermedad, pero puede ayudar a diagnosticarla en algunos casos.
Duración
Una primera clasificación del dolor distingue según su duración entre el dolor crónico y el agudo.
El primero hace referencia a un dolor que perdura en el tiempo y que puede impactar a nivel psicológico. La OMS definió una escalera del dolor crónico que se usa como referencia en el mundo clínico para enfermedades graves.
Por el contrario, el dolor agudo tiene una duración corta, aunque también puede tener distintas escalas de intensidad.
Intensidad
Una segunda clasificación clasifica los estados según la intensidad del dolor: leve, moderado e intenso o severo.
La percepción del dolor es real pero subjetiva, cada persona tiene un nivel de tolerancia diferente. Para tratarlo se usan los medicamentos que conocemos como analgésicos. Cuando nos enfrentamos al dolor crónico existen otras posibilidades de tratamiento complementarias, como la acupuntura, la fisioterapia, la estimulación eléctrica o en casos extremos, la cirugía.
Dolor y sufrimiento
Una reflexión interesante es que mientras que la sensación del dolor es inevitable, puesto que es puramente física, el sufrimiento es modulable. ¿Qué queremos decir? El sufrimiento es la interpretación mental que hacemos del dolor físico o psicológico. Tiene que ver por tanto con la actitud vital que asociemos a una situación. Es por eso que existen terapias psicológicas para enfrentarnos a situaciones de dolor graves como la meditación, las técnicas de relajación o el yoga.
¿Qué problema generan los analgésicos como zaldiar?
El tramadol es uno de los principios activos de zaldiar. Es un analgésico opioide, con un efecto parecido al de la morfina.
Además del riesgo de producir efectos secundarios y de las interacciones con otros medicamentos, existe un riesgo de adicción. Incluso con una dosificación normal durante algunas semanas puede acabar produciendo una dependencia física, pero también psicológica. Por tanto, en función del dolor, los médicos valoraran la duración y dosificación. Además cuando se ha consumido durante un tiempo, se realizará una retirada progresiva para evitar reacciones adversas.
Otro problema que puede producir es que puede producir somnolencia y alterar el ciclo del sueño y el ritmo de vida diario.
Por todo lo anterior, hay que ser prudente con su consumo, y tomarlo siempre bajo supervisión médica. Los tratamientos serán lo más corto posibles.
¿Qué es zaldiar?
Para profundizar en este producto, acudimos a su prospecto informativo, que contiene información exhaustiva sobre el fármaco.
Sus dos principios activos son los analgésicos paracetamol 325mg y tramadol 37,5mg. Cuando actúan combinados son eficaces para aliviar dolores de intensidad moderada a intensa.
Se comercializa en envases con blísteres que contienen comprimidos de color amarillo claro. Existen diferentes alternativas que van desde los 2 hasta los 100 comprimidos, que se adaptan a la duración del tratamiento prescrito.
Como otros medicamentos hay que tener la precaución de conservarlos fuera del alcance y vista de los niños. Eso sí, puede guardarse a temperatura ambiente.
¿Quién puede tomar zaldiar?
Es un médico quién debe valorar qué personas pueden o no consumirlo, y con qué dosificación y duración. Es importante que el doctor conozca cualquier otro tratamiento farmacológico que estemos siguiendo, ya que pueden existir interacciones.
En todo caso, no deben tomarlo:
- Niños de 12 o menos años. Y adolescentes mayores de 12 años con problemas respiratorios.
- Las personas alérgicas a sus principios activos o resto de componentes del fármaco.
- Las personas con epilepsia no controlada.
- Pacientes con enfermedades hepáticas graves.
- Personas que están siguiendo determinados tratamientos adicionales. Tales como otros analgésicos potentes, fármacos para el insomnio, psicótropos y algunos otros fármacos para enfermedades mentales.
- En caso de sufrir otras enfermedades importantes, por ejemplo, de riñón, hígado, respiratorias graves. El prospecto enumera de forma exhaustiva los casos en que se debe actuar con precaución.
Tampoco es recomendable para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. El médico debe valorar si en caso de necesidad se puede tomar de manera puntual y única.
Otras precauciones
No se debe consumir alcohol bajo este tratamiento, puesto que produce interacciones indeseables y sobre todo acentúa la somnolencia.
El tramadol es un opioide que puede producir somnolencia y alterar las pautas del sueño y la respiración. Por ello puede impedir la conducción y el uso de maquinaria peligrosa.
En general, cuando se consume hay que vigilar la aparición de síntomas como un fuerte cansancio, mareos y pérdida de apetito. También bajada de la presión arterial, dolores abdominales, molestias digestivas, náuseas, vómitos y cambios en el estado de ánimo, entre otras alteraciones.
Yo tome un comprimido zaldiar y me dio mucho sueño cansancio y una molestia en la paté derecha de la nuca q puedo aser en este caso
Gracias por su comentario Yolanda. Existen efectos secundarios como el que comenta, por lo que hay que ser precavido en el consumo.